Mario Vega

Mario Vega es un pastor salvadoreño perteneciente a la iglesia evangélica, líder de una de las iglesias más numerosas del mundo, y la más numerosa del continente americano. Misión Cristiana Elim, una iglesia con sede central en San Salvador, El Salvador, que cuenta con más de 100,000 asistentes, con iglesias en todo El Salvador y el mundo y más de 7,500 grupos celulares.

Mario Vega

Otros títulos Pastor, Productor de radio, Escritor
Información personal
Nombre Mario Vega
Nacimiento 1958
San Salvador, El Salvador
Estudios Lic. en Letras, Lic.en teología
Profesión Pastor, Presidente Alianza Evangélica (El Salvador) y Escritor
Hijos José Vega

Vega es reconocido en la sociedad salvadoreña, por ser columnista de uno de los principales periódicos de su país, escribe un artículo semanal. Fácilmente es el líder evangélico más influyente de El Salvador, siendo su ministerio reconocido ampliamente y entre los personajes evangélicos más destacados, ha sido autor de varios libros con temas cristianos y ha sido presidente de la Alianza Evangélica de El Salvador, entidad que representa la iglesia evangélica salvadoreña conformada por gran parte de ministerios evangélicos. Además, Mario Vega es parte del equipo de Joel Comiskey group, investigador de iglesias celulares.

No estudió teología, pero validó mediante examen los títulos de licenciatura y maestría en teología en la universidad Logos Christian College and Graduate School.

Se considera como persona de recurso para arrojar luz sobre ciertos temas sociales.[1][2] También participan en la lucha contra la pobreza mediante el establecimiento de programas concretos con la Iglesia; formación en empleo, educación ambiental, pruebas de VIH.[3] Mario Vega es un no-violento de convicción y denuncia las injusticias que sufre su país.

Mario vega es parte de la directiva del (C.G.I), y su ministerio es apoyado por diferentes denominaciones evangélicas, después de 43 años de ministerio es uno de los pastores hispanoamericanos más escuchados, habiendo predicado en cada uno de los 5 continentes a varios miles de personas. Además, Visión Mundial El Salvador nombró al pastor como “Embajador de la Niñez Salvadoreña”, reconociendo su trabajo para erradicar todos los tipos de violencia contra la niñez además recibió otro reconocimiento por su aporte en el tema niñez migrante. Además ha recibido el máximo galardón de la Universidad evangélica del Salvador el premio sol de justicia.

Biografía

Heridas en la niñez

Mario Vega nació en San Salvador, El Salvador, en 1958.[4] se instruyó en una respetuosa familia integrada muy católica y muy conservadora; fue el segundo hijo de la familia Vega. Desde kinder estudió en una institución educativa católica, en el Centro Escolar Walter Thilo Deininger. Su primera infancia fue de mucho sufrimiento puesto que a la edad de aproximadamente 4 años le fue detectada una grave infección en las amígdalas, por lo que necesitaba de grandes dosis de medicamentos; las fuertes dosis destruyeron muchos glóbulos rojos de su sangre; los médicos lo tenían en constante observación sabiendo que si los antibióticos eran demasiado débiles la amigdalitis continuaría, pero si eran demasiado fuertes, sufriría de anemia profunda.

Mario no podía practicar deportes a causa de su frágil salud y sus compañeros de escuela constantemente le molestaban por eso. El muchacho se dirigió a su padre diciendo: «¿Qué debo hacer?»; su padre no le dijo nada, sin embargo, al siguiente día le trajo un libro y le dijo «Esto te ayudará a superar tu aburrimiento». El libro titulado El Mundo Maravilloso de los Insectos le abrió todo un mundo nuevo a Mario, quien apenas podía esperar el tiempo de receso para poder leer su libro y mirar los insectos.

A su primer libro, le siguieron docenas más. Ninguno de sus amigos leía en esa época, pero Mario se mantenía buscando nuevas ideas y conceptos a través de la página impresa. Su padre alimentó su temprana pasión por la lectura, ya que trabajaba en una imprenta y tenía un contacto regular con libros y revistas.

