Isabel de Inglaterra (1214-1241)

Fue la cuarta descendiente, pero segunda hija, del rey Juan I de Inglaterra y de su segunda esposa, Isabel de Angulema.

En un encuentro amistoso en Rieti, el papa Gregorio IX le sugirió al emperador Federico II que se casase con la princesa Isabel, hermana de Enrique III de Inglaterra. Al principio, Federico II se preocupó porque no quería perder a sus aliados franceses; pero cuando se dio cuenta de que un matrimonio inglés podía poner fin al enfrentamiento anglo-francés y dar un paso importante hacia la restauración de la paz en la cristiandad occidental, que facilitaría el camino a una cruzada exitosa, dio su consentimiento. El compromiso se formalizó en Londres en febrero de 1235.

La hermosa Isabel tenía unos veintiún años de edad cuando marchó para casarse con el ya dos veces viudo Federico II, que tenía cuarenta. En su camino, al pasar por Colonia, hizo las delicias de las mujeres locales cuando se quitó el velo que tradicionalmente se llevaba de manera que pudieran verle la cara.

El matrimonio entre Isabel y Federico se celebró en la Catedral de Worms, el 15 o el 20 de julio de 1235; en la ceremonia, también fue coronada como emperatriz del Sacro Imperio Romano Germánico, reina de Alemania y Sicilia. Su dote era de 30.000 marcos de plata (una suma considerable en aquella época) y con motivo del matrimonio, el marido le concedió el castillo de Monte Sant'Angelo.

Sin embargo, tan pronto como se casó fue introducida en una vida recluida, de harén, atendida por eunucos negros. Su matrimonio había sido un enlace político, y sólo se le permitió mantener a dos de sus acompañantes inglesas, Margaret Biset, quien posiblemente fue su aya, y su doncella Kathrein; a las otras se las mandó de vuelta a casa.

Isabel vivió en retiro en Noventa Padovana, donde su marido la visitaba con regularidad. Cuando su hermano Ricardo, conde de Cornualles, regresó de las cruzadas, pudo visitarla, aunque a Isabel no se le permitió estar presente en la recepción oficial. Mientras la corte imperial residía en Foggia, Isabel dio a luz a su último hijo y murió. Está enterrada junto a la anterior esposa de Federico, la reina Yolanda de Jerusalén, en la catedral de Andría, cerca de Bari.

Las fuentes primarias discrepan sobre la descendencia de Isabel, incluyendo el número de hijos que tuvo, sus nombres y el orden en que nacieron. Lo que se sabe seguro es que Isabel tuvo al menos cuatro hijos: un hijo que murió poco después de su nacimiento en 1236 o 1241, una hija que -como su hermano mayor- murió al poco de nacer en 1237, Margarita, y Enrique. Algunos creen que Margarita fue la primogénita, y otros que fue la hija que dio a luz en último lugar y cuyo nacimiento supuso su muerte. La creencia general es que Margarita fue la última hija. El hijo de Isabel, que vivió poco tiempo, recibió el nombre de Federico, Jordanus/Jordán, y Carlos Otón por diversas fuentes. Algunos historiadores creen que Isabel en realidad tuvo cinco hijos, dos que vivieron poco en lugar de uno, y que se llamaron Jordanus/Carlos Otón y Federico, habiendo nacido los dos en la primavera de 1236 y en el verano de 1240, respectivamente.

• Federico/Jordán/Carlos Otón (primavera de 1236- m.1236).[1]
• Inés (nacida y muerta en 1237).
• Enrique (18 de enero de 1238-mayo de 1254).
• Margarita (1 de diciembre de 1241-8 de agosto de 1270), landgravina de Turingia.

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• Tuchman, Barbara W. (1978), A Distant Mirror: the Calamitous 14th Century., Alfred A. Knopf, Nueva York, 1984. ISBN 0-394-40026-7.
• Weir, Alison (2002). Britain's Royal Family: A Complete Genealogy. The Bodley Head London, U.K. ISBN 0-7126-4286-2. págs. 70 & 71
• Stupor Mundi (en italiano)