La ley de Herodes

La ley de Herodes es una película mexicana de 1999 dirigida por Luis Estrada. Se trata de una comedia satírica sobre la corrupción política en México, específicamente durante los mandatos encabezados por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el país. Es protagonizada por Damián Alcázar, Pedro Armendáriz Jr., Isela Vega y Salvador Sánchez.

La ley de Herodes
Ficha técnica
Dirección
Ayudante de dirección Martín Torres
Producción Luis Estrada
Guion Luis Estrada
Jaime Sampietro
Fernando León
Vicente Leñero
Música Santiago Ojeda
Maquillaje Alfredo Mora
Felipe Salazar
Fotografía Norman Christianson
Montaje Luis Estrada
Vestuario María Estela Fernández
Protagonistas Damián Alcázar
Pedro Armendáriz Jr.
Isela Vega
Ernesto Gómez Cruz
Evangelina Sosa
Ver todos los créditos (IMDb)
Datos y cifras
País México
Año 1999
Estreno 14 de noviembre de 1999
(Festival de cine de Acapulco)
21 de enero de 2000
(Sundance)
18 de febrero de 2000
(México)
Género Humor negro
Comedia satírica
Duración 122 min
Clasificación Bandera de México C
Idioma(s) Español
Compañías
Productora Bandidos Films
Distribución Bandidos Films
Videomax
Películas de Luis Estrada
Ámbar
(1944)
La ley de Herodes
Ariel a la mejor película
La ley de Herodes
Ficha en IMDb
Ficha en FilmAffinity

La película está ambientada en 1949, año en que gobernaba el presidente Miguel Alemán Valdés; sin embargo, debido a que fue filmada y estrenada durante la última década en que gobernó el PRI, antes de su primera derrota en elecciones nacionales, la trama se aludió más a una crítica hacia los sexenios de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo.[1]

El largometraje ganó once premios Ariel, entre ellos, a mejor película, mejor dirección, mejor actor (para Alcázar) y mejor actor de reparto (para Armendáriz Jr.). La ley de Herodes es la primera película de la tetralogía, no oficial, que dirige Luis Estrada con intención de crítica al gobierno mexicano, sucedida por Un mundo maravilloso, El infierno, La dictadura perfecta y ¡Que viva México!.

Argumento

En el año 1949, la primera escena muestra a los habitantes de la localidad ficticia de San Pedro de los Saguaros persiguiendo y decapitando de un machetazo al presidente municipal cuando trataba de huir del lugar con el dinero de los presupuestos del pueblo. Los habitantes del pueblo, en su gran mayoría indígenas, se habían rebelado debido a los abusos del alcalde.

El asesinato del alcalde resulta en un escándalo político que afectaría, en primera instancia, la imagen y la carrera de Sánchez, el gobernador del Estado (la película nunca menciona de qué Estado se trata). El gobernador Sánchez (Ernesto Gómez Cruz), que pretendía ser el candidato de su partido (se revela que es el PRI) a la presidencia de la República en las elecciones federales de 1952 y, por ende, ser el sucesor del presidente Miguel Alemán Valdés, ve en la decapitación del alcalde una mancha que podría afectar su imagen de "gobernabilidad y buen control" de los asuntos públicos, desplazándolo de la carrera presidencial en favor de su rival, el secretario de gobernación Adolfo Ruiz Cortines (quien en la vida real sería el presidente de la República en el sexenio siguiente). Por tal motivo, el gobernador Sánchez encomienda a su mano derecha, el ambicioso y corrupto secretario de gobierno López (Pedro Armendáriz Jr.), que encuentre lo antes posible a un sucesor del alcalde linchado para evitar que el escándalo cause más daño.

