Iván Marino Ospina

Estaba convencido de que la revolución en Colombia tenía que pasar por la vía de las armas. Ingresó en 1966 a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), trabajo con Ciro Trujillo en la parte política, fue expulsado de la organización junto a Bateman por sus concepciones de que la guerra debía llevarse a las ciudades.[3][4] Combatió luego con la guerrilla venezolana hasta 1970, y regresó a Colombia, donde fue detenido en la Cárcel de Cartago (Valle del Cauca).

Para participar en la fundación del Movimiento 19 de abril M-19 en compañía de Jaime Bateman, su amigo desde las épocas de las Juventudes Comunistas de Colombia (JUCO) y de las FARC y a quien hacía poco también habían expulsado de ese grupo guerrillero. Desde entonces sería el número dos del M-19 con el alias de Felipe[5] y como tal participó en atracos bancarios y robo de armamento, el secuestro y fusilamiento del dirigente sindical José Raquel Mercado en 1976, el robo de armas del Cantón Norte el 1 de enero de 1979, era el encargado de la Regional del Occidente.[6][7]

Pocos días después de este último hecho, Ospina fue detenido en Cali y enviado a Bogotá donde, según múltiples denuncias, fue torturado en las Cuevas de Sacromonte, hasta el punto de que intentó suicidarse. Seis meses más tarde, cuando se adelantaba el Consejo de Guerra contra los detenidos del M-19,[8] Iván Marino, disfrazado de mayor del Ejército Nacional, se fugó de la Cárcel La Picota y reasumió las funciones como segundo al mando y se dirige fuera del país a manejar las relaciones internacionales del M-19.[9]

Tras la muerte de Jaime Bateman, Ospina asumió la jefatura del grupo guerrillero cuando se encontraba en Caquetá,[10] luego se reuniría junto a Álvaro Fayad con la dirigencia de las FARC-EP Manuel Marulanda y Jacobo Arenas para pactar la unidad de las guerrillas.[11] En Madrid (España) el 14 de noviembre de 1983, tuvo una entrevista junto a Álvaro Fayad con el presidente Belisario Betancur,[12] de la que saldrían los acuerdos de tregua del 24 de agosto de 1984, conocidos como los Acuerdos de Corinto, Hobo y Medellín.[13] Luego se reunirían en diciembre de 1983 en Ciudad de México.[14][15] En diciembre de 1984, en una rueda de prensa luego de una reunión en México, produjo lo que fue calificado como un error: aplaudió las amenazas de la mafia a los funcionarios estadounidenses en Colombia.[16]

En la Novena Conferencia del M-19, llevada a cabo en el campamento de Los Robles (Cauca), entre el 7 y 21 de febrero de 1985, se decidió que fuera reemplazado en la comandancia por Álvaro Fayad en 1985, pero siguió perteneciendo a la dirección nacional del movimiento. Por motivos como el manejo de las negociaciones con el gobierno, y su ausencia en la Batalla de Yarumales en diciembre de 1984. Su posición del lado de la línea dura, le valió que algunos lo llamaran "Iván, el Terrible".[17]