Pago de Pico
El Pago de Pico (del mapudungún: Pikun ‘norte’)[1][2] era el centro étnico de los Picones,[3] localizado a 8 km al noroeste de Melipilla. Posteriormente asiento de la Hacienda de Pico. Actualmente Puangue al noroeste de Melipilla.
Desarrollo
El centro étnico de los Picones más eminente parece haber radicado en el pago de Pico, situado en las cercanías de Melipilla.[4][5][6] Precisamente, setenta indígenas Picones fueron encomendados al obispo Rodrigo González Marmolejo, por Pedro de Valdivia.[7] Tuvo más tarde el disfrute de la encomienda, Antonio González Montero, sobrino del eclesiástico.[7] En el siglo XVIII, existía en las cercanías de Pomaire, el pueblo de indios de Pico,[8] ubicado en la hacienda del mismo nombre, a unos 8 km al noroeste de Melipilla, adscrito a la Doctrina de Llolleo.[9] Probablemente, Pico fue una cabecera de relieve, desde que un curaca con ese nombre aparecía entre las "cabezas" excelsas del Reino, en tiempos de Valdivia.[10] En el rol de 1894 todavía aparecía con el nombre de Pico[11] con un avalúo de 142.000 pesos de la época.
A la llegada de los españoles al Valle de Santiago son nombrados (se refieren en realidada los curacas y loncos de los lugares y no a nombres propios salvo Michimalonco y Tangalonco).
En efecto, al parlamento de Santiago: “... concurrieron los principales capitanes y cabezas del Reino: entre los cuales estaban el capitán Jaujalongo, Chingaymanque, Apoquindo, Butacura (Vitacura) Lampa, Maipolipillán, Colina, Melipilla, Peumo, Pico, Poangue, Cachapoal, Teno, Gualemo, y el General MichimalongoMariño de Lobera 1865: 70
”
Encomienda
En otro orden, el mismo conquistador donó a Juan Bautista Pastene una encomienda, en 1550, en la que se incluyeron:
"Los caciques llamados Antequilica e Chumavo o Catalogna con todos sus indios... que tienen su tierra en la provincia de los Picones e valle llamado de Poangui... con más las tierras e asiento que tienen los dichos caciques cerca del río Maipo, llamado Pico, para sembrar los años que son de sequía que por no tener agua el valle dicho de Poangue van allí a sembrar e lo tienen por suyo de tiempos pasados"Juan Bautista Pastene[12]
en las doctrinas de Choapa a Cauquenes, la existencia de los siguientes pueblos: Choapa, La Ligua, Quillota y Mollaca, Curimón, Aconcagua, Putaendo, Apalta, Colina, Lampa, El Salto, Huechuraba, Quilicura, Melipilla, Guachün, Llopeo, Pico, Apoquindo, Macul, Huaycoche, Tango, Aculeo, Chada, Maypo, El Principal, Malloa , Tagua Tagua, Copequén, Rapel, Colchagua, Pichidegua, Peumo, Nancagua, Teno y Rauco, Peteroa, Lora, Gualemo, Mataquito, Gonza, Ponihue, Vichuquen, Huenchullami, Duao, Rauquén, Pocoa, Putagán, Cauquenes y Chanco. Posteriormente se incluye Longomilla donde existen numerosos asentamiento de indígenas.
Ginés de Lillo
En 1601, Ginés de Lillo entregó tierras a los promaucaes que vivían en ellas. En el caso de Pico entregó 191 cuadras.[14]
Desaparición
La desaparición de los Picones estuvo a la política de usurpación y enajenación territorial en los primeros años de la colonia que hicieron desaparecer importantes pueblos de indios o comunidades indígenas debido al traslado y despoblamiento de territorios, como también pasó con el pueblo de indios de Huechún en el valle del Puangue, cuya suerte fue la desaparición, sin que las mensuras del siglo XVII llegaran a constituir la propiedad de sus tierras, y tampoco existieron reclamos reivindicativos en los años siguientes. Este último corrió igual destino, en 1584 aparecía cercado por las tierras de su encomendero y en 1628 aparece extinguido por la usurpación de sus tierras y traslado de la mano de obra encomendada
Hacienda
El territorio y asentamiento de Pico se situaba al norte del río Maipo; se hace mención de la existencia del pueblo de Pico para mediados del siglo XVIII, junto al de Pomaire, ubicado, en la hacienda de Pico.[6]
Notas y referencias
- Pico probablemente sería una corrupción o traducción castellana defectuosa de piku
- Téllez, Eduardo. "Picones y promaucaes". Boletín de Historia y Geografía Nº 8, pp. 23-33. Universidad Católica Blas Cañas. 1991. p.25.
- Si bien tradicionalmente a las poblaciones establecidas entre los ríos Aconcagua e Itata, se les ha designado como pikunches, las diferencias culturales existentes entre dichos grupos en el siglo XVI, llevaron a los propios españoles “... a encarar parecidas dificultades al momento de proceder a delimitar la identidad de las diversas comunidades étnicas. Los peninsulares del siglo XVI jamás utilizaron un nombre genérico al definir la población del centro. Aluden a indios de Aconcagua, mapochoes o cauquenes, nunca pikunches. Dos siglos más tarde se seguía hablando de quillotanos, mapochoes y promaucaes para referirse a la población autóctona.
- Manríquez, Viviana. “Purum Aucca Promaucaes. De “no conquistados enemigos” a indios en tierras de Puro, Rapel y Topocalma. Siglos XVI-XVIII”. Tesis Licenciatura en Historia. Pontificia Universidad Católica de Chile. Instituto de Historia. Santiago. 1997. p.31.
- Farga, Cristina. “El valle de Aconcagua...”. Op. cit.: 23; Manríquez, Viviana. “Purum Auca...” Op. cit.
- Téllez, Eduardo. "Picones y promaucaes". Boletín de Historia y Geografía Nº 8, pp. 23-33. Universidad Católica Blas Cañas. 1991. p.24.
- CDIHCh, la., XI: 319 y 356; 444-446.
- Silva, Fernando. Tierras y pueblos de indios. Op. cit.: 79, 80.
- Enrique Espinoza, Geografia Descriptiva de la República de Chile, Stgo., 1903: 273.
- Mariño de Lovera, 1595: 272
- Jeografía descriptiva de Chile de 1896 página 255
- CDIHCh, la., XVIII: 445.
- CG,vol.578, N°7076. op.cit. Silva 1962:161
- Borde et.al: 1956:33
Bibliografía
- Etnogeografía, Geografía de Chile, Inst. Geog. Militar, Stgo. 1987; XVI: 147. El profesor Larrain efectúa en este trabajo una extensa y atrayente indagación acerca de la población picunche, adoptando el criterio de dividirla entre picunches septentrionales y meridionales. Los últimos son identificados con los promaucaes. Dedica también un estimulante análisis a la cuestión concerniente a la identidad de los Picones.
- Guillermo A. Bravo, "El Obraje de Melipilla en el siglo XVII". Cuadernos de Historia Nº 7, pp. 119-135. Universidad de Chile. Santiago. 1987.
- Mario Góngora, y Jean Borde. Evolución de la propiedad rural en el Valle del Puangue. Editorial Universitaria. Tomo I. Santiago. 1956.
- Origen de los inquilinos de Chile central. ICIRA. Santiago. 1974.
- Eduardo Téllez,. "Picones y promaucaes". Boletín de Historia y Geografía Nº 8, pp. 23-33. Santiago. 1991.