La Quintrala, doña Catalina de los Ríos y Lisperguer

La Quintrala, doña Catalina de los Ríos y Lisperguer es una película en blanco y negro de Argentina dirigida por Hugo del Carril sobre el guion de Eduardo Borrás que se estrenó el 26 de mayo de 1955 y que tuvo como protagonistas a Antonio Vilar, Ana María Lynch, Francisco de Paula y Milagros de la Vega. Colaboraron Jorge Inostroza en la asesoría histórica y Gustavo Franceschi en la asesoría religiosa. El filme fue galardonado con el Premio Cóndor de Plata a la mejor película.[1]

La Quintrala, Catalina de los Ríos y Lisperguer

Ana María Lynch como La Quintrala
Ficha técnica
Dirección
Ayudante de dirección Carmelo Lobótrico
Producción Hugo del Carril
Guion Eduardo Borrás
Música Tito Ribero
Maquillaje César de Combi
Fotografía Pablo Tabernero
Montaje Vicente Castagno
Escenografía Gori Muñoz
Vestuario Jorge de las Longas
Protagonistas Antonio Vilar
Ana María Lynch
Francisco de Paula
Milagros de la Vega
Ver todos los créditos (IMDb)
Datos y cifras
País Argentina
Año 1955
Género Histórica
Drama
Duración 99 minutos
Clasificación IM14
Idioma(s) Español
Compañías
Productora Hugo del Carril
Ficha en IMDb
Ficha en FilmAffinity

En el filme aparecen Félix y Fulvio Galimi, dos destacados esgrimistas argentinos.

Sinopsis

Ambientada en el siglo XVII en Chile narra la historia de una dama de alta sociedad (Catalina de los Ríos y Lisperguer, llamada la Quintrala) despiadada y sanguinaria que quiere conquistar a un sacerdote.

Pérdida y recuperación del filme

Luego de años en que no se exhibiera por haberse perdido las copias, en 2002 la Asociación de Apoyo al Patrimonio Audiovisual recuperó negativos con los cuales se generó una copia nueva que se exhibió en julio y agosto de ese año en el MALBA.[2]

Reparto

Comentarios

Gustavo Cabrera en Hugo del Carril, un hombre de nuestro cine, opinó:

”Un rara avis de nuestro cine, un verdadero trabajo de orfebrería cinematográfica, estremecedora hasta lo impredecible, agobiante hasta la asfixia, en el retrato físico y cruel, de un pasado virreinal, escabroso, nocturno, sórdido y amenazante.”[1]

Manrupe y Portela escriben:

”Sorprendente y ambicioso acercamiento a un argumento fuera de lo común. En muchos pasajes, lo visual tiene preponderancia conmovedora. En otros, lo sombrío de los personajes y la época, llegan a un barroquismo inusual. Una obra subvalorada de su director, muy poco vista en la actualidad.”[1]

Por su parte Abel Posadas en la revista Crear de mayo de 1982 dijo:

”La película resulta excesivamente cerebral, pero no por eso menos fascinante. El sexo, el misticismo y la muerte, vertidos en la pantalla de otra manera, hubieran hecho de La Quintrala un simple y convencional melodrama.”[1]

Notas
  1. Manrupe, 2001, p. 493.
  2. Manrupe, Raúl; Portela, María Alejandra (2003). Un diccionario de films argentinos II 1996-2002. Buenos Aires: Editorial Corregidor. p. 275. ISBN 950-05-1525-3.

Referencias
  • Manrupe, Raúl; Portela, María Alejandra (2001). Un diccionario de films argentinos (1930-1995). Buenos Aires: Editorial Corregidor. p. 493. ISBN 950-05-0896-6.

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