Maqueta arquitectónica

Una maqueta arquitectónica es una representación física a escala reducida de una edificación, proyecto urbano, o partes del mismo. La representación puede ser muy sencilla, de sólo volúmenes, hasta extremadamente detallada, similar a un diorama. El uso varía desde un modelo rápido, para referencia, exploración o análisis, hasta modelos muy acabados para la promoción o presentación de proyectos a clientes, o al público. Además de las maquetas arquitectónicas y urbanas, se elaboran también maquetas de territorios.

Maqueta de un edificio histórico. Palacio Thurn und Taxis en Fráncfort, Alemania.

Las maquetas arquitectónicas, como la mayoría de las representaciones de escala, se utilizan como una herramienta de comunicación. Una maqueta a escala, debería entregar un mensaje altamente eficaz. Los arquitectos hacen maquetas a escala durante el diseño para estudiar algún aspecto de la forma general o la relación entre edificios u otros aspectos. La maqueta a escala es un arte que requiere precisión y experiencia.

Escalas

La cantidad y precisión de los detalles que pueden realizarse dependen de la escala utilizada en la maqueta. Las escalas usadas más comúnmente son:

1:20 | 1:25 | 1:50 | 1:75 | 1:100 | 1:125 | 1:200 | 1:250 | 1:500 | 1:750 | 1:1000

Materiales

Los materiales que se utilizan para hacer las diferentes partes de la maqueta son muy variados, tales como: madera, corcho, cartón (cartón espuma, etc.), plástico, acrílico, espuma sintética, vidrio (bases), lija, esponja, plastilina, metal (chapa), etc.

Además existen empresas especializadas en fabricar elementos decorativos a escala para maquetas, como plantas, muebles, puertas, figuras humanas, vehículos, y muchos otros más.

Entre los materiales más utilizados en la creación de las maquetas destaca el papel batería, aunque puede ser sustituido por cartón, papel ilustración, etc.

Impresión 3D

La tecnología de impresión 3D, que permite obtener maquetas reales a partir de los datos de un modelo virtual en programas de diseño 3D; ha revolucionando el mundo del maquetismo, puesto que el modelo final puede obtenerse en horas en lugar de semanas. Las impresoras 3D utilizan una mezcla de aglomerante y compuestos para fabricar la maqueta (o las partes) directamente en color. Existen distintos sistemas de post-procesado (baño de cera, adhesivos, etc.) que permiten obtener distintos acabados (más duro, brillante, o rugoso).[1]

Relevancia arquitectónica

La confección de una maqueta es una herramienta principal de la arquitectura, pues en ella se plasman los diferentes conceptos de diseño, edificación y representación espacial en el terreno. La representación en tres dimensiones permite corregir en esta etapa del proyecto las desviaciones no detectadas en el plano, realizar cambios de espacios, y apreciar su impacto visual.[2]

El propósito de una maqueta arquitectónica es presentar algo que se ve en tres dimensiones. Esto puede ser un edificio propuesto para ser presentado a un cliente, departamento de planificación o comunidad, diseñador, con el fin de desarrollar y mejorar un diseño. Independientemente del propósito en el que se usan las maquetas arquitectónicas, el efecto es a menudo notable, llamando la atención.

Las maquetas de arquitectura presentan los detalles y el contexto, muy difíciles de apreciar en términos de visualizaciones virtuales y mucho más fáciles de entender por los beneficiarios del proyecto, que quieren ver las cosas en miniatura antes de invertir en el proyecto.


Referencias

2. Los beneficios de las maquetas de arquitectura

Enlaces externos

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