La viuda negra (película)

La viuda negra es una película mexicana dirigida por Arturo Ripstein, basada en la obra teatral Debiera haber obispas de Rafael Solana. Fue filmada en 1977 pero, debido a la censura, no fue estrenada hasta el 18 de agosto de 1983. Esta película es protagonizada por Isela Vega y Mario Almada.

La viuda negra
Título La viuda negra
Ficha técnica
Dirección
Producción Francisco del Villar
Guion Rafael Solana
Francisco del Villar
Vicente Armendáriz
Música Luis Arcaraz
Miguel Pous
Fotografía Jorge Stahl Jr.
Montaje Rafael Ceballos
Protagonistas Isela Vega
Mario Almada
Sergio Jiménez
Hilda Aguirre
Ver todos los créditos (IMDb)
Datos y cifras
País México
Año 1977
Género Drama
Duración 78 minutos
Idioma(s) Español
Compañías
Productora Instituto Mexicano de Cinematografía
Ficha en IMDb
Ficha en FilmAffinity

Argumento

En un pequeño pueblo de México se viven las intrigas y los secretos: Matea (Isela Vega) es una huérfana que asiste al cura, el Padre Feliciano (Mario Almada), en su parroquia. El médico del pueblo intenta seducirla pero fracasa y procede a difamarla esparciendo el rumor de que Matea mantiene relaciones con el cura. El pueblo le cree y exige al cura que la despida; él se niega y se encierra con Matea. Durante el encierro viven un apasionado amor, aunque la fatalidad llega y el cura muere ante la indiferencia del médico y del pueblo. Matea se convierte en una especie de sacerdotisa a la que conocen como la “viuda negra”.[1]

Reparto

Premios y reconocimientos

Premio Ariel (1984)

CategoríaPersonaResultado
Mejor DirectorArturo RipsteinNominado
Mejor ActrizIsela VegaGanadora
Mejor ActorMario AlmadaNominado
Mejor Guion CinematográficoVicente Armendáriz
Ramón Obón
Francisco del Villar
Nominados
Mejor EdiciónRafael CeballosNominado
Mejor AmbientaciónCarlos GrandjeanNominada

Comentarios

El sexenio del presidente Jose López Portillo, sin duda, será recordado como uno de los más vergonzosos en la historia del cine mexicano, ya que no se conformó con desmembrar la estatalización del cine llevada a cabo apenas tres años atrás. Diversos recursos se utilizaron para ejercer la censura, siendo el caso más sonado el de La viuda negra, de Arturo Ripstein (1977), cinta que narra los amoríos de un cura con su ama de llaves. Basada en la obra teatral Debiera haber obispas, del dramaturgo Rafael Solana, se la consideró poco apta, por lo que la decisión fue simple: vetarla.

En una entrevista con la entonces titular de la naciente Dirección de Radio, Televisión y Cinematografía, Margarita López Portillo, ella declaró lo siguiente: «Es una película bien hecha, muy buena, pero tiene tal cantidad de ...para el pueblo, por su agresividad, creo que sería éste el primero en rechazarla. No es una película que yo contenga, es una que no creo que el pueblo esté capacitado para verla, por la cantidad de agresión que tiene el filme. Si en el próximo sexenio la quieren enseñar, que la enseñen, yo por mi parte prefiero guardarla» (dixit). No fe estrenada hasta 1983, tras infligirle un par de cortes.[2]

Referencias

Enlaces externos

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