Feminismo en México

El feminismo en México a menudo se divide cronológicamente en períodos de avance seguidos por estancamientos: el período revolucionario (1915-1925), la segunda ola (1968-1990, que alcanzó un pico máximo entre 1975-1985) y el período post-1990.[1] Mientras que el feminismo se puede definir como un conjunto organizado de filosofías y actividades dirigidas a crear, definir y proteger la igualdad política, económica, cultural y social en los derechos y oportunidades de las mujeres,[2][3] Marta Lamas y otras feministas advierten de que el movimiento de mujeres en México no se puede equiparar con el movimiento feminista en general.[4] Lamas, una líder feminista mexicana, lamenta que el movimiento feminista mexicano siempre ha sido débil y ha tenido dificultades en la era moderna para extenderse de la clase media de la Ciudad de México a la clase trabajadora y las mujeres rurales.[5]

Mural feminista localizado en el municipio de Cuautitlán Izcalli, en Estado de México, julio de 2023.

En el período revolucionario, donde un espectro más amplio de mujeres de todo México buscaban el sufragio, el movimiento carecía de sofisticación y enfoque, evidente en el hecho de que las mujeres mexicanas no consiguieron el derecho al voto hasta 1953.[6] Las demandas de igualdad de las mujeres, para Lamas, surgen de una situación donde las mujeres intentan compaginar los compromisos del hogar y los puestos de trabajo mal pagados. Como la mayoría de las mujeres mexicanas de las clases superiores y medias disponen de ayuda doméstica, es más fácil que acepten los roles de género tradicionales.[5] Para muchas mujeres mexicanas, ayudar a otras mujeres a través de organizaciones de beneficencia y obras de caridad está en línea con su visión tradicional de la femineidad, mientras que un más enfoque radical podría toparse con desprecio e incluso con violencia.[7]

El nivel de educación femenina ha desempeñado un gran papel en el feminismo mexicano. En la mayoría de las culturas, las maestras estuvieron entre las primeras mujeres que entraron a formar parte de la fuerza laboral y lo mismo sucedió en México.[6] Muchas de las primeras feministas que emergieron de la revolución fueron maestras antes o después de la guerra,[8] así como las participantes en el Primer Congreso Feminista, realizado en México.[6] Las participantes en los enfrentamientos de México de 1968 que pasaron a formar el movimiento feminista de esa generación fueron principalmente estudiantes y educadoras.[9] Las consejeras que se establecieron dentro de los sindicatos después del terremoto de 1985 comprendían los aspectos jurídicos y políticos del movimiento obrero organizado. Se dieron cuenta de que para formar un movimiento sustentable y atraer a las mujeres de la clase obrera, era necesario utilizar la experiencia y conocimientos de las trabajadoras para crear un sistema práctico y funcional.[10]

Debido a que México fue dominado por un partido político durante 71 años, el papel de las mujeres como madres se politizó, marginando la participación política del feminismo en gran medida antes del año 2000.[11] Esta visión estrecha de las mujeres de vez en cuando contraponía los objetivos feministas a otras actividades que el movimiento también apoyaba. Por ejemplo, algunos programas a nivel estatal y nacional como los ofrecidos por el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, ofrecen ayuda para el bienestar y alimentos a mujeres de bajos ingresos. Para recibir estos beneficios, el gobierno exige a las mujeres tomar clases de educación doméstica. Estos programas se enfocan en vincular a la mujer a las tareas domésticas o a labores poco cualificadas, sin evaluar si son apropiadas o necesarias en el mercado local. La «ceguera» sistémica en relación con el reconocimiento oficial del rol de la mujer no les permite a estas aportar su punto de vista a los programas diseñados para ayudarlas, ni permite el reconocimiento de los logros conseguidos a través de la organización y las protestas para conseguir el cambio.[12]

Según la medición del índice de brecha de género por país del Foro Económico Mundial de 2014, México ocupa el puesto 80 en igualdad de género.[13]

El papel de mujer en la sociedad mexicana

La mujer a lo largo de la historia ha pasado de ser reconocida como virgen, pura, musa una figura de admiración a ser simplemente la compañera del hombre. La mujer representaba el poder y el hombre representaba la fuerza.

Según el instituto nacional de antropología e historia el papel de la mujer en la sociedad mexica era: «Su papel era de suma importancia, porque complementaba las funciones que el hombre hacía al exterior de la comunidad, como las guerras, las conquistas, los rituales públicos y el cobro de tributos; el sector femenino por tanto se ocupaba de las actividades internas, como los rituales hogareños, los códigos de comportamiento, el arte culinario, la administración de los bienes de la casa y el desarrollo económico de cada familia, al ser las encargadas de la producción de textiles y de diversos productos para el trueque». (INAH, 2012)

Con el paso de los siglos, el hombre fue condicionado para ser factor principal de la reproducción convirtiendo así a la mujer en esclava, creando así una sociedad injusta que le dio el poder y la autoridad sobre la mujer y su herencia bajo el yugo de una sociedad machista y patriarcal. Inclusive durante el siglo XIX se podían encontrar refranes donde se podía notar el papel de la mujer en la sociedad en aquella época: «Las mujeres no deben conocer más asuntos que los de la cuna y la cocina».

