Movimiento polar

Se denomina movimiento polar al desplazamiento que experimentan los polos celestes de la Tierra con respecto a los polos geográficos, como consecuencia de minúsculas desviaciones en el eje de rotación terrestre.[1] Estas desviaciones son debidas a pequeñas fluctuaciones en la geometría del planeta o en su distribución de masas, bien sea por los desplazamientos diarios de masas de agua debidos a las mareas, a cambios en la acumulación estacional de nieve, o a otros efectos de origen incierto.[2]

Diagrama mostrando el desplazamiento polar. El eje vertical corresponde al tiempo (unidades en días) y los ejes horizontales al desplazamiento sobre la superficie (cada segmento equivale a unos 3 metros sobre la superficie). Datos suministrados por el IERS.

Aunque la oscilación de los polos geográficos es de reducidas dimensiones, los satélites de posicionamiento y comunicación, así como otras instalaciones tales como los observatorios astronómicos, deben tener en cuenta este efecto y realizar las oportunas correcciones. El Servicio Internacional de Rotación de la Tierra y Sistemas de Referencia (IERS) es el organismo encargado del seguimiento y cálculo de este movimiento, que se considera impredecible a largo plazo.[1]

Componentes del movimiento polar

Se considera que el movimiento polar es la combinación de tres factores distintos: dos movimientos cuasi-periódicos, y una deriva gradual.[3]

  • El Bamboleo de Chandler es el componente dominante del movimiento polar.[1] Describe una trayectoria casi circular de entre 3 y 15 m de diámetro en un periodo de unos 14 meses.
  • La oscilación anual, que describe un círculo menor, coincidiendo con la acumulación estacional de masas de agua.[3]
  • La deriva, en dirección hacia el meridiano 80° oeste, y cuya causa se cree es debida a movimientos en el manto terrestre y a la paulatina pérdida de hielo de Groenlandia. Esta deriva es impredecible, y se desplaza a una velocidad ligeramente superior a un metro por década.[4]

Además de estos tres componentes, la ubicación de los polos experimenta variaciones diarias debidas a las mareas, pero sus efectos son muy pequeños.[3] También fenómenos tectónicos como los terremotos pueden alterar la posición del polo.[5]

Véase también

Referencias

  1. «Earth Rotation and Equatorial Coordinates» (en inglés). Archivado desde el original el 18 de agosto de 2011. Consultado el 10 de agosto de 2011.
  2. «El planeta Tierra» (PDF). Archivado desde el original el 14 de agosto de 2014. Consultado el 10 de agosto de 2011.
  3. «Polar motion» (en inglés). Consultado el 10 de agosto de 2011.
  4. «Polar motion, 2001-2006» (en inglés). Archivado desde el original el 11 de mayo de 2012. Consultado el 10 de agosto de 2011.
  5. «Efectos del Terremoto sobre la Tierra». Consultado el 10 de agosto de 2011.
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