Josefina Carlota de Bélgica

Fue la hija mayor del rey Leopoldo III de Bélgica y de la princesa Astrid de Suecia (en aquel momento todavía príncipes). Tenía el tratamiento de Su Alteza Real. A la espera del nacimiento de su hija, Astrid había estado leyendo una biografía de su antepasada, la emperatriz Josefina de Beauharnais, la consorte de Napoleón Bonaparte, y abuela de su tatarabuela, Josefina de Leuchtenberg, reina de Suecia y Noruega. Decidió llamar a la pequeña princesa, nacida el 11 de octubre de 1927, como la emperatriz. Nació en el mismo año que su tía abuela, la emperatriz de México, había fallecido en el exilio en su natal Bélgica. Astrid era una madre dedicada a su "pequeña Jo". La joven princesa pasó su infancia en el Palacio Stuyvenberg, a las afueras de Bruselas, con sus padres, el príncipe Leopoldo y la princesa Astrid. Su madre, nacida princesa de Suecia, murió en un accidente automovilístico en 1935, a los 29 años. Su padre era un descendiente directo de Estefanía de Beauharnais, prima del primer marido de Josefina e hija adoptiva del segundo marido de Josefina. Ella era hermana de los monarcas belgas Balduino y Alberto II.

Josefina Carlota conoció a Gran Duque Juan de Luxemburgo por primera vez durante una de sus cortas estancias con su madrina y futura suegra, la Gran Duquesa Carlota de Luxemburgo, en el Castillo de Fischbach, en 1948. En octubre de 1952, se comprometieron y oficialmente el 26 de diciembre de 1952 anunciaron su compromiso al público. Se había especulado que el matrimonio fue concertado para mejorar las relaciones entre Luxemburgo y Bélgica, pero pronto se hizo evidente que estaba floreciendo un matrimonio por amor entre dos viejos amigos.[1]

Se casaron en Luxemburgo el 9 de abril de 1953, primero en el Salón de Ceremonias del Palacio Gran Ducal de Luxemburgo y más tarde en la Catedral de Nuestra Señora (Luxemburgo).[2] El matrimonio puso fin a las tensiones entre Luxemburgo y Bélgica que surgieron entre 1918 y 1920, cuando había habido una amenaza de anexión. La pareja estuvo casada durante 52 años y tuvo 5 hijos, 22 nietos y 29 bisnietos:[3]

• María Astrid (n. el 17 de febrero de 1954). Casada con su primo segundo, el Archiduque Carlos Cristián de Austria (1954) el 6 de febrero de 1982. Tienen 5 hijos y 13 nietos.
• Enrique (n. el 16 de abril de 1955), actual Gran Duque de Luxemburgo. Casado con la cubana María Teresa Mestre Batista, el 14 de febrero de 1981. Tienen 5 hijos y 6 nietos.
• Juan de Luxemburgo (n. el 15 de mayo de 1957). Casado morganáticamente con Elena Vestur el 27 de mayo de 1987 y se divorciaron en 2004. Tienen 4 hijos y 7 nietos. Se volvió a casar con Diane de Guerre el 18 de marzo de 2009.
• Margarita (n. el 15 de mayo de 1957), hermana melliza del anterior. Casada con el príncipe Nicolás de Liechtenstein, el 20 de marzo de 1982. Tienen 4 hijos y 2 nietos.
• Guillermo (n. el 1 de mayo de 1963), casado con Sibilla Weiller, bisnieta del rey Alfonso XIII de España, el 8 de septiembre de 1994. Tienen 4 hijos.

Como una princesa de la casa real de Bélgica, Josefina Carlota trajo una gran cantidad de elegancia, gusto y refinamiento a su nueva patria. Llevó a cabo muchas funciones sociales, culturales y humanitarias. Se centró en una serie de iniciativas que iba a apoyar ardientemente, en particular las cuestiones relacionadas con los niños y las familias. También fue presidenta de la Sección de Juventud de Luxemburgo de la Cruz Roja.

Entre sus pasatiempos favoritos estaban la jardinería y la horticultura, y disfrutaba de la caza, la pesca, el esquí y otros deportes acuáticos.

En 2002 sorprendió a su familia al aceptar participar en un documental realizado por Dinamarca sobre los descendientes del rey Cristián IX de Dinamarca, donde demostró ser una participante animada que relató la historia de su primer encuentro con el príncipe Jorge de Grecia, por ella llamado "Tío Goggi". Recordó cómo se había quitado la dentadura postiza y la perseguía por la habitación, intentando soltarla en el escote de su vestido de noche.

Josefina Carlota, que sufría cáncer de pulmón desde hacía tiempo, falleció el 10 de enero de 2005, a los 77 años,[4] en el Castillo de Fischbach, en los alrededores de Luxemburgo, donde se había instalado con su marido desde su abdicación.

Presidido por el arzobispo de Luxemburgo, monseñor Fernand Franck, su funeral tuvo lugar en la Catedral de Nuestra Señora (Luxemburgo) y reunió a numerosas casas reales: como los reyes Alberto II, Paola, Felipe I y Matilde de Bélgica; la princesa heredera Isabel de Bélgica; la reina Beatriz de los Países Bajos, la reina Sofía de España, la reina Margarita II de Dinamarca, el rey Carlos XVI Gustavo y la reina Silvia de Suecia, la reina Sonia de Noruega, el príncipe Alberto II de Mónaco, el Duque de York, el príncipe Alois y la princesa Sofía de Liechtenstein, Príncipe Fumihito y Princesa Kiko de Japón, Príncipe Hassan bin Talal y la princesa Sarvath al-Hassan de Jordania, Príncipe Moulay Rachid de Marruecos, ex-Rey Constantino II de Grecia, etc. Según su última voluntad, tras la ceremonia su cuerpo fue incinerado. La urna que contiene sus cenizas fue depositada en la cripta de la familia gran ducal en la Catedral de Nuestra Señora (Luxemburgo).

Cinco meses después de su muerte, la familia granducal inauguró oficialmente la Sala de Conciertos Grande-Duchesse-Joséphine-Charlotte situada en la meseta de Kirchberg, en Luxemburgo.

(De 1964 a 2000).