Monasterio de Santo Domingo de Silos

El Monasterio de Santo Domingo de Silos, con anterioridad al santo llamado Monasterio de San Sebastián de Silos, es una abadía benedictina ubicada en la parte oriental de un pequeño valle, que el primer documento del Archivo de Silos, del año 954, ya lo denomina valle de Tabladillo perteneciente al municipio de Santo Domingo de Silos, en la provincia de Burgos en Castilla y León en España. Se halla comunicado por tres carreteras secundarias que desembocan, por Aranda de Duero y por Lerma, con la nacional A-1, y por Hacinas, con la N-234. Su claustro es una de las obras maestras del románico español.

Monasterio de Santo Domingo de Silos
Bien de interés cultural
Patrimonio histórico de España
Localización
País EspañaBandera de España España
Comunidad Castilla y León Castilla y León
Provincia Burgos Burgos
Localidad Santo Domingo de Silos
Coordenadas 41°57′43″N 3°25′09″O
Datos generales
Categoría Monumento
Código RI-51-0000467
Declaración 3 de junio de 1931
Construcción Siglo VII - Siglo XVIII
Estilo Arte románico

Historia

Escudo de la Abadía.

El monasterio, aunque no en su actual configuración, se remonta a la época visigótica (siglo VII), si bien se desvanece durante la ocupación musulmana. En el siglo X, llamado aún San Sebastián de Silos, y en especial durante el periodo en que el conde Fernán González gobierna en Castilla (930-970), vuelve a resurgir la comunidad monástica alcanzando un pujante actividad que nuevamente decae bajo las razias de Almanzor. Desaparecido este en 1002 y recobrada la serenidad, el monasterio se encuentra arruinado y maltrecho.

Cuando en 1041 Domingo, prior del monasterio de San Millán de la Cogolla, se refugia en Castilla huyendo del rey de Navarra, es bien recibido por el monarca leonés Fernando I que le confía la misión de restablecer el antiguo esplendor y dar nuevo auge al monasterio de Silos puesto bajo la advocación de San Sebastián. Con el decidido impulso de Santo Domingo como abad del cenobio se erigió la iglesia románica, magnífico templo de tres naves y cinco ábsides consagrado en 1088 por el abad Fortunio, el claustro que aún perdura, y el resto de las dependencias monacales. A la muerte del santo, el monasterio toma su patrocinio y pasa a denominarse Santo Domingo de Silos.

Hacia 1170, la dama de origen noble Juana de Aza, que estaba encinta, peregrina a Silos en busca de dirección espiritual. Su hijo, Domingo de Guzmán será bautizado así en honor del santo patrono de la abadía.

En el siglo XVIII se deja sentir la necesidad de ampliar las instalaciones, principalmente la cabida de la iglesia. Se encomienda al arquitecto Ventura Rodríguez llevar a cabo las debidas reformas. Se derribó el templo románico[cita requerida] para sustituirlo por otro de planta de cruz griega inscrita en un cuadrado (planta claramente barroca), que es el que hoy existe. Del primitivo queda como vestigio el ala sur del transepto y la Puerta de las Vírgenes que abre al claustro. La falta de recursos económicos hizo que el propio claustro no tuviera un mismo final que la iglesia.

Monasterio de Santo Domingo de Silos en un dibujo de Mariano Pedrero (1892)

El 17 de noviembre de 1835 la vida monástica de Silos se interrumpe a consecuencia y efectos de la desamortización de Mendizábal que implicaron la pérdida por expolio de parte de sus riquezas artísticas y documentales. Por fin, el 18 de diciembre de 1880 se establece una nueva comunidad de monjes benedictinos llegados de la abadía francesa de Ligugé, dirigidos por el monje Ildelfonso Guépin. En una visita al monasterio, el poeta Gerardo Diego compuso el famoso soneto El ciprés de Silos, considerado como uno de los mejores sonetos de la literatura española.

Claustro

Claustro de Silos.

El claustro de Silos es de doble planta, siendo la inferior la más antigua y la de mayor mérito. Forma un cuadrilátero de lados ligeramente desiguales, de los que el menor mide 30 m y el mayor 33,12 m. Los lados norte y sur constan de 16 arcos, mientras que los lados este y oeste de solo 14. Como las parejas de lados opuestos no son de igual dimensión a pesar de tener el mismo número de arcos, las luces de estos tampoco son idénticas, variando entre 1,00 y 1,15 m. Los arcos son de medio punto y descansan sobre capiteles que, a su vez, lo hacen sobre columnas de doble fuste monolítico de 1,15 m de longitud; solo los soportes centrales de cada galería están formados por fustes quíntuples, salvo uno de ellos, el del lado norte, que es cuádruple y torsado. Toda la arquería va montada sobre un podio corrido con una abertura para acceder al jardín interior.

El claustro inferior debió levantarse entre la segunda mitad del siglo XI y primera del XII, mientras que el claustro superior se construyó en los últimos años de ese mismo siglo. En el inferior se perciben claramente dos fases de ejecución: durante la primera, que corresponde a las últimas décadas del siglo XI, se llevaron a cabo las galerías norte y este; la segunda se desarrolló en el siguiente siglo y en ella se ejecutaron las galerías sur y oeste. Cada fase refleja una forma de hacer y un estilo diferentes atribuibles a dos maestros distintos que emplearon sus propios talleres. Como rasgos diferenciadores, los fustes de las columnas de la primera etapa están más separados y presentan mayor éntasis, y las tallas son de poco relieve y escaso movimiento. Las figuras del segundo taller son más realistas y poseen mayor volumen.

