Ordoño de Astorga
San Ordoño (? - c. 1065) fue obispo de Astorga en el siglo XI.
San Ordoño | ||
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Información personal | ||
Fallecimiento | 1065 | |
Religión | Iglesia católica | |
Información profesional | ||
Ocupación | Sacerdote católico | |
Cargos ocupados | Obispo de Astorga (1061-1066) | |
Información religiosa | ||
Canonización | Antigua | |
Festividad | 23 de febrero | |
Orden religiosa | Orden de San Benito | |
Las noticias acerca de este prelado son confusas y contradictorias, presumiblemente por haber sido confundido con otros del mismo nombre que también fueron obispos de Astorga por las mismas fechas. Algunos autores[1][2][3] lo mencionan como monje benedictino del monasterio de Sahagún en tiempos de Sampiro, aunque otros consideran que no hay razones fundadas para considerarle como tal.[4][5] Tampoco está clara la fecha en la que se posesionó del obispado, que algunos señalan en 1055,[3] y otros adelantan hasta 1062, basándose en el epitafio de su sepultura.[4]
El episodio más conocido de su episcopado, en el que todos los autores concuerdan, es su protagonismo en la traslación del cuerpo de San Isidoro desde Sevilla a León: en 1063 el rey Fernando I de León organizó una expedición militar contra Mérida, en la Taifa de Badajoz, y desde allí comisionó a Ordoño y al obispo de León Albito para que acompañados por Gonzalo Núñez de Lara y los condes Fernando Ansúrez y Gonzalo Salvadórez fueran hasta Sevilla con la misión de recuperar el cuerpo de Santa Justa; no consiguieron encontrar los restos de ésta, pero sí los de San Isidoro, quien revelándose a Albito le comunicó el lugar de su sepultura, anunciándole también su próxima muerte. Efectivamente, el obispo leonés murió una semana después de hallar el sepulcro del santo, y con la anuencia del rey abadí de la Taifa de Sevilla Al-Mutadid, Ordoño regresó con los cuerpos de ambos, que depositó en la iglesia de San Juan de León; en agradecimiento, el rey le recompensó concediéndole el monasterio de Santa Marta de Tera.[6][7]
En su epitafio, que algunos toman como fuente,[4][5] se le menciona explícitamente como fallecido el 23 de febrero de 1065, aunque su firma todavía aparece en documentos de 1066;[8] es posible que el epitafio pudiera tener las fechas equivocadas por haber sido colocado bastantes años después de su fallecimiento,[3][8] aunque no hay constancia de ello por no haber sido estudiado convenientemente.[9] Dicho epitafio fue descubierto en 1740 en la remodelación de la iglesia de Santa Marta de Astorga, ocasionando que el obispo Pedro de Cáceres iniciase las averiguaciones conducentes a esclarecer la santidad de Ordoño, en las que intervinieron Martín Sarmiento y Benito Jerónimo Feijoo.[8] En 1903 sus restos fueron trasladados al Palacio Episcopal de Astorga.[10]
Su festividad se celebra el 23 de febrero.[11][12]
«Detén el llanto, lector, al ver la pira Que funestos despojos no en sí acoge Si de virtudes la abundante troje Que al zafir trasladado las recoge. Un prelado a quien Astorga admira, Y ausente le suspira todo el mundo, Porque no halla a Ordoño otro segundo En cuantos doctos, virtuosos en sí mira: Porque un prelado docto y virtuoso, Tardo al castigo, al premio presuroso, Prompto al desvalido, quanto a sí negado, De propios y extraños perpetuo consuelo, Tres años Astorga y después el Cielo Perpetuo le goza, pues lo había dado».[13] |
Referencias
- Prudencio de Sandoval: Fundaciones de los monasterios del glorioso Padre San Benito, p. 86.
- Antonio de Yepes: Crónica general de la orden de San Benito, a. 1063.
- José Pérez, Romualdo Escalona: Historia del Real Monasterio de Sahagún, libro II, cap. IV.
- Enrique Flórez: España sagrada, vol. XVI, pp. 178-183.
- Pedro Rodríguez López: Episcopologio asturicense, tomo II, pp. 106-118.
- Enrique Flórez: España sagrada, vol. IX, pp. 206-212.
- Gil González Dávila: Theatro eclesiastico de las ciudades e iglesias catedrales de España, tomo I, pp. 242-245, reproduce la donación del monasterio.
- Antonio Berjón: Nuevo lucífero para la historia de la diócesis de Astorga, pp. 281-319.
- Fidel Fita: El sepulcro de San Ordoño, obispo de Astorga.
- Matías Rodríguez Díez: Historia de la muy noble, leal y benemérita ciudad de Astorga, pp. 334-335.
- Nicolas Caussin: La Corte Santa, tomo IV, p. 184.
- Miguel Salvá, Pedro Sainz de Baranda: Calendario español, en CODOIN, XXII, p. 294.
- Epitafio de San Ordoño, reproducido por Matías Rodríguez, op. cit.