El anhelo de Mario desde el punto de vista católico era llevar una vida impecable delante de Dios, sin embargo, siendo un niño siempre fallaba en los pecados más comunes en la infancia, por lo que tenía un sentimiento de culpabilidad muy profundo.

Posteriormente, a los 13 años Mario tomó la decisión de olvidarse de Dios; debido a que a su corta edad había llegado a la conclusión de que era imposible agradar a Dios, por lo que estaba destinado a condenarse en el infierno; esto de acuerdo a la creencia de la salvación por obras que enseña la iglesia católica. Después de ser un fiel asistente a misas, no volvió a visitar la iglesia católica hasta la muerte de su tía, dos años después.

Mario hablaba muy poco. Carlos, el encargado de producción televisa de Elim y compañero suyo en la escuela secundaria, recuerda a Mario dando una presentación acerca de la radioactividad. «Mario era listo, inteligente y curioso; comenzó una asociación de astronáutica que atrajo tres miembros, yo era uno de ellos».

En sus tiempos libres además de dedicar tiempo a la lectura, Mario se volvió muy aficionado de la música y le encantaba escribir cuentos e incluso poemas. Los ataques y críticas de sus compañeros de escuela continuaron despiadadamente; no sólo porque no practicaba deportes, sino también, por su imparable lectura. El carácter introvertido de Mario se desarrolló en esa época. Su tendencia era simplemente ignorar a sus amigos y sumergirse en la lectura. Cuanto más lo ignoraban, más se perdía Mario en el mundo de la lectura. Cuando llegó a tener catorce años de edad, estaba leyendo libros de Albert Einstein y de filosofía llegando a ser un estudiante sobresaliente.

Poco sabía Mario que Dios usaría todas las dudas y heridas de su niñez para moldearlo y formarlo en su papel de liderazgo actual.

Buscando respuesta

A la edad de quince años, el novio de su hermana menor de trece años llegó de visita a su casa; este hecho normal tuvo un gran impresión en Mario, debido a que en ese momento él se dio cuenta repentinamente de que carecía de vida social. Él no sabía lo que realmente estaba sucediendo en el mundo real de la gente. El hermano mayor de Mario era muy popular pero Mario no tenía amigos, una urgencia de saltar al mundo real invadió a Mario.

Uno de los muchachos de la vecindad donde Mario vivía era conocido como drogadicto y como buscapleitos; Mario buscó trabar una amistad con él y llegaron a ser amigos. Mario se dejó crecer el cabello hasta la altura de los hombros y descendió al mundo de las drogas y de las fiestas.

Sus padres no tenían idea de que Mario estaba consumiendo drogas, en parte debido a que era capaz de mantener buenas notas; pocos sabían que Mario estaba fumando marihuana continuamente. La madre de Mario le dijo que se cortara el cabello pero él rehusó hacerlo, puesto que su cabello era símbolo de rebelión, libertad y estatus social; aun en la escuela le pidieron que se lo cortará, pero fue capaz de evitar la vigilancia. Mario comenzó a asociarse con jóvenes que usaban drogas en la escuela secundaria ganando su amistad al conseguirles drogas, aunque él no obtenía ninguna ganancia.

Una noche sus amigos decidieron jugarle una broma. Le administraron cuatro veces la dosis normal de droga y perdió el conocimiento. Cuando volvió en sí, estaba acostado en el patio con la lluvia cayendo sobre su cara. «¿Por qué estoy aquí de espaldas mirando la lluvia?», balbuceó. Trató de levantarse pero no podía moverse, era como si estuviera atado a una camisa de fuerza. Se sintió morir. Cuando finalmente logró moverse, sus amigos se burlaron disfrutando de su cruel broma. Finalmente lo llevaron a su casa, mientras él se devanaba entre la consciencia y la inconsciencia. Puesto que la habitación de sus padres estaba al final de la casa, no se dieron cuenta cuando entró.

Las autoridades de la escuela secundaria notaron que Mario estaba involucrado en drogas y llamaron a sus padres, pero ellos se resistieron a creerlo. El hábito de drogas de Mario creció al punto de fumar dieciséis cigarrillos de marihuana en un solo día. Mario pensaba que podía dejarlo en cualquier momento, pero finalmente, cuando trató, se dio cuenta de que estaba inevitablemente esclavizado a las drogas.

