Petrificación

Petrificar (del latín petra (piedra) y -ficar) se refiere a convertir o transformar algo en piedra o algún material duro o endurecerlo.[1] También se refiere a dejar a alguien paralizado de terror o asombro.[1]

Concha fósil piritizada de amonites.

Petrificación en la naturaleza

La mineralización o litificación es el caso más frecuente de petrificación (que en este caso sería el término vulgar). Un cuerpo orgánico enterrado entre capas geológicas, pierde, por putrefacción y descomposición, la materia orgánica; pero si los espacios vacíos son rellenados por sustancias minerales en disolución aportadas por las aguas que impregnan el terreno, el cuerpo o resto orgánico, se habrá mineralizado (petrificado), transformándose en roca (piedra). En los huesos se conoce su grado avanzado de fosilización por mineralización, porque son mucho más densos y pesados que cuando no están fosilizados. Por lo general es el carbonato cálcico la sustancia «fosilizante» más común. También lo son la sílice, los óxidos y los carbonatos de hierro; más rara vez el azufre, como acontece en los moluscos fósiles de Libros (Teruel), y en algún caso, la pirita y el yeso.

Algunas veces la mineralización se realiza reemplazando la materia orgánica original partícula a partícula, casi molécula a molécula. Este caso se denomina permineralización y se suele conservar la estructura microscópica del cuerpo.

En el caso de sedimentos que se transforman en rocas consolidadas se usa el término litificación y el ámbito en el que se produce se denomina diagénesis.

En la mitología

Se puede visualizar en mitos y leyendas, ciertos actos de petrificación como:

  • En el cuento del rey Midas, a él lo hechizaron para que todo lo que tocara se convirtiera en oro.
  • En la mitología griega, una de las gorgonas, Medusa, fue condenada a que todos los que la miraran directamente a los ojos se transformaran en piedra.
  • En la mitología incaica, la petrificación aparece con bastante frecuencia. Sin embargo, a diferencia de otras culturas, quedar convertido en piedra no era considerado algo completamente negativo; pues el ser que fuese petrificado adquiría el estatus de huaca. Como ejemplos, están el mito de los hermanos Ayar, el mito de Vichama o el nacimiento de Yana Raman.
  • Varios animales mitológicos en diferentes culturas poseen, según las leyendas, la propiedad de petrificar. El ejemplo más conocido es el del basilisco, que se decía que podía matar o petrificar con la mirada.
  • En algunos relatos del Norte de Europa, Hay criaturas llamadas Trol que se petrifican al contacto con el Sol.

Véase también

Referencias

  1. Real Academia Española. «petrificar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Consultado el 2 de marzo de 2012.
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