La Loma del Prado

La Loma del Prado es un yacimiento arqueológico de carácter urbano de época imperial romana, existente aproximadamente entre los siglos I y IV d. C. Está situado en el término municipal de Fuentes Claras (Teruel, Aragón, España).[1][2][3]

La Loma del Prado
Ciudad celtíbera y romana
Otros nombres: Leonica
La Loma del Prado ubicada en España
La Loma del Prado
La Loma del Prado
Localización de La Loma del Prado en España
Coordenadas 40°52′15″N 1°19′41″O
Entidad Ciudad celtíbera y romana
Idioma oficial Celtíbero, Latín
Superficie  
 • Total 9 ha
Habitantes Leonicenses, Romanos
Fundación Siglo I d. C.
Desaparición Siglo IV d. C.
Correspondencia actual Fuentes Claras
Bandera de Aragón Aragón, Bandera de España España
Altitud  
 • Media 909 m s. n. m.

Historia

La ciudad estuvo en tres emplazamientos sucesivos, siendo La Loma del Prado el último de ellos y mostrando una continuidad de hábitat de carácter urbano ininterrumpido en la comarca del siglo II a. C. al menos hasta el siglo IV d. C.[4] Fue fundada como un asentamiento celtíbero en proceso de romanización donde hoy se encuentra el yacimiento de la Caridad (Caminreal) y hacia finales del siglo II a. C. se trasladó al vecino Cerro de San Esteban (El Poyo del Cid). Fue en la segunda mitad del siglo I a. C. cuando sus habitantes refundarían la ciudad en La Loma del Prado a mediados del siglo I d. C., a orillas del río Jiloca y a 1,1 km de distancia del cerro mencionado.[5]

Se desconoce con seguridad el nombre de la ciudad. Cotejando diversas fuentes de la Antigüedad (Historia Natural, de Plinio el Viejo; la Geografía de Ptolomeo o el Anónimo de Rávena) podría tratarse de Leonica, nombre dado al ser habitada por los leonicenses, pueblo celtíbero que supuestamente habitaba la zona.[6]

Los materiales exhumados hasta la fecha permiten estimar que la ciudad tuvo su apogeo durante el Alto Imperio Romano, hacia el siglo II d. C. Posiblemente desapareció hacia el siglo IV d. C., pero se desconoce si fue de manera traumática o si se despobló a causa del gradual proceso de ruralización producido en todo el Imperio romano a partir del siglo III d. C.

La ciudad estaría ubicada dentro del trayecto de la antigua calzada romana que uniría las poblaciones de Saguntum (actual Sagunto) y Bilbilis (actual Calatayud). La calzada seguiría el margen izquierdo del curso del Jiloca a la altura de dicho yacimiento.

Descripción

El yacimiento ocupa una terraza sobre el margen izquierdo del Jiloca, en un punto equidistante de los dos emplazamientos que lo precedieron. Tiene unos ejes de 430 x 260 m, que arrojan una superficie total de nueve hectáreas.[1][4] No conserva ninguna estructura constructiva y los hallazgos obtenidos han sido en superficie.

Fue dado a conocer por Purificación Atrián Jordán[7] y empezó a ser estudiado en los años 70 por Francisco Burillo Mozota, dentro de sus trabajos de prospección arqueológica de los diversos asentamientos del territorio de la Celtiberia, dentro del cual se halla la Comarca del Jiloca.[8][9][10]

Sin embargo es un yacimiento escasamente conocido y trabajado al no haber sido excavado de manera sistemática, lo cual impide precisar su importancia real a pesar de habérsele calculado unos tres siglos de existencia. Tampoco fue señalizado ni preservado, lo cual lo ha dejado a merced del expolio de buscadores de piezas clandestinos durante años.[11] Actualmente no hay ninguna señal que lo ubique ni señale su existencia.

Restos conservados

Entre los restos materiales exhumados destacan un sillar de arenisca, descubierto por Purificación Atrián y en cuyo frente tiene grabado una cabeza de toro con hojas de acanto, conservado en el Museo de Teruel.

