Kingu

En antiguos mitos de Mesopotamia, Kingu fue un espiritu (demonio: la palabra inglesa 'demonio', entendida como espíritu maligno, deriva de la palabra griega 'daimon' que significaba simplemente 'espíritu' ) que se convirtió en el segundo consorte de Tiamat, después de que muriera su primer consorte Apsu. Tiamat, convencida de que tenía que vengar la muerte de Apsu, entregó a Kingu las "tablillas del destino", estas detentaban el poder, y así lo convirtió en Príncipe de los dioses. No de todos, sino en jefe de los jefes que apoyaron a Tiamat en la contienda. En la batalla Tiamat, murió a manos de Marduk, y Kingu, por ser el cabecilla (había sido nombrado Príncipe) de la rebelión, fue condenado a morir y a que con su sangre se amasara la arcilla, base de la materia prima que originó a los hombres. En realidad la creación del hombre en este mito tenía por fin el servicio por parte de estos a los dioses (los hombres están al servicio de los dioses, y de aquellos depende la alimentación de estos mediante el sacrificio). Kingu es uno de los personajes del poema épico Enuma Elish, aunque su papel es secundario.

Véase también

Este artículo ha sido escrito por Wikipedia. El texto está disponible bajo la licencia Creative Commons - Atribución - CompartirIgual. Pueden aplicarse cláusulas adicionales a los archivos multimedia.