Isabel de Nápoles

Perspectiva y proporciones de La Mona Lisa, en poder del Museo del Prado (Madrid).

En diciembre de 1488, Isabel de Nápoles (18) se casó en Tortona (en el norte de Italia) con su primo carnal Gian Galeazzo Sforza, duque de Milán.

Para las celebraciones, el maestro de la danza italiana Bergonzio di Botta organizó una elaborada danza de entretenimiento, que se considera el primer ballet clásico (con libreto) de la Historia humana. Los bailes estaban unidos por una narrativa relacionada con el mito de Jasón y los argonautas, y cada uno correspondía a un plato de la cena. Tristano Calco de Milán escribió acerca del espectáculo, y se consideró tan impresionante, que en otros lugares se organizaron muchos espectáculos similares.[1][2]

Tuvieron un hijo y tres hijas:

• Francisco Sforza Aragón (fallecido en 1512), conde de Pavía (entre 1494 y 1512).
• Bona Sforza Aragón, reina de Polonia, gran duquesa de Lituania, y segunda esposa de Segismundo I Jagellón el Viejo (Segismundo de Polonia).
• Hipólita María (1494-1501), fallecida a los siete años de edad.
• Bianca (1495-1498), fallecida a los tres años de edad.

Gian Galeazzo Sforza falleció el 21 de octubre de 1494, a los 25 años de edad, posiblemente envenenado por su tío, Ludovico Sforza, quien lo sucedió.

Isabel también sobrevivió a su hijo Francisco, que murió en 1512 al caerse de su caballo. De sus tres hijos, sólo Bona la sobrevivió.

Retrato de mujer (c. 1495-1499), de Ambrogio de Predis, en poder de la Galería Nacional de Londres.

Hay numerosos retratos haciendo alusión a un modelo idealizado de dama con cabello pelirrojo y rizado, con base en las características corporales de Isabel de Aragón, y haciendo referencia, en numerosas ocasiones, a la figura de Santa Catalina de Alejandría, de ahí que con base en un círculo milanés de discípulos primigenio de Leonardo da Vinci, formado por Boltraffio, Ambroggio de Predis o Francesco Melzi, junto con colaboradores o compañeros como Fernando Yánez de la Almedina o el propio Rafael Sanzio, se elaborara un modelo femenino de musa leonardesca que continúo durante muchos años después; con seguidores posteriores como Benardino Luini o Giampietrino hasta bien entrado el siglo XVI, y que influyó en toda la historia del arte, y en particular en el siglo XIX con el movimiento prerrafaelista.

Se ha señalado la posibilidad de que sea Isabel de Aragón la retratada en la obra de la Mona Lisa de Leonardo da Vinci.[3] y que su contexto fuese el ducado de Milán, a finales del siglo XV.

Debido al carácter realista y a la mejor conservación de la obra, es mucho más apreciable esta similitud facial con la obra de la Mona Lisa del Museo del Prado.[4], con un paisaje que hace posibles referencias al entorno alpino del ducado de Milán. Por lo que se refiere a la controversia sobre la Mona Lisa, argumenta que la mujer tras la famosa sonrisa es Isabel de Aragón, la Duquesa de Milán. Leonardo fue el pintor de la corte del Duque de Milán durante 11 años. El bordado del escote, según cree Vogt-Lüerssen, indica que es miembro de la casa Sforza.[5][6] Su teoría es que la Mona Lisa fue el primer retrato oficial de la nueva Duquesa de Milán, que requería que fuese pintado en la primavera o el verano de1489 (y no en 1503), y tendría por tanto 19 años de edad; plausible con la joven que aparece en la tabla del Prado, y que contrasta con el retrato realizado por Ambrogio de Predis, que hay en la Gallery de Londres, en torno a los 30 años, siendo ya viuda.

Entre muchas tablas leonardescas, destaca la pintada por Giovanni Antonio Boltraffio en 1490, que se encuentra en poder del Museo de Bellas Artes de Budapest, que muestra gran parecido con Isabel de Nápoles. Boltraffio, como pintor de la corte del ducado de Milán utiliza el rostro de Isabel de Aragón, duquesa de Milán, para desarrollar la composición facial de la virgen, ya que en aquella época los pintores solo podían representar como santos a personas relevantes; en el caso del ducado de Milán, solo la familia Sforza podía ser retratada como santos. La única mujer de pelo pelirrojo de la familia Sforza era Isabel de Aragón, duquesa de Milán y princesa de Nápoles.

Vistas del busto presunto de Isabel de Aragón, siendo princesa de Nápoles y realizado por Francesco Laurana en torno al 1488, custodiado en el Museo de Historia del Arte de Viena.

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  Busto presunto de Isabel de Aragón.
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  Busto de Isabel de Aragón.
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  Busto de Isabel de Aragón.
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  Busto de Isabel de Aragón.
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  Busto de Isabel de Aragón.

Rostro de Isabel de Aragón. Biblioteca austriaca.

Murió en 1524 y enterrada en la iglesia de San Domenico Maggiore de Nápoles, en principio su cuerpo se depositó en el ábside, aunque posteriormente en el siglo XVIII fue trasladado a la sacristía.

En 2012, un grupo de antropólogos exhumaron el cadáver de Isabel de Aragón, y concluyeron que había sufrido de sífilis. Los dientes tenían un alto nivel de mercurio ―que en esa época se utilizaba como tratamiento (ineficaz) de la sífilis―, que había manchado de negro el esmalte de los dientes, la mayoría de los cuales habían sido eliminados por abrasión. Los forenses llegaron a la conclusión de que había muerto envenenada por la propia medicina.[7][8]