Pesadilla

Una pesadilla es un sueño que puede causar una fuerte respuesta emocional, comúnmente miedo o terror, aunque también puede provocar angustia, ansiedad y una profunda tristeza. Una pesadilla puede contener situaciones de peligro, malestar o pánico físico o psicológico. Regularmente, las personas que la sufren se despiertan en un estado de angustia, con un impacto emocional en el resto del día y con imposibilidad de regresar al sueño por un prolongado periodo de tiempo.[1]

Pesadilla
Síntoma

Las pesadillas pueden tener causas físicas, como dormir en una posición incómoda o tener una enfermedad como fiebre, o fisiológicas como el estrés o ansiedad e incluso ingestión de drogas y alcohol. Comer antes de dormir, lo que incrementa el metabolismo del cuerpo y la actividad cerebral, es una potencial causa de pesadillas.[2] Si las pesadillas son recurrentes e interfieren en los patrones de sueño y causan insomnio, pueden requerir de ayuda médica.

Descripción

La pesadilla es una parasomnia relacionada con el sueño REM (rapid eye movements, del inglés movimientos oculares rápidos). La persona que duerme tiene un sueño caracterizado por el miedo y la ansiedad que puede llegar a despertarle. Las pesadillas sólo llegan a ser consideradas un trastorno del sueño cuando por su frecuencia e intensidad interfieren con la actividad cotidiana de la persona. Las pesadillas tienen lugar durante períodos de sueño con movimientos oculares rápidos (fase MOR, en español movimientos oculares rápidos, también llamada fase o sueño REM).

Durante esta fase, la persona permanece inmóvil mientras duerme. Son más frecuentes en la segunda mitad de la noche. También puede presentarse en la fase II del sueño. En este caso es posible que se acompañen de movimientos mioclónicos. No deben confundirse las pesadillas con los terrores nocturnos que aparecen en las fases III y IV del sueño. Las pesadillas son más frecuentes entre los 4 y 12 años (aunque pueden manifestarse a cualquier edad), y suelen disminuir según avanza la edad. En ocasiones puede presentarse acompañadas de sensación de opresión en el pecho y dificultad para respirar (véase parálisis del sueño).

Síntomas

Las pesadillas pueden ocurrir rara vez o con más frecuencia; suelen ser breves, pero hace que la persona la haga despertar angustiadamente debido a su contenido atemorizante. Volver a dormir será muy difícil; generalmente, se percibe como vívido y real, y es muy pertubador y a menudo se vuelve más inquietante a medida que el sueño se desarrolla; por lo general, su propia trama (contenido) está relacionada con amenazas a la seguridad y/o supervivencia, pero puede tener otros temas muy pertubadores.

Algunos síntomas al tener una pesadilla son como sensaciones de temor, ansiedad, enojo o tristeza, transpiración, aflicción, imposibilidad de conciliar el sueño y palpitación muy fuerte del corazón. Al despertar de una pesadilla, una persona sufre pánico, taquicardia, respiración rápida, sudor, con las pupilas dilatadas e incluso llorando.

Las pesadillas se consideran una parasomnia solo si se presentan pesadillas recurrentes, aflicción o discapacidad importante durante el día, como ansiedad o miedo persistente o ansiedad a la hora de dormir por tener una pesadilla, problemas de concentración o memoria, imposibilidad de no dejar de pensar en las imágenes de la pesadilla, somnolencia diurna, fatiga, baja energía, problemas para desenvolverse en el trabajo, escuela o situaciones sociales y problemas de comportamiento relacionados con la hora de dormir o el miedo a la oscuridad.

Solo se requiere ayuda médica si ocurren frecuentemente y continúan a lo largo del tiempo, interrumpen de forma rutinaria el sueño, causan miedo y ansiedad de volver a dormir por otra pesadilla y causan problemas de conducta durante el día o dificultades para desempeñar.