Un día, cuando Mario estaba en su casa viendo por las ventanas que daba a la calle abierta, vio a un rechoncho señor de piel blanca que pasaba caminando. Mario lo miró y el hombre a su vez lo miró directamente. Se volvió y caminó hacia Mario y le entregó un panfleto acerca de Jesucristo, tomado del evangelio de Juan.

Cuando Mario lo vio, comenzó a romperlo; pero entonces oyó una voz en su interior diciéndole: «Un día te vas a arrepentir de lo que estás haciendo». Paró de romperlo lo suficiente como para reconsiderarlo, «¿Por qué habría de arrepentirme?», se preguntó. Y con este nuevo pensamiento en mente lo rompió por completo.

En diciembre de 1974 salió con uno de sus amigos marihuaneros para drogarse. Al encender el cigarrillo de marihuana, oyó otra voz interna diciéndole: «Mario, ésta es la última vez que fumarás drogas». Una vez más, él descartó la voz y continuó fumando.

Unos días después, su primo paralítico llegó a su casa, le compartió la experiencia de su conversión e invitó a Mario a ir juntos a la iglesia. La curiosidad de Mario lo llevó a ir a la iglesia de su primo, pero no quería ir solo, así que le pidió a su amigo intimo William que fuera con él.

El reino de la luz

El 19 de enero de 1975, a los 17 años, visitó por primera vez la iglesia evangélica, La Peña de Horeb en la Colonia Matazano, Soyapango. Mario conociendo lo que podría pasar le dijo a William: «Si nos piden ser parte de la iglesia, solamente digámosles que estamos de visita, recuerda no hacer ningún tipo de compromiso». La iglesia era tan pequeña que colocaron a Mario en un asiento y a William lejos, en otro asiento. Cuando el Pastor hizo la invitación, el primero que se levantó fue William. Mario estaba disgustado. «¿Por qué no mantuvo nuestro acuerdo?», se preguntaba. El predicador miró directamente a Mario y le dijo: «Tú, amigo, ¿Quieres recibir a Jesús?». Mario, molesto, volvió a ver al predicador y le dijo: «No, no quiero».

En el camino a casa, Mario amargamente reprendió a William: «Pensé que teníamos un acuerdo, ¿Por qué pasaste al frente?». William respondió: «Sentí algo que no pude resistir». Mientras viajaban juntos en el autobús, Mario se calmó y preguntó a William: «Muy bien, ahora que has recibido a Jesús, ¿Cómo te sientes?». William repondió: «Siento una paz que nunca antes había experimentado».

Mario pensó: «¡Eso es lo que necesito! Necesito paz, el próximo domingo voy a dar mi vida a Jesús» (Mario no se daba cuenta de que podía recibir a Jesús allí en ese mismo instante.). Una semana después, el 26 de enero, decidió entregar su vida a Jesús durante el servicio dominical en esa pequeña iglesia salvadoreña y sintió que el amor y la gracia de Dios inundaban su vida; sobre todo, Mario experimentó la paz por primera vez.

La mamá de Mario, una católica devota, sabía que algo estaba mal cuando Mario regresó de la iglesia. «¿Qué has hecho?», le preguntó. «¿Has abandonado la fe verdadera y te has convertido en uno de esos evangélicos? ¿Cómo puedes hacer eso? Pensé que eras inteligente». Mario solamente escuchó y se fue a su habitación; su modo introvertido y privado era un recurso maravilloso en momentos como ese.

William se cortó el cabello largo muy pronto después de su conversión. «¿Por qué te cortaste el cabello?», le reprendió Mario. Interiormente, Mario se había comprometido consigo mismo a nunca cortarse su larga cabellera.

Ese mismo día, Mario y William asistieron a la iglesia, al servicio bíblico del día de semana; repentinamente, el Pastor le pidió a Mario pasar al frente y le dijo enfrente de todos: «Voy a orar para que recibas el bautismo con el Espíritu Santo». Mario había deseado esa experiencia pero pensaba que tenía que esperar muchos años para recibirla, no hubo pasado ni un minuto antes de que empezara a hablar en otras lenguas. Mario permaneció en el frente por cerca de una hora llorando, hablando en lenguas y disfrutando de la poderosa presencia de Dios; todos estaban emocionados por esto.

