Nicea (mitología)

Nicea o Nikaia (del griego Νίκαια, Níkaia, "agradable"), pero también Nikeia, Nicaea o Niceia, en la mitología griega, era una ninfa náyade ('la ninfa Astakid', como refiere Nono de Panópolis[1]) de los manantiales o fuentes de la colonia griega de Nikaia en Bitinia (noroeste de Anatolia) además de la diosa del lago Askanio. Era hija del dios río Sangario y de Cibeles.[2]

Mitografía

Aunque Nicea era hermosa, odiaba el amor y solo amaba cazar. Un pastor de Frigia, Himno, se enamoró de ella, que era seguidora de la diosa Artemisa. Angustiada por su persistencia, le disparó en el corazón con una flecha y le mató. Eros, furioso por su crueldad, inspiró un fuerte deseo a Dioniso a enamorarse de ella. La persiguió durante mucho tiempo, pero se resistió continuamente hasta que se las arregló para emborracharla convirtiendo el agua de un manantial en vino. Así de esta unión nació Teleté (la consagración, la iniciación), que se convertiría en seguidora de su padre.[3]

Nicea pensó en suicidarse al principio, pero finalmente se reconcilió con Dioniso y tuvo otro hijo con él, Sátiro. En su honor, Dioniso fundó la ciudad de Nicea en Asia Menor.

Nicea estaba estrechamente relacionada con Aura, hija de la diosa frigia Cibeles que también había sido violada por Dioniso. Probablemente, ambas fueron traducciones griegas de diosas indígenas de Anatolia donde el Dioniso de los mitos griegos tiene su homólogo frigio Sabacio.[2]

Véase también

Referencias

  1. Nono de Panópolis, Dionisíacas, 16 passim; 48. 866–876.
  2. Theoi (ed.). «Nikaia». Consultado el 4 de diciembre de 2019.
  3. Nono de Panópolis, Dionisíacas, Libro 15.
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