Luis M. Ortiz Marrero

Luis M. Ortiz nació el 26 de setiembre de 1918 en localidad de Corozal, ubicada en el norte de Puerto Rico. A la edad de 10 años, se convirtió al cristianismo. Aprendió el mensaje de sus padres y tras escuchar, lo que para él fue, una poderosa predicación. En consecuencia, fue ordenado como ministro de las Asamblea de Dios a finales de los años 1930. Conoció a Rebecca Hernández Colón con quien se casó en 1943. Luis y Rebecca tuvieron dos hijas mujeres, Damaris y Priscila.[1]

Mientras el pastor Ortiz se instruía en la Universidad Pentecostal de Mizpa, la escuela teológica más antigua del pentecostalismo, su unión al Padre se intensificó. De inmediato, junto a su esposa, se marchó a República Dominicana para iniciar su ministerio.

Al cabo de un año, tras su labor misionera en el país insular, nación gobernada por el dictador Rafael Leónidas Trujillo, recibió el llamado divino con dirección a Cuba para concretar la expansión del movimiento evangélico en tierras caribeñas. En dicho país construyó veintitrés Iglesias y formó un cuerpo de obreros de más de treinta feligreses, quienes junto a él trabajaron.

En la Isla de Cuba, el reverendo Ortiz sentó las bases de la evangelización. Para ello, en el archipiélago recurrió a los medios de comunicación para difundir el cristianismo, llevando un programa radial llamado “Impacto Evangelístico”. Organizó un sinfín de campañas evangelísticas en carpas ambulantes, fundó un Instituto Bíblico y edificó sesenta templos en dieciséis años de misión evangelizadora. Ortiz retornó a Puerto Rico en 1960, nuevamente por mandato de Dios e intentó, sin éxito, convencer a los superiores de su congregación para iniciar una “obra mundial” a favor de Cristo. Sin embargo, estableció la Asociación Misionera y Evangelística Latinoamericana Inc., en la cuál desplegó una labor extensa. Además, fue en este trayecto que creó, en enero de 1961, la revista Impacto Evangelístico.[2]

Tras la falta de una Iglesia propia, economía y sin respaldo de ningún concilio, Ortiz estuvo tres años laborando.[2] El 13 de febrero de 1963 en Trujillo Alto, en el barrio de San Juan, fundó el Movimiento Misionero Mundial, su motivo para la creación surgió, acorde al movimiento, en "no acondicionar con otras ideologías de su país" cuando estuvo preso en Cuba.[3]​ Tanto Ortiz como su esposa, Rebecca, trabajaron como misioneros de Asambleas de Dios entre 1944 y 1960.[4]

Luis M. Ortiz Marrero tuvo una presencia activa dentro del Movimiento Misionero Mundial durante veinticinco años que lo presidió y dirigió, llegando a cuarenta y siete países.[5][6] Se destacó, también, en el mundo secular por su comunicación social. Periodista y poeta, con más de doscientas poesías escritas, locutor prolífico y multifacético.[7] Fue en la publicación oficial del Movimiento Misionero Mundial, encargada de difundir el trabajo evangelístico y misionero, donde su producción fue desarrollada y permitió que millones de personas sean salvadas por Cristo.[8]

Falleció el 25 de septiembre de 1996, en la víspera de su onomástico número setenta y ocho.