Massinissa del Rif

Massinissa creció en una familia activista. Su madre fue una líder de los derechos civiles en la región del Rif en los años 80 y sufrió la represión y persecución de las autoridades marroquíes. Su padre, también activista, escribía y cantaba canciones populares en rifeño, hablando de la represión en la región y de líderes rifeños como Abd el-Krim y el Príncipe Mohand Ameziane. Sus familia, las experiencias con el racismo, la discriminación social y el origen inmigrante hicieron que el activismo fuera una parte importante de la vida de Massinissa desde que nació.[5]

Akandouch se involucró con el movimiento por los derechos de los animales en 2018, cuando tenía 17 años,[4] participando en protestas y campañas en toda Europa que promueven el bienestar animal y las dietas basadas en plantas.[7][8][9] A fines de 2019, debido a la reacción negativa del público, los medios y los ataques políticos, Akandouch ya no fue visto públicamente haciendo ningún activismo por los derechos de los animales y pareció cambiar su enfoque en la promoción de su cultura y otras causas sociales.

En 2019, Akandouch se unió a la huelga climática de Fridays for Future en Barcelona y se unió a las acciones de Extinction Rebellion en Londres, Barcelona y Madrid.

Fue invitado a la primera Cumbre Catalana de Acción Climática en Barcelona organizada por la Generalidad de Cataluña y asistió a la Conferencia COP25 en Madrid organizada por Naciones Unidas (otras figuras como la activista climática Greta Thunberg y el Secretario General de la ONU Antonio Guterres también asistieron a la COP25 en Madrid).[10]

Massinissa del Rif es el fundador y presidente de la Rif Tribes Foundation, una entidad humanitaria y artística dedicada crear un mejor futuro para la juventud de las montañas Rif en el norte de Marruecos.[11] Su trabajo en la Fundación se centra principalmente en la acción humanitaria y el desarrollo cultural y ha llevado a cabo programas de lucha contra el hambre, a través de la entrega de cajas de ayuda alimentaria mensuales a las familias de las montañas del Rif.[12]

En octubre de 2022, Massinissa del Rif emitió una carta junto con la Rif Tribes Foundation a "partes interesadas de alto nivel" con motivo de la COP27 advirtiendo sobre los efectos del uso español de armas químicas durante la Guerra del Rif en el ecosistema del Rif y la salud de las personas. La carta ubica las luchas pasadas y presentes de la región del Rif, desde los efectos de los crímenes coloniales franco-españoles hasta los problemas de salud que sufren los ciudadanos debido al uso pasado de armas químicas como el fosgeno, el difosgeno, la cloropicrina y el gas mostaza, conocidas como Iperita por España durante la Guerra del Rif (1921-1927).[1]