Leonor La Rosa

Leonor La Rosa Bustamante (Lima, 1960) es una exagente del Servicio de Inteligencia del Ejército peruano (SIE) que alegó haber sido detenida y torturada a fines de 1996 para que confesara que había filtrado a la prensa «información confidencial» durante el gobierno de Alberto Fujimori, sin embargo, se demostró que había mentido.[1] Vive asilada en Suecia.[2][3][4]

Leonor La Rosa
Información personal
Nombre de nacimiento Leonor La Rosa Bustamante
Nacimiento 1960
Lima (Perú)
Residencia Suecia
Nacionalidad Peruana
Información profesional
Ocupación Agente de inteligencia
Empleador Servicio de Inteligencia del Ejército peruano (SIE)

Biografía

Leonor La Rosa Bustamante nació en 1960. Su esposo, Jorge Cantera, fue miembro de la Dirección Nacional contra el terrorismo (Dincote). Se conocieron en 1991 en una operación conjunta entre el SIE y la DINCOTE, en la que capturaron al dirigente del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) Peter Cárdenas Schulte.[5] No formó parte del Grupo Colina y, a pesar de algunas afirmaciones, no fue decisiva para el descubrimiento de los cadáveres de los asesinados en la masacre de La Cantuta.[6]

Acusaciones de tortura

De marzo a noviembre de 1996, Leonor La Rosa trabajó infiltrada en el Hospital Militar de Lima. Aparentemente, desempeñaba la labor de relaciones públicas, pero su verdadera misión era «controlar posibles fugas de información a Chile y Ecuador a través de agregados militares de dichos países, que recibían atención médica en el hospital», según sus propias declaraciones.[5] A finales de 1996, La Rosa filtró información al diario La República sobre planes secretos denominados Bermudas, Narval y El Pino.[7]

El 17 de enero de 1997, Leonor La Rosa fue detenida. El 24 de febrero su esposo denunció su detención en un detallado informe donde no mencionó que La Rosa fuera torturada.[8] El 6 de abril de 1997, a través del programa Contrapunto se dio a conocer la denuncia de La Rosa donde alegaba haber sido detenida y torturada a fines de 1996 por otros miembros del Ejército Peruano para que confesara quién había filtrado a la prensa planes secretos para atentar contra políticos, un periodista, un abogado y un canal de televisión. La Defensoría del Pueblo del Perú señaló que los torturadores le quemaron las manos, las piernas y los brazos, sufriendo además una hemorragia nasal y otra vaginal. Entre los daños causados cabe destacar la lesión a la médula espinal, que la mantuvo postrada en una silla de ruedas.[9] Más adelante, Leonor La Rosa también acusó a miembros de dicha institución de ser los autores mediatos e inmediatos del asesinato de la agente Mariela Barreto Riofano.[10] Aunque en un principio La Rosa no afirmó haber sido violada, en el año 2002 hizo esta acusación.[8]

Investigaciones

El Congreso de la República creó una Subcomisión Permanente Contra el Abuso de Autoridad para que se investigue el caso de tortura de la exagente Leonor La Rosa.[11]

En el 2002, La Rosa regresó a Perú de su asilo en Suecia para recibir una indemnización de 100 mil dólares. El gobierno de Alejandro Toledo también ofreció reconocer una pensión y atención hospitalaria permanentes.[12]

Investigaciones posteriores demostraron que La Rosa había mentido. En el año 2003, los oficiales acusados salieron en libertad.[1] Según se supo, el día 19 de febrero de 1997, La Rosa llegó al Hospital Militar producto de una hemorragia vaginal producido por el estrés agudo tras haber sido detenida. Como la hemorragia no se detenía, tuvieron que realizarle un legrado uterino. Sin embargo, luego de la operación, ella dejó de respirar y tuvo un paro cardiorrespiratorio. Producto de la falta de oxígeno, el paro afectó su cerebro y con ello su movilidad.[8] Las supuestas señales de tortura en realidad eran marcas de las descargas eléctricas que se le aplicaron cuando sufrió el paro.[13]

Véase también

Referencias

  1. Uceda, R. Muerte en el Pentagonito. p. 399
  2. Montesino, Heber (19 de diciembre de 2010). «Leonor La Rosa: Dios me hará justicia y dejo todo en sus manos». RPP. Consultado el 25 de agosto de 2021.
  3. Potesta, Orazio (15 de junio de 2000). «La Inteligencia del Horror». Imediaperu.com. ISSN 1609-9567. Archivado desde el original el 4 de marzo de 2001. Consultado el 3 de abril de 2022.
  4. «Leonor y el Honor». Caretas (1603). 27 de enero de 2000. Archivado desde el original el 15 de diciembre de 2004. Consultado el 24 de enero de 2023.
  5. País, Ediciones El (31 de julio de 1997). «Reportaje | La espía que desenmascaró a Fujimori». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 8 de marzo de 2019.
  6. Uceda, R. Muerte en el Pentagonito. p. 399
  7. LR, Redacción (8 de diciembre de 2004). «Leonor La Rosa sí fue torturada». larepublica.pe. Consultado el 29 de diciembre de 2022.
  8. «agenciaperu.com | REPORTES | ¿Ha mentido Leonor La Rosa todo este tiempo?». web.archive.org. 27 de octubre de 2005. Consultado el 29 de diciembre de 2022.
  9. Defensoría del Pueblo del Perú (7 de mayo de 1998). «Informe Defensorial: El caso Leonor La Rosa». Lima, Perú.
  10. «Informe Nº 30/00 Caso 12.095 Mariela Barreto Riofano». www.cidh.oas.org. Consultado el 8 de marzo de 2019.
  11. Congreso de la República del Perú (1997). «Diario de debate de la 8va sesión del Congreso».
  12. «Ayer llegó después de cuatro años de asilo en Suecia Ex agente Leonor La Rosa». larepublica.pe. 17 de febrero de 2002. Archivado desde el original el 6 de abril de 2019. Consultado el 8 de marzo de 2019.
  13. «Informe policial acerca de las lesiones sufridas por la exagente del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) Leonor La Rosa | CDI». lum.cultura.pe. Consultado el 29 de diciembre de 2022.

Enlaces externos

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