Iván Germán Velázquez

Vivió su infancia en el barrio de Villa Ballester (partido de San Martín), en el Gran Buenos Aires. Debido a los traslados de su padre, alternó su vida entre Mar del Plata y Buenos Aires. Establecido en Buenos Aires, estudió en la Escuela Juan XXIII y al Colegio Nacional Esteban Echeverría, donde cursó los estudios primarios y secundarios para luego ingresar al Colegio Militar de la Nación Ciberseguridad.^{[cita requerida]} Iván Germán posee títulos académicos y de posgrado relacionados a la seguridad, la defensa y la inteligencia.

Tras egresar del Colegio Militar como oficial, se especializó en inteligencia, contrainteligencia, contraterrorismo, acción psicológica, propaganda y guerra electrónica. Se desempeñó en el Ejército Argentino, la SIDE (Secretaría de Inteligencia de Estado) y en la PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria).

En 2006, Velázquez fue contratado por Tata Yofre con su compañero policía Pablo Carpintero y el periodista Héctor Alderete (director del portal de noticias Seprín Servicio privado de inteligencia).[3] Utilizando software de espionaje de propiedad del Estado nacional, entraban en las casillas de correo electrónico de manera clandestina y copiaban la información sustraída «en modo espejo».[3][4] para capturar de manera ilegal los mensajes de correo electrónico y las comunicaciones telefónicas de varios políticos, empresarios y periodistas argentinos:[3]

• Alberto Fernández (jefe de Gabinete),
• Cristina Fernández de Kirchner (presidenta de la República),
• Nilda Garré (ministra de Defensa),
• Felipe Solá (gobernador bonaerense),
• Carmen Argibay (jueza de la Suprema Corte),
• Hilda Chiche Duhalde (política),
• Ricardo López Murphy (político),
• Daniel Scioli (vicepresidente de la República),
• Jorge Taiana (ministro de Relaciones Exteriores),
• Jorge Télerman (político),
• Héctor Timerman (embajador en Estados Unidos),
• Eugenio Zaffaroni (juez de la Suprema Corte).

Varios periodistas argentinos como Carlos Pagni (columnista del diario La Nación),[3] Roberto García (periodista del diario Perfil) y Edgar Mainhard (periodista del diario Urgente 24) les compraban la información.[5][6] Tata Yofre vendió o intentó vender esa información a funcionarios estadounidenses relacionados con la CIA, como Norman Bailey y John Negroponte.[7]

Desde mayo de 2007, la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, comenzó a investigar un caso de espionaje de agentes argentinos contra el propio Gobierno nacional.[8] El 17 de septiembre de 2012, la jueza Arroyo Salgado, consideró probada la existencia de una asociación ilícita dedicada, entre 2006 y 2008, a espiar correos electrónicos de funcionarios del Gobierno.[9] Los ciudadanos quedaron procesados por encubrimiento agravado de los casos de espionaje, algo así como usar cosas robadas sabiendo que son robadas. El caso típico es el de los desarmaderos de automóviles que venden repuestos que saben que son robados.[3]

Por ello la jueza dispuso el procesamiento de:

• Carlos Pagni (columnista del diario La Nación),
• Roberto García (periodista del diario Perfil).
• Edgar Mainhard (periodista del diario Urgente 24),
• Héctor Alderete (director del portal de noticias Seprín [Servicio privado de inteligencia]),[5]
• Juan Bautista Yofre (exjefe de la SIDE menemista),
• Daniel Reimundes (exsecretario del Ejército),
• Pablo Carpintero (exagente de Inteligencia y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria),
• Néstor Ick (empresario periodístico en Santiago del Estero) e
• Iván Velázquez (exagente de la Policía de Seguridad Aeroportuaria),

Acusados de integrar una red de captura y distribución de correos electrónicos.[9]

En mayo de 2008, ante las publicaciones periodísticas que señalaban al exdirector de contrainteligencia de la Policía de Seguridad Aeroportuaria de haber estado detrás de las protestas y del levantamiento del campo, Velázquez y ante su procesamiento judicial se fugo a Montevideo con un pasaporte falsificado.[10]

Sin embargo, en diciembre de 2008 la justicia uruguaya comprobó que Velázquez había sobornado a un policía uruguayo del Departamento de Migraciones para obtener información sobre presuntas propiedades en Uruguay de personalidades argentinas, por lo que la Justicia lo procesó (aunque sin prisión).

