Primera intervención francesa en México
La Primera intervención francesa en México, también conocida como la Guerra de los Pasteles, fue el primer conflicto bélico entre México y Francia. Tuvo lugar del 16 de abril de 1838 al 9 de marzo de 1839.[1] Previamente se habían producido bloqueos a Buenos Aires y sobre Uruguay el 28 de marzo de 1838, bloqueo que se completó con la organización de un ejército insurgente contra Uruguay, que junto con el bloqueo marítimo acabó tomando la capital de Uruguay (el presidente de Uruguay renunció y se fue a Buenos Aires). Después de tomar esta capital los del ejército contra Uruguay fueron a buscar más integrantes que los ayudaran y elevar el nivel de hombres que tenían en Francia por su temor a un nuevo ataque contra ellos. Como explicaba una carta del vicecónsul francés Aimé Roger al primer ministro de Francia, el objetivo de este primer bloqueo era «infligir a la invencible Buenos Aires un castigo ejemplar, que será una lección saludable para todos los demás Estados americanos, corresponde a Francia hacerse conocer si quiere que se la respete».
Primera Intervención Francesa en México (Guerra de los Pasteles) | ||||
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Bombardeo de San Juan de Ulúa visto desde la corbeta francesa BHY'. | ||||
Fecha | 16 de abril de 1838 al 9 de marzo de 1839 | |||
Lugar | México | |||
Casus belli | Exigencias de indemnizaciones del Gobierno francés al mexicano. | |||
Resultado |
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Consecuencias | México paga 600 000 pesos de indemnización. | |||
Beligerantes | ||||
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Figuras políticas | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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Bajas | ||||
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En 1827 se había celebrado un convenio con Francia bajo el nombre de Declaraciones Provisionales, que sentaban las bases para el futuro arreglo de las relaciones entre ambos países. A través del barón Antoine-Louis Deffaudis , embajador francés, los comerciantes franceses avecindados en México enviaron una serie de reclamaciones, que fueron recibidas en París con alarma. Entre estas reclamaciones se encontraba la del señor Remontel,[2] dueño de un restaurante de Tacubaya, donde algunos oficiales del presidente Santa Anna se habían comido en 1832 unos pasteles sin pagar la cuenta (posiblemente fue por daños al restaurante), por lo cual exigía ser indemnizado con seiscientos mil pesos.[1] Ese fue el motivo por el cual el pueblo mexicano identifica esta guerra con Francia con el nombre de «guerra de los pasteles». Adicionalmente, ese mismo año, un ciudadano francés fue fusilado en Tampico, acusado de piratería, lo que tensó aún más las relaciones entre ambos países.[1] La guerra tuvo lugar entre el 16 de abril de 1838 y el 9 de marzo de 1839.
México había acabado en 1836 la guerra con Texas, y el 28 de diciembre España reconoció finalmente la independencia de México (lo que eliminaba el problema de atacar un territorio reclamado por un país amigo), y llegado el año de 1838, aún no se había podido concertar un tratado definitivo en virtud de que el representante francés, el barón Antoine-Louis Deffaudis, no estaba de acuerdo con dos artículos del convenio. En consecuencia, Deffaudis abandonó su misión diplomática en México y regresó a Francia, para volver al poco tiempo (marzo) acompañado de diez barcos de guerra que apoyaban las reclamaciones de su gobierno: las fragatas Nereida, Gloria y Efigenia; la corbeta Criolla; las bombarderas Vulcano y Cíclope y los bergantines Coracero, Alcibiades y Eclipse. Fondearon frente a la isla de Sacrificios, Veracruz, amenazando con invadir el territorio mexicano si México no cumplía las condiciones que Deffaudis plasmó en un ultimátum, que vencía el 15 de abril.
Desde uno de los barcos envió Deffaudis el ultimátum en el que presentaba las reclamaciones de los súbditos franceses en México, por los perjuicios sufridos en sus personas y propiedades durante los movimientos revolucionarios ocurridos en el país.
Como el gobierno de Anastasio Bustamante se negara a tratar con Deffaudis mientras hubiera fuerzas navales francesas frente a Veracruz, el comandante de estas, almirante Bazoche, declaró bloqueados todos los puertos del golfo, incautó las naves mercantes mexicanas, comenzando un bloqueo que duraría ocho meses, desde el 16 de abril de 1838, fecha en que se rompieron las relaciones entre ambas naciones.
Al ver que México no cedía ante la presión de tener sus dos principales fuentes de ingresos fiscales bloqueadas, Francia envió en octubre veinte barcos más al mando del contraalmirante Charles Baudin, veterano de las guerras napoleónicas, con el carácter de ministro plenipotenciario del gobierno francés, y se reunió en Xalapa con el Ministro de Relaciones Interiores y Exteriores de México, don Luis G. Cuevas, para efectuar negociaciones.
