Casa de huéspedes

Pensión o casa de huéspedes es un tradicional establecimiento de hostelería de menor categoría que el hostal y el hotel, típico en España, Francia e Italia.[1] En su origen, se trataba, por lo general, de una casa particular que acogía huéspedes para comer, dormir o en «pensión completa», por un precio módico.[2] En la actualidad podría asociarse con algunos aspectos del modelo bed & breakfast («cama y desayuno»), y en menor medida con lo que en inglés se denomina guest house (en el uso continental del concepto o tipo de albergue),[3] y pension,[4] y en francés pension, o el más general pension complète.[5] No obstante, el uso de los términos pensión o casa de huéspedes, a menudo ambiguo, puede aparecer como sinónimo de otros tipos de hospedaje, sean la fonda, la posada o el parador.[6][7]

Entrada a la pensión de doña Luisa, en Segovia (España), convertida en Casa-Museo de Machado.

Historia y descripción

El concepto «casa de huéspedes», o «casa para huéspedes», queda esbozado ya en el siglo iv,[lower-alpha 1] entendido como recurso ‘hostelero’ similar al promocionado por los emperadores romanos y los servicios de «cauponas», «mansioes» y «mutationes» en las vías romanas de comunicación, habida cuenta de que se incentivó el espíritu comercial de los terratenientes propietarios de los terrenos por los que pasaba la calzada; ampliando así la red de hospedaje. Un modelo que conservaron las medievales vías romeas, y los viajeros del Camino de Santiago.

Interior de la Pensión Santa Clara en Torremolinos (España) hacia 1942.

En el territorio español y ya en la primera mitad del siglo xix, en las llamadas posadas secretas (precedente de las ‘casas de huéspedes’ y las ‘pensiones’), los dueños de la casa, piso o inmueble, alquilaban una parte amueblada, por lo general un dormitorio o habitación, a ocasionales huéspedes, con derecho a media pensión o pensión completa.[8] Sus precios variaban según la situación, dimensiones, calidad y cantidad de la comida y confort general.[9]

En las grandes capitales españolas a mediados del siglo xix, fueron el recurso de hospedaje más frecuente adoptado por los forasteros. En Madrid, según asegura Pedro Felipe Monlau, había unas 450 casas de huéspedes, con precios entre los 6 a 40 reales diarios, siendo habitual la tasa de unos 15 reales al día.[10][lower-alpha 2] Con el paso de los años, el carácter secreto o ilegal de las casas de huéspedes –todavía practicado por ejemplo durante la postguerra española– se fue regulado por las sucesivas y frecuentemente cambiantes leyes de hostelería.[1][11] En el siglo xix, casa de huéspedes y pensión designaban en España idénticos establecimientos y negocios, hasta que finalmente la pensión (P) quedó incluida como tipo de establecimiento más bajo en la escala de hostelería. Esta normativa, coincidente con el periodo del franquismo,[12] sería luego modificada en virtud de las diferentes disposiciones legales adoptadas por cada autonomía.[lower-alpha 3][11][6]

En algunos países se emplea o se traduce como casa de huéspedes un edificio gubernamental de alojamiento diplomático. Así por ejemplo la Casa de Huéspedes Ilustres de Colombia, o la Casa de huéspedes de Taipéi en China. Otro edificio con denominación caprichosa relacionada es la La pensión Hằng Nga, moderna construcción vietnamita dedicada a la diosa china de la Luna.[13]

Pensiones históricas

La habitación de Antonio Machado en la pensión de doña Luisa.

En España, puede visitarse un modelo de típica pensión provinciana en la capital segoviana, en la casa de huéspedes en la que vivió el poeta Antonio Machado durante los 13 años que permaneció como catedrático de instituto en esa capital.[14] El inmueble se conserva como Casa-Museo de Machado.[15]

En Francia se podrían mencionar las pensiones que acogieron a los pintores del grupo de Pont-Aven, la Pensión Gloanec y la de Marie Henry.[16]

Honorables huéspedes

Honorables o famosos huéspedes que han dejado descripciones de sus propias vivencias en las pensiones que frecuentaron en mayor o menor medida, fueron, además de Machado, escritores como Camilo José Cela,[17] o Benito Pérez Galdós,[18][lower-alpha 4] pintores como Santiago Rusiñol (en la pensión “Cruzito”, luego hostal Santiago Rusiñol),[19] o estadistas como León Trotski (Madrid, 1916).[20]

En la literatura

Además de las populares casas de huéspedes descritas por Agatha Christie (como la que sirve de escenario a novelas como el Asesinato en la calle Hickory,[lower-alpha 5] o El misterio de la guía de ferrocarriles, donde se hospeda el sospechoso viajante de comercio...), o de la pensión «Quisisana» (luego «Hotel degli Orafi» de Florencia) de la novela y película Una habitación con vistas; y al margen de la quizás interminable lista de las pensiones, casas de huéspedes y demás albergues de difícil clasificación que se describen en las antologías de viajeros por Europa, y en especial por España,[21] hay que elegir, por su cantidad y calidad, las descritas por Galdós tanto en el conjunto de los Episodios nacionales como en su novelística.[22] Así, por ejemplo, la casa de doña Virginia, en la calle de la Abada de Madrid, escenario muy completo para El doctor Centeno, una de las novelas con mayor carga autobiográfica quizá, en la obra de Galdós:

