Reforma agraria de Chile

La reforma agraria fue un proceso que incluyó la redistribución a gran escala del ingreso, las oportunidades y otros beneficios derivados de la propiedad de la tierra en favor del cultivador (campesino con y sin tierra) y de la sociedad.

Reforma agraria de Chile

El presidente Eduardo Frei Montalva, acompañado del ministro de Agricultura Hugo Trivelli, firma el Decreto Promulgativo de la Ley de Reforma Agraria de 1967.
Localización
País Bandera de Chile Chile
Datos generales
Tipo reforma agraria
Histórico
Fecha 1962-1973

En Chile, este proceso se llevó a cabo entre los años 1962 y 1973, como medida de respuesta a la gran ineficiencia y crisis del agro nacional durante la primera mitad del siglo XX. Fue iniciado durante el gobierno de Jorge Alessandri. Hacia fines del gobierno de Salvador Allende ya se habían expropiado más de 6 millones de hectáreas a lo largo de todo el país.[cita requerida]

Características

Ningún chileno podía ser dueño de una extensión de tierra mayor a 2.5 hectáreas de riego, denominadas como las 80 hectáreas básicas. Eran expropiables:[cita requerida]

  • Toda propiedad agrícola de corporaciones o sociedades.
  • Toda propiedad agrícola cualquiera sea su tamaño que estuviese mal explotada.
  • Toda propiedad agrícola beneficiada por obras de regadío efectuadas por el Estado.

El pago de las propiedades expropiadas se calculaba en base al valor fiscal de la última tasación. Este sistema de avalúo provocó que las propiedades agrícolas fueron tasadas a un valor mucho menor que el de mercado. Una vez determinado el valor de la propiedad, se procedía a pagar; dependiendo del tamaño de la propiedad se pagaba al contado entre un 1 a 10% del valor, el resto en bonos de la reforma agraria no reajustables a 25 o 30 años.

Contexto

La crisis de la actividad agrícola en Chile tuvo su origen en el desinterés terrateniente por utilizar de manera eficiente sus tierras, fenómeno que se evidenció, entre otras razones, en la falta de modernización de los medios de producción existentes en los predios del país. En la postergación del desarrollo agrario durante la época del desarrollo industrial, las bajas rentabilidades del negocio agrícola junto con la virtual imposibilidad de exportar y la falta de incentivos para la promoción del agro y su consecuente desinversión. Sumado a esto, el maltrato y explotación de la clase campesina hizo que estos se vieran obligados a migrar a las ciudades buscando una mejor calidad de vida. Todas las investigaciones llevadas a cabo repetían entre sus conclusiones las pobres condiciones de vida de inquilinos y trabajadores agrícolas. El ingreso recibido por los inquilinos fue extremadamente bajo, de tal modo que ni siquiera les permitía disponer de una alimentación mínima equilibrada.[1]

En consecuencia, la economía agraria entró en una crisis debido a su incapacidad productiva, llegando incluso a tener que importar alimentos para satisfacer la demanda nacional durante los años cincuenta.[2][3][4] Ya en 1965 había 17 283 inquilinos menos que en 1955, lo que evidenciaba el déficit, a nivel nacional, del sector agrícola.[cita requerida]

Desarrollo

Frente Popular, primeros indicios

Con la llegada del radical Pedro Aguirre Cerda y el Frente Popular al gobierno en el año 1938, se impulsó fuertemente el proceso de industrialización, para lo que se fundó la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) como parte de un ambicioso plan de desarrollo económico, el cual impulsaba la industria nacional, entre ellas la mecanización de la agricultura. Esto, ya era un problema para Aguirre Cerda, quien plantea una reforma agraria en su libro El problema agrario (1929), el cual propone que el Estado debía hacerse cargo de las tierras improductivas. Sin ir más lejos, el programa de gobierno para el año 1938 incluía dentro de sus puntos económicos una reforma agraria. Sin embargo, ya entablados en el poder, los gobiernos radicales decidieron privilegiar la industrialización en las grandes urbes postergando al mundo rural. Dado esto, miles de campesinos migraron a las grandes fábricas instauradas por el gobierno, aumentando aún más las crisis agraria, siendo necesario, en los años cincuenta, llegar a la importación de alimentos.[5]

La «reforma del macetero»

El presidente Jorge Alessandri con el presidente John F. Kennedy en 1962. La administración de ambos presidentes apoyó la reforma agraria.