El licenciado López pretende ser el sucesor de su jefe como gobernador del Estado, y ordena a su asesor de confianza, el licenciado Ramírez (Juan Carlos Colombo) que encuentre dentro de los militantes del PRI a algún sujeto que pueda ser designado como alcalde interino de San Pedro de los Saguaros. Ramírez decide entonces recomendar la designación de un viejo conocido suyo, Juan Vargas (Damián Alcázar) a quien considera lo bastante torpe y manipulable para no "causar problemas". Ramírez busca entonces a Juan Vargas -un mediocre y timorato miembro del PRI- y lo encuentra como simple encargado de un basurero. De inmediato Ramírez lleva a Vargas al despacho del gobernador López y éste, convencido de la mediocridad de Vargas, le encarga el rol de alcalde interino de San Pedro de los Saguaros.

Al principio, cuando Vargas llega a San Pedro, es recibido por el secretario edil, Carlos Pek (Salvador Sánchez), quien le lleva a la sede municipal. Vargas intenta hacer su trabajo de forma honrada y se encomienda de la mejor manera a traer el "progreso y la justicia social"; no obstante, pronto Vargas nota que los obstáculos son inmensos: la mayoría de los habitantes no hablan español, sino lenguas indígenas que Vargas ignora, y, además, los robos de los alcaldes anteriores (varios de ellos asesinados de diferentes maneras), más la falta de apoyo financiero del gobierno del Estado, han provocado que el pueblo no tenga prácticamente nada, ni escuela, hospital, drenaje, agua potable o luz eléctrica, y naturalmente tampoco tienen fondos. Vargas entiende que debe arreglárselas solo, además de afrontar la oposición tanto del único médico del pueblo, Uriel Morales, (Eduardo López Rojas) un insoportable candidato a la alcaldía del Partido Acción Nacional, como de Doña Lupe (Isela Vega), la tosca dueña del burdel, que no duda en aplicar su propia ley incluso con el propio alcalde o con el doctor Morales.

A instancias de su esposa, Gloria (Leticia Huijara), el alcalde Vargas viaja a la capital del Estado para solicitar dinero al secretario de gobierno López, quien le recomendó para el puesto de alcalde. López rechaza el pedido, pues la mayoría de los fondos públicos del Estado se gastarán en las elecciones de ese año; No obstante, López entrega a Vargas una copia de la Constitución de México y un revólver, como «la ley y el orden», diciéndole que la única ley es la ley de Herodes: «O te chingas o te jodes».

En su camino de regreso, el automóvil de Vargas se descompone en la carretera; allí encuentra accidentalmente a Robert Smith (Alex Cox), un estadounidense caucásico que acepta ayudarle; Smith mira debajo del capó, conecta fácilmente un cable y luego pide a Vargas cientos de dólares como pago. Vargas responde que él es alcalde de San Pedro y "es bueno para el dinero", y luego se ríe mientras se aleja. De regreso al pueblo, un soborno de doña Lupe encamina a Vargas hacia la corrupción política.

Cuando Vargas se ha convertido así en el ejecutivo, el legislativo y el poder judicial de la aldea, todo en una sola persona, pronto se vuelve corrupto: primero, acepta los sobornos de doña Lupe (que se extiende a hacer visitas gratuitas a las meretrices del burdel); luego, pasa a extorsionar al dueño de la tienda local y después a todos los aldeanos, multándoles incluso por las infracciones más pequeñas. Al ser interrogado por los vecinos, Vargas declara que está financiando un nuevo proyecto para llevar electricidad al pueblo con la ayuda de un ingeniero estadounidense (es en realidad Robert Smith, quien llega a San Pedro queriendo su dinero), una farsa que es obvia cuando solo se levanta un poste de luz; aun así, los aldeanos no se dan cuenta de esto, excepto el médico Morales.