Más adelante, en 1978 Francisco Burillo dio a conocer el hallazgo de una tésera de hospitalidad, de bronce con forma de delfín, que en una de sus caras lleva la inscripción Quom·Metelli-neis·tessera, grabada en punteado y que menciona uno de los personajes del pacto de hospitalidad realizado. Dicha pieza se halla en manos de una colección particular.[8][12][13]

También se hallaron otros restos como tégulas, sillares y objetos diversos.[14]

Referencias

  1. «Fuentes Claras». Xilocapedia.
  2. «La Loma del Prado, la desconocida urbe romana de Fuentes Claras». Diario de Teruel. 22 de febrero de 2021.
  3. «La ciudad romana de Fuentes Claras». El Periódico de Aragón. 21 de marzo de 2021.
  4. Caballero Casado, Carlos (1996). «La Loma (Fuentes Claras)». Asentamientos urbanos en la Celtiberia Citerior en la República y el Alto Imperio: la ciudad como elemento de romanización (Universidad Complutense): 135.
  5. Caballero Casado, Carlos (1996). «2.3. Estrategias socioeconómica. Concesión de estatutos privilegiados». Asentamientos urbanos en la Celtiberia Citerior en la República y el Alto Imperio: la ciudad como elemento de romanización (Universidad Complutense): 341.
  6. Plinio el Viejo (Siglo I). Historia Natural. Libro III: 24.
  7. Atrián Jordán, Purificación; Escriche Jaime, Carmen; Vicente Redón, Jaime; Herce San Miguel, Ana Isabel (1980). Carta arqueológica de España: Teruel (Instituto de Estudios Turolenses): 159.
  8. Burillo Mozota, Francisco (1978). «Una nueva Tessera de hospitalidad hallada en Fuentes Claras (Teruel)». Boletín Informativo de la Diputación Provincial de Teruel, 52: 12-16.
  9. Burillo Mozota, Francisco (1981). «Poblado de San Esteban (el Poyo del Cid, Teruel)». Noticiario Arqueológico Hispánico: 187-290.
  10. Burillo Mozota, Francisco (1991). Inventario arqueológico. Calamocha (Diputación General de Aragón).
  11. Caballero Casado, Carlos Javier (2007). «La Loma (Fuentes Claras, Teruel). Un ensayo de gestión privada de una excavación arqueológica». Gestión y desarrollo: V Simposio sobre Celtíberos: 223-228.
  12. Francisco Beltrán Lloris (1992). «La escritura en la frontera. Inscripciones y cultura epigráfica en el valle medio del Ebro». Actas del Coloquio sobre Roma y el nacimiento de la cultura epigráfica en occidente (Zaragoza). 4 a 6 de noviembre de 1992: 179.
  13. Borja Díaz Ariño (2008). «La Loma del Prado, Fuentes Claras (Teruel), "oppidum ignotum"». Epigrafía latina republicana de Hispania (ELRH): 184-185.
  14. «Fuentes Claras». Gran Enciclopedia Aragonesa.

Bibliografía

  • Atrián Jordán, Purificación; Escriche Jaime, Carmen; Vicente Redón, Jaime; Herce San Miguel, Ana Isabel (1980). Carta arqueológica de España: Teruel (Instituto de Estudios Turolenses). p. 159. ISBN 978-84-00-04689-7.
  • Beltrán Lloris, Francisco (1992). «La escritura en la frontera. Inscripciones y cultura epigráfica en el valle medio del Ebro». Actas del Coloquio sobre Roma y el nacimiento de la cultura epigráfica en occidente (Zaragoza). 4 a 6 de noviembre de 1992 (Institución Fernando el Católico). p. 179. ISBN 84-7820-256-0.
  • Burillo Mozota, Francisco (1978). Una nueva Tessera de hospitalidad hallada en Fuentes Claras (Teruel) (52). Boletín Informativo de la Diputación Provincial de Teruel. p. 12-16. ISSN 2482-9870.
  • Burillo Mozota, Francisco (1981). Poblado de San Esteban (el Poyo del Cid, Teruel) (12). Noticiario Arqueológico Hispánico. p. 187-290. ISSN 0211-1748.
  • Burillo Mozota, Francisco (1991). Inventario arqueológico: Calamocha. Diputación General de Aragón. ISBN 9788477531890.
  • Caballero Casado, Carlos Javier (2003). Asentamientos urbanos en la Celtiberia Citerior en la República y el Alto Imperio: la ciudad como elemento de romanización. Universidad Complutense. ISBN 84-669-1041-7.
  • Caballero Casado, Carlos Javier (2007). «La Loma (Fuentes Claras, Teruel). Un ensayo de gestión privada de una excavación arqueológica». Gestión y desarrollo: V Simposio sobre Celtíberos (Estudios Celtibéricos de Segeda). p. 223-228. ISBN 978-84-611-9104-8.
  • Díaz Ariño, Borja (2008). «La Loma del Prado, Fuentes Claras (Teruel), oppidum ignotum». Epigrafía latina republicana de Hispania (ELRH). p. 184-185. ISBN 978-84-475-3277-3.
  • Esteban Abad, Rafael (1959). Estudio histórico-político sobre la ciudad y comunidad de Daroca. Talleres Gráficos la Editorial. p. 20.
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