Ophthalmosaurus

Ophthalmosaurus (que significa “lagarto ojo” en griego) es un género extinto de ictiosaurio de la familia ophthalmosauridae que vivío durante el Jurásico Medio hasta principios del Jurásico Superior (entre 165 a 157 millones de años), obtiene su nombre de sus ojos extremadamente grandes. Tenía un grácil cuerpo delfinoide de 6 metros de largo, con mandíbulas casi desdentadas bien adaptadas para atrapar calamares. Los mayores hallazgos fósiles realizados para este género han sido hechos en Europa y América del Norte.

Ophthalmosaurus
Rango temporal: 165 Ma - 157 Ma
Jurásico Medio (Bathoniense) - Jurásico Superior (Oxfordiense)

Ophthalmosaurus icenicus
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Sauropsida
Subclase: Diapsida
Superorden: Ichthyopterygia
Orden: Ichthyosauria
Suborden: Neoichthyosauria
Infraorden: Thunnosauria
Familia: Ophthalmosauridae
Subfamilia: Ophthalmosaurinae
Género: Ophthalmosaurus
Seeley, 1874
Especies
  • O. icenicus Seeley, 1874 (especie tipo)
  • ?†O. natans (Marsh, 1879 [originalmente Sauranodon nom. preoc.])
Sinonimia

Véase el texto

Descubrimiento y especies

Ophthalmosaurus con un humano a escala
O. icenicus.

Los géneros Apatodontosaurus, Ancanamunia, Baptanodon, Mollesaurus, Paraophthalmosaurus, Undorosaurus y Yasykovia fueron todos considerados como sinónimos más modernos de Ophthalmosaurus por Maisch & Matzke, 2000.[1] Sin embargo, todos los análisis cladísticos más recientes han encontrado que Mollesaurus periallus de Argentina es un género válido de oftalmosáurido.[2][3][4] Ophthalmosaurus natans probablemente tampoco es una especie de Ophthalmosaurus,[2] para la cual el nombre del género Baptanodon Marsh, 1880 está disponible. La validez de Undorosaurus es ahora aceptada por muchos autores, incluso por Maisch (2010) quien originalmente lo propuso como sinónimo.[5][6][7][8][3] y los otros dos taxones rusos también podrían ser válidos.[7][3] Ophthalmosaurus chrisorum Russell, 1993 fue reclasificado en su propio género, Arthropterygius en 2010 por Maxwell.[9] Se han realizado posibles hallazgos adicionales de este género en México.[10]

Dentro de Ophthalmosauridae, Ophthalmosaurus fue considerado como cercanamaente relacionado con Aegirosaurus.[11] No obstante, muchos análisis cladísticos recientes han encontrado que Ophthalmosaurus forma un clado con Acamptonectes y Mollesaurus. Aegirosaurus es considerado como un pariente cercano de Platypterygius, y por lo tanto no pertenece a Ophthalmosaurinae.[3][4]

Paleobiología

Como otros ictiosaurios, Ophthalmosaurus paría a sus crías sacándolas primero por la cola, evitándoles ahogarse. Esqueletos de jóvenes no nacidos han sido hallados en cerca de cincuenta hembras en hallazgos fósiles, y el tamaño de las camadas iba de dos a once crías.

Esqueleto de un Ophthalmosaurus icenicus

Ophthalmosaurus tenía un cuerpo con forma de lágrima y una aleta caudal similar a una medialuna Sus miembros delanteros estaban más desarrollados que los traseros, lo que sugiere que las aletas frontales timoneaban mientras la cola realizaba la propulsión. La fama de Ophthalmosaurus' se debe sobre todo a sus grandes ojos que alcanzaban 10.16 centímetros de diámetro, lo que los hacía bastante grandes en relación a su tamaño corporal. Los ojos ocupaban casi todo el espacio en el cráneo y estaban protegidos por placas óseas (el anillo esclerótico), que probablemente se ocupaban de mantener la forma de los globos oculares contra la presión del agua en las profundidades. El tamaño de los ojos y los anillos escleróticos sugieren que el Ophthalmosaurus cazaba en las profundidades donde no hay mucha luz solar o bien haber cazado de noche cuando sus presas eran más activas.

