Olga Sacharoff

Olga Nicolaevna Sacharoff (Tiflis, Georgia, 28 de mayo de 1881-Barcelona, 1967) fue una pintora española de origen ruso (región Cáucaso Sur) que formó parte de la Escuela de París con un estilo que transitó por el cubismo, el dadaísmo, el retorno a la figuración (ingenua, primitivista...) con un fuerte componente de realismo mágico, dedicando sus últimos años al paisaje y al retrato.

Olga Sacharoff
Información personal
Nombre de nacimiento Olga Nicolaevna Sacharoff
Nacimiento 28 de mayo de 1881
Tiflis, Bandera de Rusia Imperio ruso
Fallecimiento 1967
Barcelona, EspañaBandera de España España
Nacionalidad [española de origen ruso]
Familia
Cónyuge Otho Lloyd
Educación
Educada en Tbilisi State Academy of Arts
Información profesional
Área Pintura
Años activa 1899-1967
Movimientos Cubismo, Expresionismo, Naif
Distinciones Medalla de la Ciudad de Barcelona

Vida y obra

Nació en Georgia, estado actualmente independiente y antes englobado en la Imperio ruso. Su madre era de origen persa. Tras estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Tiflis, se trasladó a Múnich (1910) y entró en contacto con el expresionismo alemán. Allí residía también su futura pareja, el fotógrafo y pintor Otho Lloyd, quien vivía gracias al dinero que le remitía su madre desde Suiza. Olga y Otto no se conocieron en Múnich, sino años después en Capri, durante un veraneo.

Olga Sacharoff viajó a París en 1911, acusando la influencia de Cézanne hasta sumergirse en el cubismo más radical, denominado «sintético». Ya emparejada con Otho Lloyd, frecuentó el círculo de exiliados rusos encabezado por Marie Vassilief. Representativo de esta fase cubista de Sacharoff es el Busto femenino, incluido en una reciente colectiva de Mujeres de la vanguardia española (organizador: Fundación Mapfre, Madrid).

Traslado a España

El estallido de la Primera Guerra Mundial llevó a Sacharoff a viajar a España en 1915, junto con Otto. Primero la pareja residió en Mallorca, y en 1916 se estableció en Barcelona. Algún historiador considera que ella fue la introductora del cubismo en dicha ciudad. Sacharoff colaboró en la revista de Francis Picabia 391, que se editó en Barcelona y que se considera portavoz del dadaísmo. De esta revista se publicaron cuatro números, en los que colaboraron también Marie Laurencin y Apollinaire.

Olga Sacharoff expuso obras en los Salons d'Automme de París de cuatro años (1920-22 y 1928); la prensa francesa elogiaba su imaginación y decorativismo. Pero vivía en Barcelona casi en el anonimato total y expuso por primera vez en dicha ciudad en 1922. En 1929 colgó sus obras en una muestra individual en la galería Bernheim Jeune, una de las punteras de París. La crítica la etiquetó como «una nueva Marie Laurencin, rusa». En la ciudad condal tenía una buena amiga Laura Albéniz, pintora e ilustradora, en cuya casa se celebraban habitualmente tertulias donde asistían intelectuales y artistas de la época.

En ese momento, Olga y Otto viven una crisis de pareja y se separan. Ella entra en una depresión y deja de pintar durante cinco años. Reaparece en 1934, con una exposición en las Galerías Layetanas de Barcelona y al año siguiente en el Salón Montjuic, donde fue nombrada «Miembro societario».

Al estallar la guerra civil española (1936), Olga se traslada a París y se reencuentra con Otto Lloyd; se reconcilian y en 1939 exponen juntos en la Perls Gallery de Nueva York. Acabada la guerra, regresan a Barcelona, su casa se convirtió en sede de una animada tertulia, de la que queda como testimonio un cuadro, La Colla, con 41 personajes.

Elegida por Camón Aznar, participa en el I Salón de los Once de Eugenio D'Ors en la Galería Biosca de Madrid. Dos años después organiza una retrospectiva de su obra parisina de 1910-30, y en 1960, la Dirección General de Bellas Artes le dedica una antológica. En 1964, sus amistades se movilizan para que se le conceda la Medalla de la Ciudad de Barcelona, y lo consiguen. Olga Sacharoff muere tres años después, en 1967.

Sacharoff abordó la ilustración de libros: La casa de Claudine de Colette (1944), Donde crecen las lilas de Cirlot, Sempre i ara (Siempre y ahora) de Clementina Arderiu, Netochka Nezvanova de Fiódor Dostoyevski (1949)...

En fecha reciente (h. 2002) se le dedicó una antológica a dúo con María Blanchard, en Bilbao (Sala de Exposiciones BBK, Gran Vía). Se incluyó una pieza de la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza. En el Museo de Montserrat, tiene obras pictóricas importantes como Junto al río, Sombrerería o Floristería.

En el año 2017 la Generalidad de Cataluña conmemoró los cincuenta años de su fallecimiento declarando el Año Sacharoff, organizando una programación que englobó un gran número de actividades como conferencias, charlas, debates, seminarios y exposiciones. La historiadora y crítica de arte, Elina Norandi, fue nombrada, por el Departament de Cultura, comisaria de la conmemoración. La exposición central se celebró en el Museu d'Art de Girona; titulada "Olga Sacharoff: pintura, poesia y emancipación", mostró más de ochenta obras de la artista.

Análisis

A partir de los años 1930, Sacharoff dejó atrás sus audacias más vanguardistas y se sumergió en un gusto naif que dejó atrás las influencias de Henri Rousseau. Su estilo adoptó rasgos líricos y amables, y se puso al servicio de una visión idealizada de Cataluña: paisajes, costumbres, tipos populares. En general, predominaban las composiciones con múltiples personajes, servidas con trazos esquemáticos y vivo colorido. El Museo Nacional Reina Sofía de Madrid posee una pintura de gran formato correspondiente a esta etapa.

Su producción a partir de 1940 se volvió más decorativa y repetitiva, en respuesta a la demanda y para integrarse en el circuito de galerías más comerciales, en unos años de posguerra poco propicios a audacias vanguardistas. El género del retrato ganó protagonismo. Este tipo de obras, estéticamente gratas pero sin audacia, goza de creciente estimación en la actualidad.

Al igual que Pere Pruna, Olga Sacharoff pertenece a una tradición figurativa más bien continuista o no conflictiva que se desarrolló en la España de posguerra paralelamente al florecimiento de las vanguardias en el extranjero. Relegada a un relativo silencio de la crítica durante los años 70 y 80, Sacharoff ha recuperado presencia en el circuito de exposiciones y galerías gracias a la pujanza de un cierto tipo de coleccionismo.

Bibliografía

  • DDAA (2004). «La Gran Enciclopèdia en català, Tomo 18». Barcelona, Edicions 62 (en catalán). ISBN 84-297-5446-6.
  • Glòria Bosch i Mir, Susanna Portell (1993). «Olga Sacharoff y Otto Lloyd». Eumo editorial. ISBN 84-7602-629-3.
  • Elina Norandi (2006). «Olga Sacharoff». Al-Mudayna. ISBN 84-87090-39-7.

Enlaces externos

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