Con las guerras nacionales la mujer comenzó a tener un papel, como acompañar a los hombres a la lucha, brindarles atención, cuidados, alimentos, compañía y aliento, colaboraron en la construcción y reconstrucción del país y se convirtieron en un elemento muy importante para el país. Guerreras, rebeldes, fuertes y poderosas, poco a poco la mujer comenzó a rehacerse de nuevo un papel en la sociedad donde fuera reconocida por su inteligencia y arduo trabajo. Después de la independencia, grupos de mujeres sufragistas comenzaron su lucha para obtener los mismos derechos sobre la decisión política del país y fue hasta 1953 que a la mujer se le concedió el voto después de años enteros de lucha.

Historia

A lo largo del tiempo se ha luchado para que la mujer sea visibilizada y tomada en cuenta, debido a las grandes limitantes con las que se ha encontrado en un país en donde el género es más importante ante cualquier cosa, a raíz de esto es que las mujeres deciden ir abriéndose camino para que sean visibilizadas, de forma que sus opiniones y decisiones tengan el mismo valor que la de un varón, es importante mencionar que el término feminismo es un movimiento tanto cultural, político, social, económico y académico debemos de acabar con las brechas que limitan acceder o ejercer a condiciones equitativas para hombres y mujeres, y de este modo la mujer se libere a sí misma.[14]

Véase también

Referencias

  1. Schneider, Julia María (2010). Recreating the Image of Women in Mexico: A Genealogy of Resistance in Mexican Narrative Set During the Revolution. Graduate Faculty - Thesis. Louisiana State University and Agricultural and Mechanical College. pp. 24-29, 12. Archivado desde el original el 17 de julio de 2010. Consultado el 29 de mayo de 2017.
  2. «Feminism – Definition and More from the Free Merriam-Webster Dictionary». merriam-webster.com. Consultado el 29 de mayo de 2017.
  3. «Definition of feminism noun from Cambridge Dictionary Online: Free English Dictionary and Thesaurus». dictionary.cambridge.org. Consultado el 29 de mayo de 2017.
  4. Shohat, Ella (editor) (1998). Talking Visions: Multicultural Feminism in a Transnational Age. Massachusetts Institute of Technology. p. 410. ISBN 978-0262194266. Consultado el 29 de mayo de 2017.
  5. Preston, Julia (5 de febrero de 1997). «A Woman's Shooting of Attacker Rivets Mexico». The New York Times. Consultado el 29 de mayo de 2017.
  6. Foppa, Alaide; de Aguilar, Helene F. (Otoño 1979). «Women in Latin America: The First Feminist Congress in Mexico, 1916». Signs (Chicago, Illinois: The University of Chicago Press) 5 (1): 192-199. JSTOR 3173552. doi:10.1086/493701.
  7. González, Gabriela (2003). «Carolina Munguía and Emma Tenayuca: The Politics of Benevolence and Radical Reform». Frontiers: A Journal of Women Studies (University of Nebraska Press) 24 (2–3): 200-229. doi:10.1353/fro.2004.0013. Consultado el 5 de febrero de 1997.
  8. Mitchell (2006), pp 21-28
  9. Frazier, Lessie Jo; Cohen, Deborah (2003). «Defining the Space of Mexico ’68:Heroic Masculinity in the Prisonand "Women" in the Streets». Hispanic American Historical Review (Duke University Press) 83 (4): 646-649. doi:10.1215/00182168-83-4-617. Consultado el 29 de mayo de 2017.
  10. Foweraker (1990), p 220
  11. Franceschet (2003), p 16
  12. Foweraker, Joe (editor); Craig, Ann L. (editor) (1990). Popular movements and political change in Mexico. Boulder: L. Rienner Publishers. pp. 156-157. ISBN 1-55587-211-5. Consultado el 29 de mayo de 2017.
  13. «Global Gender Gap Report 2014: Mexico». weforum.org. World Economic Forum. Consultado el 29 de mayo de 2017.
  14. Ibarra Palafox, Francisco Alberto Salazar Ugarte, Pedro. «La historia del feminismo en México». https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv/detalle-libro/4318-cien-ensayos-para-el-centenario-constitucion-politica-de-los-estados-unidos-mexicanos-tomo-1-estudios-historicos. p. 101.
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