Play (película de 2011)

La película llevó a un debate público en sueco de medios de comunicación de masas, que, en particular, vi a muchos de los indignados reacciones de la extrema izquierda del espectro político. El debate se activa cuando el autor Jonas Hassen Khemiri publicó una lista en el diario Dagens Nyheter, con el título "47 razones por las que lloré cuando vi a Ruben Östlund la película de Jugar".[5]

Entre Hassen Khemiri razones fueron el número seis, "porque pensé que era racista", y el número 27, "porque el público se rió cuando el blanco de los ladrones de llamada a un hombre blanco de un mono".[6]

Åsa Linderborg, jefe culturales editor de Aftonbladet escribió una columna sobre la película. Ella peyorativamente caracteriza Östlund como "artístico", y describió su encuentro con un hombre negro, poco después de haber dejado el teatro: "Dentro de un nano segundo, mi involuntariamente programado cerebro se presentó el mismo confundido trailer de la progresión de la historia, como siempre lo hace cuando veo un color humanos: barcos de esclavos, Tintín en el Congo, las plantaciones de algodón, Ruanda, ANC, Muhammad Ali, la Cosby familia, tengo un Sueño, negerbollar, Malcolm X, los niños con moscas en la cara, Obama, el SIDA, Idi Amin... las afueras de la ciudad mafia de robo de teléfonos celulares. Me niego a creer que esto es otro cliché que Ruben Östlund quiere lograr. Pero ¿qué es lo que quiere entonces?"[7] Sueco Político de América Vera Zavala respondió a Linderborg en el mismo periódico. Vera Zavala sostuvo que la película no es sobre la raza, sino sobre la clase, y se describe Linderborg del texto como lenguaje "populismo". Ella expresó su admiración de Östlund como "la falta de estrellas en el director sueco cielo. ... Alguien que se atreve - a pesar de la espera cliché acusaciones de racismo - para describir una brutal de la clase de sociedad en la que los Suecos rob Suecos."[8] Lena Andersson de Dagens Nyheter, argumentó que tanto la clase y la raza son secundarios en la película; que en vez de captura de la universalmente humanos, abuso de poder, y que está provocando, porque permite a la audiencia ni poner la culpa a alguien más, ni sentirse culpable acerca de sí misma en un lugar fácilmente reconocible manera. Andersson escribió: "Lo problemático con Östlund de la película es que se sostiene un espejo, por una vez, no por el blanco para reflejar su predominio, pero para los oprimidos, para ver que es capaz de oprimir. Este cargas ambas partes. ... La percepción de 'los otros' sigue los mismos mecanismos cualquiera que sea el nombre del grupo y no ser bonita, porque el grupo sufre o ha sufrido."[9]