Unidad de cuenta
Unidad de cuenta, moneda de cuenta o moneda teórica es una unidad monetaria de existencia no física (es decir, no se acuña) que, a pesar de ser imaginaria (o, más bien, gracias a ello), se utiliza en las transacciones comerciales y la contabilidad, y mide el valor de mercado.[1]
La moneda de cuenta es la que no se utiliza físicamente para el cambio, sino que se usa como valor o medida de referencia para otras monedas existentes. Sin embargo, su valor puede variar dependiendo del lugar.
Las mercancías en venta en un mercado son ajustadas usando una unidad de cuenta. De esta forma el valor es decidido por el vendedor y expresado al comprador. Esto ocurre explícitamente cuando se trata de un mercado que utiliza moneda, pero también implícitamente cuando las transacciones se realizan a través del trueque.
Aunque forma de computar la contabilidad oficial puede determinarse por las autoridades económicas, la utilización de una u otra unidad de cuenta puede realizarse a preferencia del agente económico, siempre que los pagos en efectivo se realicen en un medio de pago aceptado por ambas partes de la transacción, con lo que la correspondencia de las monedas con las unidades de cuenta deben estar fijadas o sujetas a cotización.
Históricamente, las monedas de cuenta fueron monedas que habían dejado de tener circulación real y que se dejaron de acuñar, pero que siguieron utilizándose en la contabilidad, como el sous en el Imperio carolingio, el maravedí en la Corona de Castilla o el sistema libra-sueldo-dinero en la Corona de Aragón.[2] Más recientemente, en la Unión Europea se utilizó el ECU (European Currency Unit o Unidad Monetaria Europea) como unidad de cuenta en el periodo de transición entre las monedas nacionales y el euro.
Véase también
- Categoría:Unidades de cuenta
Notas
- Moneda de cuenta en Diccionario de Economía
- GER