Juan de San Miguel

Juan de San Miguel, conocido como Fray Juan de San Miguel fue un fray, misionero, apóstol franciscano y legislador quien se volverá meritorio para Michoacán al atribuírsele la fundación y ordenamiento de una serie de pueblos entre los que aparecen Uruapan, Tarecuato, Patamban y otros que lo consideran como su fundador.

Llegó a Nueva España por los años 1529 o 1530 según Beaumont. Lo único que se sabe antes de su venida a América es que profesó en Andalucía. Tampoco se sabe con certeza su llagada a Michoacán antiguo Estado Tarasco, peros se cree que fue en 1531.

Su entrada al Reino Tarasco lo hace en compañía de Fray Antonio de Lisboa, llegando al valle de Guayangareo descalzos y sudorosos donde posteriormente fundaría el Colegio de San Miguel de Guayangareo. Fray Antonio de San Miguel empezó su amistad con los indígenas a señas, solo y descalzo se fue a la sierra pidiendo limosna; los indígenas le daban tortillas y a veces abrigo en sus chozas a cambio de evangelizarlos.

Después del aprendizaje asimilación del idioma purépecha, se internó en los lugares que poco antes Nuño de Guzmán había dejado sumido en el espanto de sus crueldades; haciendo que los indios volvieran a sus pueblos y caseríos, de tal manera que atravesaba los montes buscando personas que evangelizar, era tanta su eficacia y suavidad que calmaba la ira de los indios y les convertía al cristianismo que al retirarse a su convento le salían a buscar balando por aquellas tierras.[1]

Sobre los datos que nos han conservado los cronistas, en el Juicio de Residencia que se siguió a don Vasco en 1536 y en el que se siguió al Virrey don Antonio de Mendoza diez años después. De los datos que nos proporcionan esos dos documentos confirmamos la edad de fray Juan que iba con el siglo, su residencia en Uruapan a principios de la década de los 30 y su residencia en San Miguel el Grande en la siguiente década, además de confirmarnos su particular habilidad para la fundación de los pueblos.