Vargas se vuelve cada vez más corrupto, y, cuando el nuevo guardaespaldas de doña Lupe lo golpea severamente después de que ella se resiste a su autoritarismo, los mata a ambos en represalia y toma todo lo de valor de doña Lupe. Tras cometer el crimen, acusa de las muertes a Filemón, el borracho local, y de camino a entregarlo a las autoridades estatales asesina a Filemón en medio de la vía, ya que sabía lo que el alcalde había hecho. Cuando Vargas regresa a su casa, descubre que Gloria (enterada de sus visitas al burdel) tiene como amante a Smith, pero éste logra huir semidesnudo mientras Vargas golpea y encadena a su esposa. Mientras tanto, Vargas levanta falsas acusaciones contra el médico Morales, asignándole el papel de autor intelectual en el asesinato de doña Lupe; sin embargo, también se revela que Morales ha estado abusando sexualmente de su sirvienta adolescente, y Vargas usa esto para chantajearlo: Morales debe abandonar el pueblo o enfrentarse a la cárcel.

Habiéndose librado de sus enemigos, Vargas se obsesiona con el poder hasta el punto que todo el pueblo lo desprecia, cobrando impuestos absurdos por todo, encarcelando a los que se niegan a pagar, confiscando sus posesiones (incluidos los animales) y reescribiendo varias leyes a su capricho. Es en medio de esto que el secretario López y su secuaz, Tiburón (Jorge Zárate), llegan a San Pedro, ambos fugitivos luego de que los hombres de López intentaran disparar contra su rival por la gobernación del estado, quien resultó ser sobrino del presidente Alemán.

López y Vargas se encuentran en la sede municipal, y allí López conoce que el pueblo tenía riquezas después de todo, ante ello López exige que le entreguen todo el dinero que Vargas ha extorsionado a los aldeanos, recordando al novato alcalde la fuerte influencia de López ante el PRI. Ante la presión, Vargas vuelve a su casa para buscar los fondos, pero allí descubre que Gloria ha huido con Smith llevándose todo el dinero. Espantado y furioso, Vargas resuelve asesinar tanto a López como a Tiburón y los embosca a ambos esa misma noche. No obstante, de repente Vargas nota una muchedumbre de aldeanos corriendo hacia él, llevando antorchas, y amenazando con matarlo. Aterrado, Vargas apenas puede trepar al único poste que levantó para esquivar a la masa, pero se salva in extremis cuando llegan varios coches de policía tras la pista de López, disolviendo a la muchedumbre y rescatando a Vargas, a quien los policías revelan que en realidad López tenía orden de arresto.

Al final de la película Vargas aparece en elegante traje dando un discurso sobre la democracia y el progreso en el Congreso de la Unión, infiriendo que ganó un escaño como "recompensa" por matar a López. Como epílogo, se muestra que Vargas, en represalia personal envió a Ramírez al mismo vertedero donde él estuvo y a un nuevo alcalde interino que llega a San Pedro de los Saguaros, y es recibido por Carlos Pek, exactamente de la misma manera que lo hizo Vargas al principio.

Impacto social

La película no fue bien vista por las autoridades encargadas de la difusión cinematográfica en México, pues, cuando hubo de ser sometida al filtro de la censura, aún se vivía bajo el mandato del PRI y se avecinaba un año electoral, el año 2000; sin embargo, la fuerte presión ejercida por el público —ansioso de ver una película de contenido político sin censura— y por varios medios impresos que se atrevieron a denunciar el bloqueo del cual era objeto logró que fuera finalmente exhibida en plena época de campañas electorales.

Puede considerarse como una de las grandes películas mexicanas de los últimos cuarenta años, no solamente por su calidad, humor irónico y mordaz, sino también por haber influido en muchos votantes para destronar del poder al partido hegemónico al cual retrata de cuerpo entero, con todos sus vicios, defectos y contradicciones. Lo que llama poderosamente la atención es la capacidad de síntesis de la que hace gala, pues refleja fielmente el estilo de «priista» de gobernar, las relaciones internas de poder en el partido, sus reglas para llevar a cabo la sucesión de los gobernantes, su forma de relacionarse con la Iglesia, con la oposición y con los Estados Unidos, y de cómo mediante el autoritarismo y la corrupción, el PRI, el gobierno, el Estado y sus instituciones, llegaron a convertirse en una y la misma cosa. Todo con la finalidad de consolidarse no solo en la cumbre del sistema político mexicano, sino de constituirlo en exclusiva.