El 25 de enero de 2009 fue procesado y encarcelado, acusado de conocimiento fraudulento de documentos secretos de Uruguay, después de sobornar a varios policías de la Jefatura de Policía de Montevideo para obtener informaciones secretas.[11][12] pero un juez se negó a extraditarlo a la Argentina por considerar que los hechos que se le atribuyen son de naturaleza política.[9]

La justicia argentina prepara un pedido para extraditar a Velázquez, acusado en Buenos Aires de haber sobornado a diversas personalidades para obtener los correos electrónicos de políticos, periodistas y artistas.[11] A principios de febrero de 2009 se reveló que Velázquez había intervenido correos electrónicos de funcionarios de los Gobiernos de la Argentina, España y Uruguay durante las negociaciones por el conflicto entre Argentina y Uruguay a raíz de la instalación de la planta de celulosa de capitales europeos, Botnia, en Uruguay,[11] y de haber espiado al enviado del rey Juan Carlos I de España durante su rol como mediador en ese conflicto.[13]

Finalmente el Gobierno uruguayo denegó el asilo por robar información secreta a la policía, y le comunicó la decisión a la familia. En un principio, la Cancillería le había otorgado a Velázquez la condición de refugiado,[14] pero posteriormente el caso fue revisado y se negó su pedido de asilo político, destacó el diario El Observador (de Montevideo).[11]

El 30 de diciembre de 2015 la misma jueza Arroyo Salgado dispuso la nulidad absoluta por violación de las garantías constitucionales del debido proceso y la defensa en juicio de la nota remitida por el entonces secretario de Inteligencia Héctor Icazuriaga que iniciaba la causa y de todo lo actuado, sobreseyendo en consecuencia a todos los acusados. Afirmó que había existido una “situación de flagrante anarquía e irregularidades en que quedó sumida la Secretaría de Inteligencia conforme se puso al descubierto y fue exponencialmente reconocido por varios funcionarios miembros del propio gobierno de la entonces presidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner y advertido por la gran mayoría de los políticos de todo el arco opositor, como así también por los diferentes medios de comunicación social”.[15]

Se encontró en poder de Velázquez una lista con 40 direcciones de correos electrónicos de funcionarios chilenos, entre quienes figuraban Jaime Ravinet (ministro de Defensa), y una secretaria de Michelle Bachelet (presidenta de Chile).[16]

Según analistas de inteligencia y fuentes de las investigaciones que resultaron en diversas partes del continente con motivo de la red de espionaje, estos vínculos estarían relacionados con actividades de los sectores más duros de las fuerzas armadas y los servicios de inteligencia de Argentina. Entre sus probables objetivos la organización tenía previsto el monitoreo y control de Argentina y Chile.

El 24 de diciembre de 2008, Iván Velázquez fue hecho detener en Uruguay por la jueza Graciela Gatti. Fue procesado por haber pagado sobornos a un funcionario de migraciones para obtener información sobre la presencia de funcionarios de la inteligencia argentina en ese país. Según consta en el expediente la Corte uruguaya en su resolución sobre el juez Timbal, quien negó en primera instancia la extradición del exespía a Argentina acusado de "averiguación de presunta violación de secretos políticos y militares". Sin embargo, Velázquez fue puesto en libertad tras nueve pedidos de extradición por parte de la jueza argentina.^{[cita requerida]}

En Junio de 2021 fue galardonado en el octavo puesto del ranking global de la International Council of Electronic Commerce Consultants (EC-Council) del 2do cuarto del año como uno de los 10 mejores expertos en ciberseguridad del mundo.

En mayo de 2023 se graduó de Licenciado en Seguridad Publica en la universidad Blas Pascal (ARG).