Cuando regresó a su asiento, William le dio un peine y le dijo: «Necesitas peinarte». Mario no se había dado cuenta cuán desordenadamente parecía su cabello; se sintió tan avergonzado que inmediatamente que llegó a casa, tomó un par de tijeras, se las dio a su madre y le dijo: «Córtame el pelo». Ella lo hizo ansiosamente y de buena gana.

William y Mario permanecieron en la iglesia por dos años, esta iglesia pentecostal enseñaba que la salvación podía perderse, así que muchos de los mensajes se centraban en hacer buenas obras para seguir siendo cristiano.

La mente aguda de Mario devoraba las Escrituras, comparando verso y pasaje con pasaje; notó que muchos versículos enseñaban la seguridad de la salvación: Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen.Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano. Mi Padre, que me las ha dado, es más grande que todos; y de la mano del Padre nadie las puede arrebatar. El Padre y yo somos uno. (Juan 10:27-30). Ambos, William y Mario discernían inconsistencias en la enseñanza de la iglesia.

El brillante intelecto de Mario chocaban con el énfasis del Pastor, así que este le pidió a uno de sus ancianos estar siempre presente cuando Mario enseñará. El anciano amaba la enseñanza de Mario, reconociendo que estaba en concordancia con las Sagradas Escrituras. Tanto le gustaba al anciano que grababa todo para oírlo para su edificación personal. Sin embargo, las murmuraciones continuaban y se oían «palabras proféticas» tales como, «Cuidado con Mario Vega, está enseñando algo diferente».

El conflicto continuó creciendo, y aunque Mario y William amaban la iglesia, se dieron cuenta de que su presencia estaba dañando la fraternidad, y que era tiempo de irse. Un domingo, Mario se paró enfrente de la congregación y anunció su partida, sorprendentemente cerca de quince personas también se levantaron y anunciaron que partirían con Mario y William. El Pastor, un hombre bondadoso, los bendijo a todos esperando en la voluntad de Dios. «¿Qué vamos a hacer con quince personas?», se preguntaba Mario. «Reunámonos en una casa y continuemos nuestros estudios bíblicos», dijo William, que era el líder del grupo. El grupo decidió que al final comenzarían una iglesia con William como Pastor. Mario enseñaba la Biblia al grupo cada semana y posteriormente recogían una ofrenda dedicada a una construcción futura.

Encuentro en Elim

En 1977 mientras William y Mario estaban ministrando al pequeño grupo de quince personas, la iglesia Elim iniciaba sus actividades. William visitó Elim para «explorarla» y regresó diciendo: «Finalmente he encontrado el tipo de iglesia que quiero, ellos creen en la salvación por la fe».

Mario se resistía al gozo de William queriendo mantener la visión de comenzar su propia iglesia. Sin embargo, William ya resuelto, continuó asistiendo a Elim por tres semanas seguidas. «Elim va a servir la cena del Señor esta semana Mario, ¿por qué no vienes conmigo?». Mario acompañó a William a regañadientes a la atestada iglesia con solamente un asiento vacante en todo el local, a poco más de un metro del público.

Mario notó que todos tenía pasión por Dios, orando fervientemente antes de que el servicio comenzará. Nunca había visto tal pasión. Mario comenzó a llorar sintiendo que esa pasión faltaba en su propia vida, se preguntó si era digno de la cena de Señor.

Mario se impresionó cuando Sergio Solórzano, el Pastor fundador, se puso de pie. Era alto, delgado y bien parecido; y lo más importante, predicaba con pasión, como cuando un cable transmite electricidad cuando es recién conectado a la fuente. El mensaje de esa noche fue electrizante y Mario estaba lleno de gozo a causa de la predicación de la Palabra de Dios; cuando William le preguntó qué pensaba del mensaje, Mario inmediatamente respondió: «Está es la mejor predicación que he oído». Los mensajes de Sergio eran simples, directos y poderosos. Aunque Mario amaba el mensaje, solo quería permanecer en Elim hasta que pudieran dar comienzo a su propia iglesia.

