María Carolina de Austria (1825-1915)

Era hija del archiduque Carlos de Austria, duque de Teschen, y de su esposa, la princesa Enriqueta de Nassau-Weilburg.[3] Fue bautizada el día de su nacimiento, siendo su madrina la emperatriz Carolina Augusta.[4] La familia vivía en el castillo de Weilburg, cerca de Baden, en la Baja Austria, que su padre había construido. Cuando solo tenía cuatro años, su madre murió de escarlatina. Por lo tanto, fue criada por su padre y su hermanos mayores, María Teresa y Alberto. De niña, acompañó a su padre en varios viajes como por ejemplo en 1837 durante la prueba de funcionamiento del primer ferrocarril entre Floridsdorf y Wagram.

Desde 1844 hasta 1852 desempeñó el cargo de abadesa de la Institución de Damas Nobles del Castillo de Praga, un cargo de importancia dentro del reino de Bohemia que siempre desempeñaba una archiduquesa soltera.[5] Fue entronizada como abadesa el 20 de marzo de 1844.[6] Abandonó el cargo ante su próximo matrimonio.[6]

El 21 de febrero de 1852 contrajo nupcias con su primo hermano, el archiduque Rainiero, hijo del archiduque Raniero, virrey del reino lombardo-véneto, y de su esposa, la princesa Isabel de Saboya-Carignano.[7][8] Este matrimonio no tuvo descendencia.

El matrimonio contó con distintas residencias como el denominado palacio Raniero en Viena, la villa Raniero en Baden bei Wien[9] y la villa Quisiana en Abbazia, conocida estación de veraneo en la denominada Riviera austriaca en el margraviato de Istria, parte del Imperio austrohúngaro. Descrita como amable e informal, María Carolina era profundamente religiosa y sufría mucho por no tener hijos propios. Se hizo cargo de los miembros más jóvenes de la familia imperial, enseñándolos y criándolos con devoción y amor, comenzaron a llamarla "tía María Rainiero", ocupando una posición influyente.

Realizó obras de caridad. Actuó como protectora de numerosas instituciones sociales e infantiles. Fue una invitada recurrente en la corte imperial debido a su personalidad, siendo muy respetada. Obsequió a las parroquias casullas que ella misma había bordado. Con el pasar de las décadas, María Carolina y su esposo fueron considerados la pareja más popular de la familia imperial debido a sus frecuentes apariciones públicas, siendo muy queridos y populares entre la gente común. El matrimonio fue clave al sugerir un enlace entre su sobrinaMaría Cristina de Habsburgo-Lorena con el rey Alfonso XII de España, recién viudo de María de las Mercedes de Orleans, por lo que Crista siempre tendría un cariño especial por sus tíos y los visitaba cuando podía.

En 1912, el matrimonio cumplió 60 años de casados y la corte imperial lo celebró, incluyendo un banquete, festejos y celebraciones públicas, en lo que sería el último evento en el imperio antes del estallido de la Primera Guerra Mundial. María Carolina quedó viuda un año después, el 27 de enero de 1913.[7] Murió dos años después en su villa, en la localidad de Baden bei Wien, a la edad de 89 años, solo tres años antes del fin de la monarquía.[2] Fue la última nieta sobreviviente del emperador Leopoldo II.

• Institución de Damas Nobles del Castillo de Praga.
• Anexo:Abadesas de la Institución de Damas Nobles del Castillo de Praga.