En el plano artístico lo más destacable es la colección de los 64 capiteles de que consta el claustro bajo y los relieves que ornamentan las caras interiores de las cuatro pilastras que forman los ángulos de la galería. Al primer maestro serían asignables seis de los relieves con las siguientes escenas:

  • Ángulo sudeste: La ascensión y Pentecostés.
  • Ángulo noreste: El sepulcro y El descendimiento.
  • Ángulo noroeste: Los discípulos de Emaús y La duda de Santo Tomás.

El segundo maestro sería el autor de los dos relieves restantes:

  • Ángulo sudoeste: La anunciación a María y El árbol de Jessé.

Este segundo maestro que realizó los últimos machones posiblemente procediese de Galicia, ya que la Coronación y Anunciación de María están tratados al modo de Santiago de Compostela, con mucha abundancia de plegados y con los cabellos acaracolados (similar al profeta Daniel que aparece en las Jambas de Santiago de Compostela). El árbol de Jessé es muy importante desde el punto de vista iconográfico, por estar relacionado con la vidriera del mismo nombre de San Denis, y por tratarse de un tema utilizado para decorar el parteluz de Santiago de Compostela.

Los capiteles, y en especial los del segundo artista, son obras maestras de la iconografía románica y es lo que más se admira y llama la atención de todo el claustro. Sus temas son muy variados: desde los que representan escenas bíblicas o evangélicas, hasta los figurativos de animales quiméricos, grifos, leones, arpías, centauros, aves fabulosas y toda clase de elementos vegetales.

Son de destacar también la Puerta de las Vírgenes, que comunica el claustro con la iglesia y que constituye un vestigio del primitivo templo románico, y la fachada de la desaparecida sala capitular que se abría a la galería oriental, así como el artesonado mudéjar ricamente decorado con cerca de 700 figuras y escenas de la Castilla de los siglos XIV y XV.

El ciprés, dentro del patio del claustro, en el ángulo suroeste, se alza un imponente y frondoso ciprés que se ha convertido en el icono del monasterio. Tiene más 130 años y supera los 30 metros de altura. En él habitan multitud de pájaros que se dejan oír al atardecer rompiendo en silencio propio del claustro. Se le considera símbolo de eternidad y trascendencia y el poeta Gerardo Diego, en su poema El ciprés de Silos compuesto en 1924, lo define como “Enhiesto surtidor de sombra y sueño”:

Enhiesto surtidor de sombra y sueño

que acongojas el cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza

devanado a sí mismo en loco empeño.

En el pasillo este se halla el cenotafio de santo Domingo, quien murió en el año 1073 y fue enterrado en ese lugar donde se encuentra una tumba antropomórfica. Tres años después fueron trasladados a la iglesia y en el siglo XIV se cubrió, dejando a la vista la sepultura, con una laude sepulcral apoyada en tres leones con la efigie pontifical del santo.

Otras dependencias

  • La botica: se creó en 1705. Disponía de su propio jardín botánico, de un laboratorio farmacéutico y de una biblioteca especializada. De ésta se conservan unos 400 volúmenes editados entre los siglos XVI y XIX. También se guardan varios centenares de tarros de loza que se utilizaban como recipientes de productos medicinales.
  • El museo: en una antigua sala del monasterio se exhibe una importante colección de obras de arte relacionadas con el propio cenobio que incluye pintura, orfebrería, escultura y esmaltes entre otras cosas. Cabría destacar una custodia procesional de siglo XVI, el cáliz que utilizaba Santo Domingo de Silos del siglo XI, o el tímpano de una de las puertas de la primitiva iglesia románica que se rescató de entre la cimentación de la actual iglesia neoclásica.
  • La biblioteca: Tiene más de 160 000 ejemplares, tan solo es accesible para los huéspedes del monasterio e investigadores que lo soliciten.
  • La iglesia: Es neoclásica, realizada con planos de Ventura Rodríguez.

Galería de imágenes

En la ficción

  • En El mejor alcalde, el rey de Lope de Vega, el personaje de Pelayo exclama "Santo Domingo de Silos" al darse cuenta de la presencia del rey en el acto final.
  • En El nombre de la rosa de Umberto Eco se afirma que la copia del segundo libro de la Poética de Aristóteles fue tomada del monasterio de Santo Domingo de Silos y llevada a la abadía italiana de la novela de Eco.
  • El poeta Gerardo Diego escribió el soneto "El ciprés de Silos" en homenaje al árbol del claustro.[1]

Véase también

Referencias

  1. «El ciprés de Silos». www.poesi.as. Consultado el 5 de mayo de 2019.

Enlaces externos

Este artículo ha sido escrito por Wikipedia. El texto está disponible bajo la licencia Creative Commons - Atribución - CompartirIgual. Pueden aplicarse cláusulas adicionales a los archivos multimedia.