Historia

Hasta cerca del siglo XVIII, las pesadillas eran a menudo consideradas obras de monstruos, los cuales se creía que se sentaban sobre el pecho de los durmientes, oprimiéndolo con su peso, lo que originó el nombre de pesadilla (nombre derivado de peso). Varias formas de magia y posesión espiritual también se consideraban causas. En la Europa del siglo XIX y hasta bien entrado el siglo XX se creía que las pesadillas eran causadas por problemas digestivos.

Actualmente se sabe que las pesadillas son provocadas por causas fisiológicas, tales como fiebre elevada, o por causas psicológicas, tales como un trauma psíquico inusual o estrés en la vida del durmiente. Los movimientos corporales ocasionales en las pesadillas pueden servir para despertar al durmiente, ayudando a evitar la sensación de miedo, que es uno de los componentes de las pesadillas. Generalmente, cuando el individuo despierta tras haber tenido una pesadilla, no vuelve a experimentarla al dormirse nuevamente.

Causas

A pesar de que se desconoce la causa de las pesadillas, estas son algunos ejemplos de causas que desencadenan pesadillas:

  • Estrés y ansiedad: El estrés es la reacción de su cuerpo a un desafío o demanda, mientras que la ansiedad es un estado mental que se caracteriza por una gran inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad. Algunos ejemplos de estas causas son como problemas en la casa y/o escuela, mudanza, la muerte de un ser querido (ya sea un amigo o familiar) o un acontecimiento traumático.
  • Traumas y traumatismo: Un trauma es un evento que amenaza profundamente el bienestar o la vida de un individuo, como consecuencia de ese evento en la estructura mental o vida emocional, y un traumatismo o trauma físico es una situación en la que hay daño en el cuerpo. Son frecuentes tras sufrir un accidente o enfermedad grave, abusos sexuales o psicológicos e incluso a las personas que padecen el trastorno por estrés postraumático (TEPT).
  • Privación del sueño: Es la condición de insuficiencia de sueño pudiendo ser crónica o aguda. Una privación muy prolongada de sueño puede causar fatiga, somnolencia, torpeza, pérdida o aumento de peso, y afecta negativamente al cerebro y las funciones cognitivas. Cuando una persona tiene cambios frecuentes a la hora de dormir, puede tener insomnio, falta de conciliar el sueño, etc.
  • Trastornos del sueño y patologías: Las disomnias, trastornos del sueño o desórdenes del sueño son un amplio grupo de padecimientos que afectan el desarrollo habitual del ciclo sueño-vigilia. Algunos trastornos del sueño pueden ser muy graves e interferir con el funcionamiento físico, mental y emocional del individuo. Algunos ejemplos son como la apnea del sueño, narcolepsia, alcoholismo, etc.
  • Medicinas, alcohol y consumo de drogas: Algunas medicinas, como los antidepresivos, antihipertensivos, betabloqueantes, los tratamientos para la enfermedad de Parkinson y algunos tratamientos para dejar de fumar, el consumo excesivo de alcohol y de drogas, como por ejemplo opioides, pueden provocar la aparición de pesadillas.
  • Depresión, trastornos mentales y enfermedades: La depresión es el diagnóstico psiquiátrico y psicológico que describe un trastorno del estado de ánimo, transitorio o permanente, caracterizado por sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad, además de provocar una incapacidad total o parcial para disfrutar de las cosas y de los acontecimientos de la vida diaria, y una enfermedad es una alteración y desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestada por síntomas y signos característicos, y cuya evolución es más o menos previsible. Algunos ejemplos de enfermedades que desencadenan pesadillas son el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
  • Abuso de sustancias: El abuso de sustancias, también llamado abuso de drogas, es el uso de drogas en cantidades o métodos que son perjudiciales para la persona. Es una forma de enfermedad relacionada con la sustancia. Se utilizan diferentes definiciones de uso indebido de drogas en contextos de salud pública, medicina y justicia penal.
  • Comida tardía: Si una persona come antes de dormir, puede incrementar el metabolismo del cuerpo y la actividad cerebral. Irse a la cama con el estómago lleno puede causar ondas cerebrales que inducen pesadillas. 7 de cada 10 personas que comieron helado y barras de caramelo antes de dormir sufrieron pesadillas. Algunos alimentos y/o bebidas son:
    • Salsa picante: Comer comida picante antes de dormir puede provocar acidez estomacal e inflamación, lo que causa problemas para conciliar el sueño y también sueños estresantes. El picante altera la temperatura del cuerpo, lo cual también altera los sueños.
    • Queso u otros lácteos: Comer queso antes de dormir está ligado con la aparición de pesadillas. Posiblemente se deba a que son muy difíciles de digerir y hacen trabajar al intestino de más durante las horas de descanso.
    • Refresco: Como una gaseosa o refresco puede tener grandes cantidades de azúcar y cafeína, el refresco hace que el cerebro se mantenga activo y complicaciones de relajación, provocando estrés y sueños indeseables.
    • Chocolate: Al igual que el refresco, los chocolates contienen sustancias que estimulan el cerebro y no lo dejan descansar.
    • Carne roja: Las carnes rojas cuentan con grasas saturadas que provocan un mayor esfuerzo de digestión, evitando que el cuerpo descanse bien y presente estrés.
  • Libros y películas de terror: Para muchas personas, los libros y películas de terror (causan pavor, miedo, disgusto, repugnancia, horror, incomodidad o preocupación) causan pesadillas debido al contenido atemorizante, aterrorizante y/o pertubador.

