Masacre en La Alameda

La Masacre de la Alameda fue un trágico suceso ocurrido el 7 de julio de 1952 en la Ciudad de México durante la campaña electoral en la que participaba Miguel Henríquez Guzmán como candidato presidencial. Después de las elecciones en las que se proclamó como ganador oficial a Adolfo Ruíz Cortines, miembros de la Federación de Partidos del Pueblo Mexicano (FPPM), liderados por Henríquez Guzmán, se congregaron en la Alameda Central de la ciudad.[1]

Presidente elegido para el periodo 1952 - 1958

"Fue bestial. Mataron a muchos. Se decía que el avión del presidente estaba listo porque él creyó que ahí se desataba algo más. Siempre tuvieron temor de que el general Henríquez Guzmán se alzara en armas. Pero nunca hubo armas"

Palabras de un testigo.

Durante la reunión, se produjo un incidente en el que un infiltrado disparó contra el jefe de granaderos, hiriéndolo en la cabeza. A partir de ese momento, las fuerzas armadas y la policía comenzaron a reprimir violentamente a los asistentes, utilizando gases lacrimógenos, culatazos y sables de la policía montada. La represión causó la muerte de más de 500 personas, cuyos cuerpos fueron incinerados en el Campo Militar Número 1. [2]

El movimiento henriquista defendía la democracia popular y luchaba por los derechos fundamentales del pueblo, como la libertad de reunión y asociación. Además, promovía una política exterior independiente, la prohibición de inversiones extranjeras y la reivindicación del artículo 27 de la Constitución, el cual establece limitaciones a la propiedad privada. También abogaba por la nacionalización de industrias y la ampliación de la Reforma Agraria.[3]

Es importante destacar que las cifras exactas de víctimas y detenidos aún son objeto de debate y las versiones varían. La Masacre de la Alameda representa uno de los episodios más oscuros y menos documentados de la historia de México y es considerada un símbolo de la represión política y la violencia durante ese periodo.