Mitología lenca

La mitología Lenca es el conjunto de creencias religiosas y mitológicas del pueblo Lenca, de antes y después de la conquista de América.[1] Los lencas han habitado lo que hoy comprende la zona centro de Honduras y noreste de El Salvador creando diversos asentamientos, durante la época precolombina desarrollaron una diversa mitología, no obstante poco ha logrado ser rescatada debido al olvido que este pueblo quedó durante la colonización y la adopción de la fe Católica.

Figura llamada "El dios volador", esta fue encontrada en una vasija.

Mitos

Glifo Lenca en representación de un Hombre, posiblemente un rey o cacique.

Creación del hombre

Acorde la religión politeísta original Lenca la creación del hombre es gracias a una deidad de carácter femenino conocida como "Managuara",[2] esta trajo consigo el polvo de los astros a la tierra, y al llegar ahí recogió los granos secos del maíz y el cacao, y en una piedra de moler y una olla de barro, moldeo una criatura distinta a las demás de la tierra creadas por los dioses, esta la doto de conciencia e inteligencia y así hizo al primer ser humano en el lugar llamado "Ti Ketau Antawinikil". Tiempo después esta deidad creó otro humano conocido como "Ti wanatuku", que nació de un huevo, el cual fue encubado en un nido de pájaros sobre la cabeza del primer ser humano. Ambos son considerados los ancestros de los humanos modernos.

Comizahual

La leyenda de la Comizahual (o Comizahuatl) habla de una matriarca que se dice que apareció alrededor de unos cuantos siglos antes de la conquista de América, posiblemente durante el periodo Postclásico mesoamericano, la cual es representada con una figura Zoomórfica similar a un jaguar y en su forma humana es representada como una mujer de piel y cabellera blanca, es descrita como una persona hábil como guerrera y sabia como líder. Esta mujer guio y enseñó algunos nuevos conocimientos sobre agricultura y guerra a los Lencas que empezaron a implementar durante los siguientes años. Cumplida su misión, repartió las tierras entre tres varones según algunas versiones estos fueron sus hijos, en otras sus hermanos, a quienes dejó instrucciones para el tratamiento de sus vasallos, después de eso, la matriarca desapareció. [3]

Dentro de los descritos sobre el físico de la Comizahual, algunos interpretaron que se trate de la descripción una persona blanca, que llego al continente, tratándose de un contacto precolombino entre europeos y americanos similar a la de los exploradores vikingos con los nativos de lo que hoy es Canadá, no obstante hay poca evidencia de la llegada de europeos a Mesoamérica antes de Colon. La mayoría de académicos ha dicho que se cree que podría tratarse de la interpretación de una persona con albinismo.

Deidades

Posible representación de Managuara encontrada en una urna actualmente expuesta en el museo del Banco Atlántida.

La religión lenca similar a las del resto del área mesoamericana tenía un sin número de deidades en su panteón de dioses,[4] sin embargo sobrevivieron pocos registros detallados sobre todos ellos así como de la fe autóctona lenca, sin embargo de los que aun se tiene registro sonː

Itanipuca

Fue la deidad principal del pueblo lenca, era conocido como "el gran padre", relacionado con el cielo y el movimiento de los astros, para los pueblos mesoamericanos era importante este elemento dentro de su cosmología, por ende se dice que fue la deidad principal.

Ilanguipuca

Conocida como la "Gran madre", pareja de Itanipuca, esta relacionada con la tierra, sus bosques, ríos, y lagos, también esta con la fertilidad de los cultivos, ella junto a Itanipuca son los creadores del mundo.

Icelaca

Fue otra importante deidad porque estuvo relacionado con el cambio de las estaciones, los vientos, y fenómenos meteorológicos, se le adjudicaba la existencia de sucesos como Huracanes y tormentas, también fue conocido como "el señor del tiempo", este ser tiene cierto paralelismo con el dios Chaac maya o el Tlaloc mexica.

Sobre esta deidad, el cronista español Diego García de Palacio, en su Descripción de la Provincia de Guatemala de 1576, relata que en Sesori observó como circuncidaban a 4 jóvenes de de unos doce años, cuya sangre era puesta sobre una representación de esta deidad que tenía forma redonda con dos caras llenas de ojos (para ver el pasado y el futuro), y a la que también se le sacrificaban venado, gallinas y conejos; a lo que el cronista Antonio de Herrera añade que también se le sacrificaba perros que no ladran y pavos, y se le ofrecía en autoacrificio la sangre la lengua y las orejas, y que la representación de la deidad era una piedra grande de tres puntas con un rostro deforme en cada una. Asimismo, Anne Chapman en su libro Los hijos del copal y la candela de 1992, menciona que unos indígenas de la aldea de Manazapa (departamento hondureño de Intibucá) le refirieron que tenían una deidad de dos caras que veía el pasado, presente y futuro, a la que le hacían composturas (ritos domésticos y agrarios), y le degollaban personas y regaban con su sangre la representación de la deidad mientras tocaban tambores (adornados con plumas de quetzal) y caracoles.[5][6]

Según refiere la escritora salvadoreña María de Baratta en su obra Cuzcatlán Típico de 1951, en base a lo que Aquilino Argueta recogió de los ancianos indígenas de Torola, bajo la deidad de la lluvia (que a veces se manifestaba como una serpiente) habían unos espíritus o genios que personificaban los cerros, a quienes se les pedía por una buena lluvia, y a los que un sacerdote (cuyo título era misilán) sacrificaba pavos, para luego recoger en un vaso o jarro la sangre del animal y después verterlo sobre una laguna qué había antes por Torola.[7]

Managuara

Se desconoce su rol principal, pero se apunta que era representativa del conocimiento, es la deidad responsable de la creación del Hombre dotándole así de conciencia. Podría tener paralelismo con el Kukulkan Maya o Quetzalcoatl Mexica.

Véase también

Referencias

  1. Diccionario mitológico americano: dioses, razas, leyendas Por Héctor V. Morel, José Dalí Moral Editorial Kier
  2. «La creación del primer ser humano (según la cultura Lenca)». Consultado el 18 de noviembre de 2020.
  3. Comizahual: leyendas, tradiciones y relatos de Honduras Medardo Mejía Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Editorial Universitaria, 1986
  4. «Religión de Nuestros Pueblos Indigenas | Lengua Materna Salvadoreña». www.miportal.edu.sv. Consultado el 18 de noviembre de 2020.
  5. Larde y Larín, Jorge (1983). El Salvador: Descubrimiento, Conquista y Colonización. Concultura.
  6. Chapman, Anne (1992). Los hijos del copal y la candela: ritos agrarios y tradición oral de los lencas de Honduras. UNAM. p. 68. ISBN 978-968-6029-22-2.
  7. Baratta, María de (1951). Cuzcatlán Típico.
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