Posteriormente Mario comprendería una lección valiosa, aprendió a servir desde el fondo y permitió a Dios que lo exaltara. Tomó la decisión de comprometerse a asistir a iglesia Elim y renunciar a la idea de pastorear su propia iglesia. El grupo estuvo de acuerdo con dar el dinero que habían recogido a Elim. El primer privilegio de Mario en Elim fue doblar sillas y apartarlas al final del servicio.

El pastor Solórzano estaba tan impresionado por el conocimiento bíblico de Mario, que le pidió unirse a su círculo íntimo de liderazgo. Sergio le preguntaba a Mario acerca de la seguridad eterna y otros asuntos doctrinales notando que Mario continuamente trataba con tales temas. Mario se animó a ir aún más al fondo, sabiendo que ahora otros dependían de sus respuesta. Así que comenzó a organizar la doctrina de Elim, en diferentes categorías.

Sergio pidió a Mario que continuara escribiendo sobre las doctrinas de la fe, y Mario finalmente escribió un manual que contiene las 42 doctrinas claves que Elim sigue al presente.

Mario era coordinador de diáconos y finalmente se le dieron las llaves del edificio y la responsabilidad de abrir y cerrar la iglesia. Mario pidió permiso para instalar una librería, la cual abrían y cerraban todas las noches. Administrar la librería en la iglesia era un reto especial a causa de la guerra civil de El Salvador; Mario colocaba los libros antes del servicio y los guardaba al final. Un amigo se ofrecía a llevar a Mario a casa después de que este guardaba los libros cada noche, pero era muy peligroso manejar tarde por la noche; el ejército salvadoreño estaba matando indiscriminadamente.

Por la noche, era común ver los cuerpos de los muertos tirados en las calles. Reinaba el caos. Puesto que era muy difícil distinguir los rebeldes de los civiles, el ejército no tomaba riesgos. Una noche en particular, Mario recuerda haber visto los cuerpos fallecidos esparcidos por todas partes, la Cruz Roja los llegó a recoger. A veces el amigo de Mario no llegaba y Mario se veía forzado a dormir en el edificio de la iglesia; en tales ocasiones, él tenía que despertarse muy temprano, tomar el autobús hacia la casa de sus padres, cambiarse de ropa, ir a trabajar, estudiar en la universidad y después regresar a la iglesia por la noche. Dios usaba esos momentos de preparación para moldearlo como un siervo fiel.

Ministerio

Hace 43 años el Pastor Mario Vega inició su labor ministerial. El 14 de abril de 1980, a la edad de 22 años, Mario Vega comenzó su ministerio en otra iglesia filial de Elim en la ciudad de Santa Ana (El Salvador), llegando a ser el primer Pastor ordenado permanente. En julio, fue ordenado pastor por Sergio Daniel Solórzano Aldana.

Mario comenzó solamente con un puñado de personas, la iglesia creció usando los métodos tradicionales hasta llegar aproximadamente a las 500 personas, en septiembre de 1987; Mario puso en práctica el sistema celular que anteriormente no había funcionado; sin embargo, en esta ocasión la iglesia comenzó a crecer rápidamente. El crecimiento ha continuado hasta llegar a atender 10,000 personas por semana.

Aunque Mario sabía de las dificultades de Elim San Salvador, su propio ministerio en desarrollo lo mantenía ocupado y le gustaba que fuera de esa manera; no quería involucrarse en los conflictos y dificultades que estaba teniendo lugar en Elim San Salvador. Al menos tres realidades se estaba viviendo: La amenaza de una nueva iglesia de Sergio Solórzano, ciertos líderes que sentían que el Pastor Sergio había sido maltratado y aquellos Pastores de Distrito de Elim que sentían que ellos deberían estar en la posición de Pastor General. Una votación tuvo lugar en 1997 que resolvió la situación, resultando en la petición a Mario Vega para hacerse cargo de la posición de Pastor General de Elim San Salvador y Elim Internacional.