Existe el libro La ley de Herodes y otros cuentos, de Jorge Ibargüengoitia, escrito en 1967, que si bien refleja muchas realidades culturales de lo mexicano, no guarda ninguna relación con la película ni el guion de esta, a pesar de la creencia que muchos tienen de que sí fue basada en esta obra.

Frases relevantes del filme

  1. «¿Por qué no quieren que la veas?»: Frase de los comerciales de la película para llamar la atención del público sobre el intento de censura, de hecho el filme, a pesar del intento de veto en México, se logró estrenar.
  2. «¡El que no transa no avanza!»: Refrán que sirve para justificar a todo funcionario público que lucra indebidamente con su cargo público, alegando que solo así prosperará notablemente.
  3. «¡Este país no tiene solución!»: Frase usada para quejarse por no ver un progreso significativo en un país y por sí ver los mismos problemas sociales, políticos y económicos.
  4. «¡Ahora sí me saliste más cabrón que bonito!»: Frase utilizada para referirse a alguien que resultó más astuto de lo que se esperaba.
  5. «¡Te tocó la ley de Herodes: o te chingas o te jodes!»: Refrán que se refiere a que debes hacer algo que no quieres, pero te obligan a hacerlo, y lo debes hacer por tu propio bien.
  6. «¡Están pobres porque quieren, cabrones!»: Frase para decirle a los ciudadanos que sufren carencia y falta de prosperidad por sus actitudes, y no por culpa del gobierno como ellos alegan.
  7. «¡Ah, qué mi licenciado, igual que los demás: namás llegandito y ya quiere su mordida!»: Expresión referida al soborno que exigen varios funcionarios recién iniciando su cargo para permitir actividades ilegales.
  8. «Si en este país hubiera democracia, el presidente usaría sotana»: Sirve para recalcar la influencia del catolicismo en México.
  9. «Para tus impuestos no tienes, pero que tal para esto, ¿eh?»: Comentario que se refiere a los ciudadanos evasores de impuestos que derrochan su dinero en otras cosas.
  10. «¡La dictadura perfecta!»: Frase que se refiere a que el sistema de gobierno de un solo partido político que gana todas las elecciones presidenciales; fue llamado así por Mario Vargas Llosa, escritor peruano. En realidad, esta frase fue acuñada por Vargas Llosa nueve años antes de la exhibición de la película La Ley de Herodes. La última película de Estrada, estrenada en 2014, se titula con este nombre: La dictadura perfecta.

Una de las partes más controvertidas de la película es la charla durante la cena de Vargas con el doctor Morales y las personas más importantes de San Pedro de los Saguaros, donde los personajes comentan brevemente sobre temas políticos que en México fueron tabú social cuando se estrenó la película: la eficacia de la Expropiación petrolera de Lázaro Cárdenas, el unipartidismo mexicano, y los resultados reales de la Revolución mexicana.

