Platero
Se denomina platero al artífice que labra la plata o a la persona que vende objetos labrados de plata u oro o joyas con pedrería.
El origen de este arte debe buscarse en la más remota antigüedad. Los escritos de Homero y de Moisés bastan para demostrar que el platero era conocido de los antiguos y que su arte estaba ya bastante perfeccionado. La Biblia nos dice que los israelitas al tiempo de ir a salir de Egipto pidieron prestados una gran cantidad de vasos de oro y de plata a los egipcios y que en el desierto ofrecieron para la fabricación del becerro de oro sus brazaletes, sus arracadas y otros adornos, la mayor parte de los cuales eran de oro y algunos de ellos de gusto delicado y de mucho trabajo.
Homero, en la Odisea, dice que Alcandra, casada con Pólibo, regaló a Helena un magnífico canastillo de plata cuyos bordes eran de oro muy fino y bien trabajado. Esta unión del oro y la plata supone el arte de soldar estos metales que exige un gran número de conocimientos. La aleación de los diferentes metales de que Homero dice que estaba compuesto el escudo de Aquiles hace ver que los plateros de su tiempo sabían alear y dar a los metales el color de diferentes objetos. Este arte, lo mismo que el grabado, fue cultivado por los romanos y elevado a un alto grado de perfección por los árabes, los indopersas y otras naciones. Así mismo, apareció cultivado en los imperios americanos conquistados por los descubridores españoles.
Véase también
Referencias
- El contenido de este artículo incorpora material del diccionario enciclopédico popular ilustrado Salvat de los años 1906 a 1914 que se encuentra en el dominio público.