El 20 de abril de 1997, Mario Vega fue presentado como Pastor General de Misión Cristiana Elim Internacional, San Salvador.[5] Con su llegada, la congregación recibió confianza y nuevas esperanzas. Vega se dedicó a sanar las heridas entre el cuerpo pastoral y a dar un nuevo énfasis en el ministerio de mujeres, de jóvenes y de niños. Mario Vega también restauró la integridad ministerial y el control financiero. Mario no estaba preocupado por los problemas pastorales, también estaba preocupado acerca de la imagen de la iglesia de Cristo en el país de El Salvador y más allá. Por ese tiempo muchos creían que Elim era una secta; así que el objetivo de Mario era pulir una nueva imagen y recuperar la reputación que se había perdido por la inmoralidad de su Pastor fundador.

Las diferencias entre Sergio Solórzano y Mario Vega son enormes: Sergio era magnético y extrovertido, poseía una gran voz. Mario no posee voz fuerte y es introvertido, Mario rompe el molde de un Pastor General.

Uno de los logros más reconocidos del pastor Vega es el premio “Sol de Justicia” otorgado por la Universidad Evangélica de El Salvador (UEES), en 2011.

Familia

Después de un año de noviazgo se casó con Cecilia de Vega en diciembre de 1988, situación que causó controversia en su momento, pero, en la que contó con el apoyo de los principales dirigentes de la Misión Elim, no obstante, actualmente sigue casado, posteriormente en 1990 nació su único hijo, José Vega.

Libros publicados

  • 1 tesalonicenses versículo a versículo.

Recopilación de las enseñanzas abordadas en el estudio versículo de esta carta del apóstol Pablo.

  • Manual de doctrinas básicas

Como su nombre lo indica este es un manual de doctrina, es decir, una exposición abreviada de las principales doctrinas básicas de la fe cristiana.

  • La mutación de la violencia en el Salvador (2016)

En este libro el lector va a encontrar verdades profundas con un lenguaje accesible a todos desde una perspectiva cristiana, sobre el origen, desarrollo, estado actual y las soluciones al problema de la violencia; donde hace una recopilación de los artículos de opinión que fueron escritos por su persona en los últimos 9 años y publicados por un periódico de circulación nacional.

  • El siervo de restauración

Este libro contiene la esencia del mensaje que el Pastor Mario Vega ha predicado en diversos seminarios sobre la restauración del ministerio a pastores de distintos países de América y Europa.

  • El bautismo en el nombre de Jesús

Una sólida defensa de la doctrina de la trinidad en contra de los ataques de las sectas que utilizan la fórmula bautismal en el nombre de Jesús.

  • Elías el profeta del legado

En una serie de enseñanzas que siguen el texto bíblico sobre Elías, el pastor Mario Vega descubre al hombre detrás del gran profeta.

  • Reflexiones sobre la verdad

El libro del Pastor Mario Vega en el cual nos reta a llevar una vida basada en la verdad.

  • Los minotauros en sus laberintos


  • ve ala gran ciudad

Libro que reta al ministro del evangelio y ala iglesia en general a llevar el evangelio a las esferas sociales de la ciudad para traer una esperanza de salvación.

  • La ruta del líder

Libro que contiene un entrenamiento sistemático para capacitar a líderes para el sistema celular.

Referencias

  • Joel Comiskey. (2011). Elim. CCS Publishing: Editorial clie.
  1. Paul Glader, washingtonpost.com, Christianity is growing rapidly in El Salvador, USA, 8 de abril de 2015.
  2. Roberto Valencia, elfaro.net, “Si la Tregua se rompe, a la sociedad le espera una situación muy difícil”, El Salvador, 10 de septiembre de 2012.
  3. Donald E. Miller, Kimon H. Sargeant, Richard Flory, Spirit and Power: The Growth and Global Impact of Pentecostalism, OUP USA , USA, 2013, página 153.
  4. Edith Portillo, Sergio Arauz y Bernat Camps.
  5. Sammy Alfaro, Néstor Medina, Pentecostals and Charismatics in Latin America and Latino Communities, Springer, USA, 2015, página 115.
Este artículo ha sido escrito por Wikipedia. El texto está disponible bajo la licencia Creative Commons - Atribución - CompartirIgual. Pueden aplicarse cláusulas adicionales a los archivos multimedia.