Llegaron por fin a su casa, que era de las que llamamos de huéspedes, y estaba, según cuenta quien lo sabe, en una mala calle situada en un barrio peor. (...) Subieron al cuarto, que era segundo con entresuelo, por la mal pintada, peor barrida y mucho peor alumbrada escalera, y antes de que llamaran abrió con estruendo la puerta una hermosa harpía... [y sigue más adelante Galdós con la descripción del hostal] ...aquel largo pasillo, con tres vueltas, parecido a una conciencia llena de malicias y traiciones; aquella estera rota, tan peligrosa para el que andaba un poco de prisa; aquellos cuartos que al angosto pasillo se abrían, aquella sala y gabinete donde se aposentaban los huéspedes de campanillas; aquel olor de fritanga que desde la cocina se esparcía por toda la casa, saliendo hasta la escalera para dar el “quien vive” a todo el que entraba...
Benito Pérez Galdós (1883)

Iconografía

Series de televisión

Véase también

Notas

  1. Aunque es difícil precisar la fuente, se le adjudica a san Basilio el Grande, la ‘creación’ en el año 374 de la primera casa de este tipo en la primitiva ciudad palestina de Cesarea.
  2. Explica Monlau, textualmente, que «cuando estas posadas secretas tienen algún lugar vacante para huéspedes, suelen indicarlo fijando un pliego de paple blanco en la esquina de los balcones: el mismo papel blando puesto en el centro es señal de que el cuarto está desocupado o para alquilar».
  3. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, las casas de huéspedes se definen como «establecimientos que ofrecen servicios turísticos elementales, pero no alcanzan los requisitos necesarios para ser clasificados como pensiones. Deben contar con un teléfono público de uso general y, cada tres habitaciones, un cuarto de baño con bañera y/o ducha, lavabo e inodoro. Los dormitorios deben tener como mínimo 2,50 m de altura y una superficie mínima de 7m² ó 10m², según si son individuales o dobles».
  4. «... el 22 de junio, memorable por la sublevación de los sargentos en el cuartel de San Gil, desde la casa de los huéspedes, calle del Olivo, en que yo moraba con otros amigos, pude apreciar los tremendos lances de aquella luctuosa jornada.»
  5. En esa novela, la escritora inglesa utiliza el término «student hostel» o simplemente «hostel» (traducido como ‘residencia de estudiantes’) y en pasajes de otras novelas enunciado como «let's room».

Referencias

  1. «El sistema de clasificación hotelera en España». www.cehat.com. Archivado desde el original el 13 de noviembre de 2017. Consultado el 12 de noviembre de 2017.
  2. «pensión». DLE. Consultado el 13 de noviembre de 2017. «cuarta acepción del término ».
  3. «Guesthouse». empresite.eleconomista. Consultado el 14 de noviembre de 2017.
  4. «pension (inglish)». oxforddictionaries.com (en inglés). Archivado desde el original el 2 de octubre de 2018. Consultado el de noviembre de 2017. «2ª acepción ».
  5. obra= wordreference. «pension (francés)» (en español/francés). Consultado el 13 de noviembre de 2017.
  6. Marlasca, 2008, pp. 76, 83 y 99.
  7. «Pensiones, hostales y casas de huéspedes». Portal del consumidor de la Comunidad de Madrid. Consultado el 15 de noviembre de 2017.
  8. Marlasca, 2008, p. 76.
  9. Mellado, Francisco de P. (1846). «Guía del viajero en España». books.google.es. Consultado el 13 de noviembre de 2017.
  10. Monlau, 1850, p. 282.
  11. Gutiérrez, 1984, pp. 104 y 118.
  12. , L. Santiago (1992). Las cámaras de comercio durante el franquismo. Salamanca: Universidad de Salamanca. p. 169. ISBN 9788474817270.
  13. «Pensión Hằng Nga». ecured.cu. Consultado el 15 de noviembre de 2017.
  14. Gibson, Ian (2006). Ligero de equipaje. Madrid: Santillana Editores G. p. 378. ISBN 8403096860.
  15. «Narración de la estancia de Machado en Segovia». El País. Archivado desde el original el 18 de noviembre de 2008. Consultado el 13 de noviembre de 2017.
  16. Francastel, Pierre (1970). Historia de la Pintura Francesa. Madrid: Alianza Editorial. p. 338.
  17. Martínez Mansilla, Javier. «Viaje a la Alcarria con o sin Camilo José Cela». Cinco Días. El País economía. Consultado el 13 de noviembre de 2017.
  18. «Placa a Galdós en la calle Fuentes, nº 3». Memoria de Madrid. Consultado el 13 de noviembre de 2017.
  19. «Real Coliseo Carlos III». aranjuezhistoriagrafica. Consultado el 13 de noviembre de 2017.
  20. Llamazares, Julio (1998). Los viajeros de Madrid. Madrid: Ollero & Ramos. pp. 157-161. ISBN 84-7895-087-7.
  21. García Mercadal, 1972.
  22. VV.AA. (Galdós), 1988.

Bibliografía

  • Monlau, Pedro Felipe (1850). Madrid en la mano ó El amigo del forastero (1985 edición). Madrid: Guillermo Blázquez. ISBN 84-85944-44-5.
  • Varios autores (1988). Madrid en Galdós. Galdós en Madrid (catálogo de la exposición). Madrid: Comunidad de Madrid. ISBN 8445100203.

Enlaces externos

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