Elenco

Escenas inéditas

  1. Vargas carga al cadáver que recibió el primer día de funciones fuera del palacio municipal hacia su coche y lo transporta a la localidad rural de Las Margaritas. La escena fue suprimida por alterar la historia del filme y el cadáver fue enterrado en San Pedro de Los Saguaros.
  2. Vargas coge un lechón del corral antes de llevárselo al secretario de Gobierno como obsequio.
  3. Vargas pregunta a su secretario municipal cómo interpretar una fracción de un artículo que no comprende al leer su compendio de leyes; su secretario le aconseja que lo haga como lo entienda, pero siempre procediendo con justicia. También le aclara que esas leyes las redactan quienes no conocen los problemas reales de la sociedad.
  4. Después de disparar accidentalmente a doña Lupe en la pierna, Vargas huye, se esconde brevemente espantado detrás de un enorme cactus, después huye de nuevo.
  5. Antes de organizarse la cena donde Vargas invitaría a las personas más importantes de San Pedro, él irrumpe en la choza de un humilde habitante y le arrebata un pavo. La escena fue suprimida por alterar la historia.
  6. Vargas ordena la tala de una palmera que después se usaría para hacer el poste de luz que mandaría levantar en el pueblo.
  7. Vargas contempla el poste erguido como su primera gran obra municipal durante el crepúsculo.
  8. Vargas sale del Palacio Municipal con Filemón aprehendido para subirlo a su coche y enviarlo a la cárcel, mientras sucede esto habla con su secretario.
  9. Ramírez confiesa durante un interrogatorio policiaco, después del atentado contra el licenciado Terrazas. La escena fue suprimida por alterar el curso de la historia.
  10. Vargas cobra sus absurdos impuestos a unos humildes habitantes, y les arrebata su única gallina por no tener manera de pagarle.

Canciones

Canciones incluidas en la banda sonora:

TítuloCompositorIntérprete
Que me lleve la tristezaMarcial AlejandroSalvador Negro Ojeda
La barca de orodominio públicoSalvador Negro Ojeda
La cama de piedraCuco SánchezSalvador Negro Ojeda

Premios

  • La película fue nominada a 14 arieles, pero ganó:
  1. Mejor actor
  2. Mejor actor de cuadro
  3. Mejor disfraz
  4. Mejor peinado
  5. Mejor director
  6. Mejor maquillaje
  7. Mejor escenografía
  8. Mejor guion original
  9. Mejor coactuación masculina
  10. Mejor coactuación femenina
  11. El Ariel Dorado
  • Los arieles de plata que no ganó:
  1. Mejor coactuación masculina para Salvador Sánchez.
  2. Mejor actor de cuadro para Martín Camacho.
  3. Mejor director para Luis Estrada.
  4. Mejor música compuesta para cine para Santiago Ojeda.

Más información en: Resultados de la XLII Entrega del Ariel, del año 2000.

  • En el Festival de Filmes de La Habana del año 2000, ganó cuatro premios que le fueron otorgados a Luis Estrada:
  1. Premio de la Universidad de la Habana.
  2. Mejor edición de filme
  3. Premio CARACOL.
  4. Premio Martin Luther King Memorial Center.
  • En el Festival Internacional de Cine Ajijic del año 2000, ganó el premio Los Charales por el mejor filme del estudio otorgado a Luis Estrada.
  • En el Festival Internacional de Cine de Valladolid del año 2000, ganó dos premios:
  1. Mejor actor para Damián Alcázar.
  2. Mejor fotografía para Norman Christianson
Sin embargo, fue nominado para el premio Espiga de Oro, que se le hubiera otorgado a Luis Estrada, sin lograr ganarlo.
  • En el 2004, la Sociedad de Filmes Políticos de los Estados Unidos le nominó al premio PFS, sin lograr ganarlo.
  • En el festival MTV Movie Award del año 2001, fue nominado al premio MTV North Feed - Favorite Film, que se le hubiera otorgado a Luis Estrada.
  • En el Festival de Cine de Cartagena del año 2001, fue nominado al premio Golden India Catalina como mejor película, que se le hubiera otorgado a Luis Estrada, sin lograr ganarlo.

Comentarios

Este filme ocupa el lugar 51 dentro de la lista de las Las 100 mejores películas mexicanas, según la opinión de 27 críticos y especialistas del cine en México, publicada por el portal Sector Cine en junio de 2020.[2]

Referencias

  1. «"La Ley de Herodes"». Misión Política. 21 de julio,2015. Archivado desde el original el 12 de agosto de 2017. Consultado el 7 de agosto,2017.
  2. Sector Cine (9 de junio de 2020). «Las 100 mejores películas mexicanas de la historia». Archivado desde el original el 20 de julio de 2020. Consultado el 5 de julio de 2020.

Enlaces externos

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