Tratamiento

No se sabe cuál es el tratamiento para prevenir pesadillas, aunque algunos autotratamientos incluyen evitar películas, programas de televisión y contenido de internet de terror, mantener el estrés al mínimo y realizar un seguimiento de cuándo se producen las pesadillas para determinar la causa. Algunos tratamientos incluyen:

  • Seguir una rutina de sueño saludable:

Se debe tratar de ir a la cama y despertar a la misma hora todos los días. A menos que una persona se sienta enferma o no haya dormido lo suficiente la noche anterior, se recomienda evitar las siestas durante el día, comer o hacer ejercicio justo antes de dormir y las películas o los libros de miedo antes de ir a dormir.

  • Fijar una rutina regular y relajante antes de dormir:

Es importante tener una rutina consistente para acostarse. Se puede realizar actividades tranquilas y con calma, como leer libros, resolver rompecabezas o tomar un baño tibio antes de ir a dormir. Los ejercicios de meditación, respiración profunda o relajación también pueden ayudar. Además, se recomienda que el dormitorio sea cómodo y tranquilo para dormir.

  • Ofrecer tranquilizantes:

Si una persona tiene problemas con las pesadillas, se requiere mantener la calma, ser paciente y tranquilizarse. Cuando una persona (por ejemplo, un hijo) se despierte de una pesadilla, se debe reaccionar rápido y tranquilizarlo en la cama. Esto podría prevenir futuras pesadillas.

  • Hablar sobre el sueño:

Para eso, se debe pedir a una persona que describa la pesadilla, como qué sucedió, quién estaba en el sueño, el por qué le causaba miedo, etc. Luego, se debe recordar a la otra persona que las pesadillas no son reales (ya que los sueños son imágenes y sucesos que se imaginan mientras uno duerme y se perciben como vívidos y reales) y que no resultará lastimado.

  • Imaginar otro desenlace:

Si una persona tiene un desenlace atemorizante, un desenlace feliz para la pesadilla puede ayudar; se debe alentar a la persona a hacer un dibujo de la pesadilla, a «hablarle» a los personajes o a escribir sobre la pesadilla en un diario. A veces, un poco de creatividad puede ayudar. Otra forma es imaginar o dibujar un desenlace distinto y tratar de soñar sobre el contenido de la pesadilla pero con un final distinto.

  • Controlar el estrés:

Si el estrés o la ansiedad son un problema, se debe conversar sobre eso. Se requiere practicar algunas actividades simples para aliviar el estrés, como la respiración profunda o relajación. Un profesional de salud mental puede ayudar, si es necesario.

