Me sobra un marido

Un entomólogo (Juan Carlos Calabró) regresa a Buenos Aires, después de una larga expedición en África. Al llegar encuentra que su mujer, Corina (Susana Giménez), quien no había recibido noticias suyas en mucho tiempo y llegó a pensar que ya estaba muerto, se ha vuelto a casar con otro hombre (Rodolfo Ranni), un fabricante de inodoros. En esta loca historia, ellos se entrecruzarán para lograr decidir con quién se queda Corina.[2]

Gran parte del film fue realizado en exteriores, en lugares emblemáticos de Buenos Aires como el Buenos Aires Sheraton Hotel, New York City Discotheque, Bwana, Restaurant Lola Recoleta, Confitería Selquet, Restaurant Paparazzi, Cafe del Lago, Caffe Plaza e Hippopotamus.