Los cálculos sugieren que un Ophthalmosaurus típico podía estar sumergido por aproximadamente 20 minutos o más. La velocidad de nado de Ophthalmosaurus ha sido estimada en unos 2.5 m/s o mayor, pero asumiendo una velocidad más conservadora de 1 m/s, un Ophthalmosaurus podría haber sido capaz de bucear a 600 metros y regresar a la superficie en 20 minutos.

En las uniones óseas de los esqueletos de Ophthalmosaurus hay indicios que sufría del síndrome de descompresión, posiblemente a causa de sus tácticas de evasión. Las ballenas modernas sufren de este mal cuando ascienden rápidamente para escapar de depredadores.[12]

Véase también

Referencias

  1. Maisch MW, Matzke AT. 2000. The Ichthyosauria. Stuttgarter Beiträge zur Naturkunde Serie B (Geologie und Paläontologie) 298: 1-159.
  2. Patrick S. Druckenmiller and Erin E. Maxwell (2010). «A new Lower Cretaceous (lower Albian) ichthyosaur genus from the Clearwater Formation, Alberta, Canada». Canadian Journal of Earth Sciences 47 (8): 1037-1053. doi:10.1139/E10-028.
  3. Fischer, V.; Masure, E.; Arkhangelsky, M.S.; Godefroit, P. (2011). «A new Barremian (Early Cretaceous) ichthyosaur from western Russia». Journal of Vertebrate Paleontology 31 (5): 1010-1025. doi:10.1080/02724634.2011.595464.
  4. Valentin Fischer, Michael W. Maisch, Darren Naish, Ralf Kosma, Jeff Liston, Ulrich Joger, Fritz J. Krüger, Judith Pardo, Jessica Tainsh and Robert M. Appleby (2012). «New Ophthalmosaurid Ichthyosaurs from the European Lower Cretaceous Demonstrate Extensive Ichthyosaur Survival across the Jurassic–Cretaceous Boundary». PLoS ONE 7 (1): e29234. doi:10.1371/journal.pone.0029234.
  5. Storrs, Glenn W.; Vladimir M. Efimov and Maxim S. Arkhangelsky (2000). «Mesozoic marine reptiles of Russia and other former Soviet republics». En Benton, M.J.; Shishkin, M.A.; and Unwin, D.M., ed. The Age of Dinosaurs in Russia and Mongolia. Cambridge: Cambridge University Press. pp. 140-159. ISBN 9780521545822.
  6. McGowan C, Motani R. 2003. Ichthyopterygia. – In: Sues, H.-D. (ed.): Handbook of Paleoherpetology, Part 8, Verlag Dr. Friedrich Pfeil, 175 pp., 101 figs., 19 plts; München
  7. Michael W. Maisch (2010). «Phylogeny, systematics, and origin of the Ichthyosauria – the state of the art». Palaeodiversity 3: 151-214.
  8. Fischer, V.; A. Clement, M. Guiomar and P. Godefroit (2011). «The first definite record of a Valanginian ichthyosaur and its implications on the evolution of post-Liassic Ichthyosauria». Cretaceous Research 32 (2): 155-163. doi:10.1016/j.cretres.2010.11.005.
  9. Maxwell, E.E. (2010). «Generic reassignment of an ichthyosaur from the Queen Elizabeth Islands, Northwest Territories, Canada». Journal of Vertebrate Paleontology 30 (2): 403-415. doi:10.1080/02724631003617944.
  10. Buchy,, Marie-Céline; López Oliva, José Guadalupe (2009). «Occurrence of a second ichthyosaur genus (Reptilia: Ichthyosauria) in the Late Jurassic Gulf of Mexico.». Boletín de la Sociedad Geológica Mexicana 61 (2): 233-238.
  11. Fernández M. 2007. Redescription and phylogenetic position of Caypullisaurus (Ichthyosauria: Ophthalmosauridae). Journal of Paleontology 81 (2): 368-375.
  12. Cannon, John. 2007. Why Do Whales Get the Bends?. ScienceNOW Daily News. Archivado el 2 de febrero de 2009 en Wayback Machine..
  • M. S. Fernández. 2003. Ophthalmosauria (Ichthyosauria) forefin from the Aalenian-Bajocian boundary of Mendoza Province, Argentina. Journal of Vertebrate Paleontology 23(3):691-694.
  • R. L. Carroll. 1988. Vertebrate Paleontology and Evolution. W.H. Freeman and Company.

Enlaces externos

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