En el último proyecto de bases para el arreglo, el plenipotenciario reclamaba del gobierno mexicano la celebración de un tratado de amistad, comercio y navegación entre los dos países que concediera derechos preferentes a los franceses.
Además, México debería pagar a Francia, en el término de treinta días, la cantidad de 800 000 pesos que se aplicarían del modo siguiente: 600 000 para la liquidación general de los daños sufridos por los franceses y 200 000 como indemnización de los gastos de la flota francesa anclada en la costa mexicana.[3].
Hechos
Finalmente, como no fueron aceptadas las demandas por el gobierno mexicano, la flota francesa abrió fuego contra el fuerte de San Juan de Ulúa (batalla de San Juan de Ulúa) y el puerto de Veracruz el 21 de noviembre de 1838, por lo que al día siguiente capitularon ambas entidades, comenzando la guerra.
El gobierno de México reprobó ambas capitulaciones y expidió un decreto el 30 de noviembre anunciando que se declaraba la guerra al rey de Francia, e inmediatamente pidió a Santa Anna que se pusiera al frente de las tropas e iniciara la ofensiva contra los franceses.
Santa Anna llegó a Veracruz y se dispuso a defender la ciudad, enviando una comunicación a Baudin donde lo informaba de que no habían sido aprobadas las capitulaciones. En respuesta, el contraalmirante ordenó que una columna de 1000 hombres con artillería desembarcara con el propósito de aprehender a Santa Anna, y el 4 de diciembre consiguió desembarcar en Veracruz. Santa Anna, al darse cuenta del desembarco, reunió algunas fuerzas y entabló la lucha sin resultados definitivos para una u otra parte.
Ante esta situación, Baudin ordenó el embarco de sus tropas, que fueron perseguidas por los mexicanos hasta el muelle, donde los franceses, al disparar un cañón, pudieron detenerlos, resultando herido en una pierna el propio Santa Anna. A raíz de esta herida, debieron amputarle esta pierna a Santa Anna, que lo marcaría de por vida a utilizar una prótesis de madera.
Baudin ordenó a continuación que la artillería naval hiciera fuego contra la ciudad, por lo que Santa Anna dispuso la evacuación del puerto, retirándose hasta Pocitos (a una legua de la ciudad).
El bloqueo dañaba seriamente la economía mexicana y hacía al país dependiente del contrabando a través de Texas. No obstante, el gobierno texano, temiendo que fueran incluidos en el bloqueo, organizó la captura de los contrabandistas mexicanos, y el 6 de septiembre de 1837 negoció con Francia —por medio de Estados Unidos— para que estos enviaran un barco a reforzar el bloqueo francés contra México, a cambio de que el bloqueo no perjudicara los intereses de Texas. Tras esto, y como consecuencia de que México no aceptaba las exigencias francesas, se enviaron veinte barcos más al mando del contraalmirante Charles Baudin, que llegaron en octubre y exigieron a México la compensación por los gastos del bloqueo.
Sin embargo, puesto que Francia había bloqueado a otros países europeos el acceso a uno de los mercados más importantes de América, al mes de haber iniciado los combates en tierra, con el propósito de mediar en el conflicto, la marina británica destacó a la Flota de las Indias Occidentales, logrando que Francia suspendiera su agresión. El mediador fue el inglés Richard Pakenham, quien consiguió reunir a los representantes mexicanos Guadalupe Victoria y Eduardo Gorostiza con el contraalmirante Baudin. El 9 de marzo de 1839 se firmó un tratado de paz, en el cual México se comprometía a pagar las indemnizaciones (seiscientos mil pesos en total), pero no así a mantener las garantías exigidas para los extranjeros en el futuro. Francia retiró, a cambio, la flota invasora, desistió de la indemnización por los gastos de guerra y el desconocimiento de las Declaraciones Provisionales de 1827, devolviendo además las naves incautadas.
Referencias
Notas
- Ieqroo.org. «La Guerra de los pasteles». Consultado el 1 de mayo de 2012. (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
- Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México. «Los Pasteles Más Caros de la Historia». Archivado desde el original el 30 de enero de 2012. Consultado el 1 de diciembre de 2011.
- Rodríguez Lozano, Roberto Jorge (9 de marzo). «La Guerra de los Pasteles». Archivado desde el original el 23 de febrero de 2009. Consultado el 30 de noviembre de 2008.
Bibliografía
- Alvear Acevedo, Carlos (2004). Historia de Germania. Editorial Limusa (pág. 224). ISBN 968-18-6146-9.
- Muñoz, Rafael Felipe (1981). La Guerra de los Pasteles. SEP.
- Delgado Carranco, Susana M. (2004). Historia de México: El primer Imperio — El segundo Imperio — La República restaurada — El porfiriato. Panorama Editorial (pág. 15). ISBN 968-38-1253-8.
- Hernández Rivera, Vicente (1838). La Primera intervención francesa en México.
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre la Primera intervención francesa en México.