  • Ofrecer medidas de alivio:

Una persona podría sentirse más seguro si duerme con su animal peluche favorito (para niños), su manta favorita u otro objeto reconfortante. Se debe dejar abierta la puerta de la habitación de la persona durante la noche para que no se sienta sola. También se debe dejar abierta la puerta de la habitación, en caso de que la otra persona necesite consuelo durante la noche.

  • Usar luz nocturna:

Mantener una luz encendida de noche en la habitación de la otra persona: si se despierta durante la noche, la luz podría resultarle reconfortante.

Consecuencias

Las pesadillas pueden tener varias complicaciones y consecuencias, tales como:

Las pesadillas son frecuentemente recurrentes cuando se tienen familiares con antecedentes de pesadillas, trastornos del sueño u parasomnias del sueño, como hablar durante el sueño.

En el arte y la literatura

Hay tres clases de pesadillas: las terroríficas, que son una clase inferior, el tipo perfecto de las pesadillas vulgares; las absurdas, que son las más comunes, y, por último, las pesadillas absolutas, casi imposibles de definir, cuyas diferencias con los sueños más inefables y ordinarios sólo pueden establecerlas los expertos.

El primero (tipo de pesadilla) está reservado exclusivamente a los aprendices. Dentro de ellos se cuenta la indecorosa pesadilla del soñador perseguido por el toro, la de la infinita escalera de caracol y, en general, todas las protagonizadas por animales repugnantes: ratones, murciélagos, serpientes, arañas. Son pesadilla demasiado fáciles que, por lo general, se evitan con un buen laxante como el 'delirium trémens'.

... Cualquier persona con una experiencia mínima en el hábito de los sueños puede incorporarse en la mitad de una pesadilla absurda y llamarla al orden. La típica pesadilla absurda, absolutamente indecorosa, es la del hombre que sueña que está espulgándose a sí mismo con la destroncada cabeza puesta en las rodillas. Padecer esa clase de pesadillas es confundir el hobby con la esquizofrenia...
  • Jorge Luis Borges: En una conferencia dictada en 1977 habló de sus pesadillas particulares e hizo una reseña histórica de las diversas interpretaciones de las pesadillas. Esta charla se encuentra en la recopilación publicada bajo el título de "Siete noches".[4][5]

Folklore

La explicación popular de la pesadilla como ataque de un ser sobrenatural puede observarse en estos dos testimonios, español el primero y neohelénico el segundo:

La Pesanta, perrazo negro, grueso y pesado cual plomo, intensamente peludo, con una terrible pata de hierro, con la que zurra a cuantos halla a su paso de noche por la calle. Pasa por el ojo de las cerraduras, por debajo de las puertas y, si le precisa, se filtra por las paredes. Se complace poniéndose encima del pecho durante el sueño y oprime la respiración, provocando pesadillas y sueños muy agitados y desesperados.
Joan Amades, «Los ogros infantiles», Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, 13, 1957, p. 262.
La Mora es una Lamna rica y muy poderosa. Pasea solo de noche y cada vez que se encuentra en su camino a hombres que duermen se sienta en su pecho y los aplasta. Y es tan pesada que aquél al que aplasta muge como un buey. Sin embargo, si el hombre no está sumido en el sueño y la ve y le arrebata su fez, entonces, cualquier cosa que le pida, riqueza y pelo, se lo dará, con tal de que le devuelva el fez.
Nikolaos Politis, Tradiciones, nº 899.

Véase también

Referencias

  1. Asociación Estadounidense de Psiquiatría (2000), Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, 4.ª ed, TR, p. 631
  2. Stephen,, Laura (2006). Nightmares. Psychologytoday.com. Archivado desde el original el 31 de agosto de 2007.
  3. Supersticiones de García Márquez Archivado el 4 de marzo de 2016 en Wayback Machine. Se puede escuchar en García Márquez y su hobby Archivado el 25 de abril de 2014 en Wayback Machine.¿Cuál es su hobby? Entrevista a Gabriel García Márquez
  4. Las Siete Noches-1977 .
  5. Se puede escuchar en Jorge Luis Borges - La Pesadilla Conferencia

Enlaces externos

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