O sancta simplicitas!

O sancta simplicitas! (¡oh, santa ingenuidad!) fue, según la leyenda, la última frase pronunciada por Jan Hus (1369-1415), cuando estaba ya en el martirio de la hoguera, a la que se le había condenado por hereje, y se fijó en cómo una viejecilla, movida por su celo religioso, arrojaba más leña a las llamas en las que aquel ardía.[1]

Martirio de Jan Hus (Spiezer Schilling, 1485).

Es similar a la frase de Jesucristo: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.[2] Sin embargo, se trata en realidad de una expresión acuñada por san Jerónimo en su epístola 57 a Pamaquio: Venerationi mihi semper fuit non verbosa rusticitas, sed sancta simplicitas ("siempre he venerado, no la tosca verbosidad, sino la santa sencillez").[3]

Referencias

  1. 1412 - 1415
  2. Lucas 23, 34.
  3. Oxford University Press, ed. (2016). «St Jerome c.ad 342–420». oxfordreference.com. Oxford Essential Quotations (4 ed.).
Este artículo ha sido escrito por Wikipedia. El texto está disponible bajo la licencia Creative Commons - Atribución - CompartirIgual. Pueden aplicarse cláusulas adicionales a los archivos multimedia.