El gobierno del presidente Jorge Alessandri (1958-1964) fue el primero en materializar estas intenciones de redistribución y fortalecimiento en la producción agrícola. Dentro de su «Proyecto de Ley de Reforma Agraria», se destaca la razón de orden económico y cómo la producción agropecuaria chilena no crecía al ritmo con que estaba aumentando la población del país (la producción agropecuaria-silvícola crecía a un 2% anual, mientras que la población lo hacía a un 2.26%).[6] Otro factor que influyó en el proyecto alessandrista fue la creación de la Alianza para el Progreso, programa de ayuda económica, política y social de Estados Unidos para América Latina creado en la Conferencia de Punta del Este (Uruguay) en 1961, el cual promovía, en uno de sus puntos, la productividad agrícola mediante la Reforma Agraria.

Condicionado por la presión internacional, Alessandri finalmente promulgó la ley 15.020 en 1962 que establecía un conjunto de disposiciones sobre la reforma agraria, las que en la práctica resultaron inadecuadas. Es más, de sus disposiciones fluye claramente que el legislador solo trató de fortalecer el mantenimiento del orden social existente, el que está muy lejos de los principios que informan la función social de la propiedad y los propósitos de una verdadera reforma agraria.[6] Por lo mismo, esta fue popularmente catalogada como la «reforma del macetero». No obstante, con la creación de la Corporación de la Reforma Agraria (CORA) y la puesta de esta problemática sobre la mesa, se generaron las condiciones necesarias para que en un futuro cercano se promulgase un proyecto con mayor alcance.

«La tierra para el que la trabaja»

Durante el gobierno del presidente Eduardo Frei Montalva (1964-1970) se impulsó una reforma más amplia y operativa, capaz de hacer más expedito el proceso de las expropiaciones. El 16 de julio de 1967 fueron promulgadas dos nuevas leyes sobre la materia (Ley de Reforma Agraria No 16.640 y Ley de Sindicalización Campesina 16.625), cuyos criterios básicos fueron, entre otros, la incorporación de los campesinos a la propiedad de la tierra que trabajaban, la promoción de los campesinos y sus familias para lograr su incorporación a la vida social, cultural y política del país, el mejoramiento de la productividad agrícola en todos sus niveles, la reforma del sistema de manejo y aprovechamiento de las aguas, y la reestructuración de los organismos públicos que cumplían funciones relacionadas con la agricultura. Además, se consiguió un tope en las expropiaciones de latifundios, reservándose al propietario una superficie de hasta ochenta hectáreas para riego, las llamadas hectáreas básicas. La segunda, ley 16.625 de 1967 del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, que permitió la asociación de los campesinos, también fue conocida como la sindicación campesina.

Entre 1965 y 1970 fueron expropiados en todo el país 1319 predios con un total de 3 408 788,3 hectáreas. En los predios expropiados, se procedió a la organización de los Asentamientos de Reforma Agraria, etapa de preparación de los campesinos para la adquisición de la propiedad, que duraba entre tres y cinco años.[cita requerida]

Efervescencia campesina

Durante el periodo de la Unidad Popular (UP), encabezada por el presidente Salvador Allende, la reforma agraria se potenció con la ejecución de la ley 16.640, que limitaba la acumulación de tierras con un máximo de 80 hectáreas.[5] El objetivo ya no se perfilaba, según se desprende de los discursos de la época, en torno a la idea de dar tierra al campesino, sino que se fundaba en la noción de eliminar lo más rápidamente posible al latifundio.[7] En palabras de Allende: "el próximo año no quedará un solo latifundio en Chile".[8] Entre los años 1970 y 1973, las expropiaciones fueron acompañadas de una notable efervescencia campesina, que se expresó en la ocupación de campos, muchas veces de manera violenta.[5] Estos se acogían en la ley 16.625, creada por el gobierno anterior, la cual fomentaba la sindicalización campesina.

Ya para 1973, el gobierno de Allende había expropiado exactamente 4691 predios a latifundistas.[9] En abril de 1971, en el Teatro Caupolicán, se realizó una concentración de variados sectores políticos con el propósito de crear el Frente Nacional de la Actividad Privada, para defenderse del creciente estatismo. Para enero de 1972, la Corte Suprema dictó una resolución que favorecía a los agricultores, la cual resguardó los derechos de propiedad de los latifundistas.[cita requerida]

La reforma agraria chilena, se desarrolló de manera muy contraria a las reformas en otros países socialistas, pues no se re-distribuyeron las tierras, lo que generó varias consecuencias como la descapitalización del campo, en la cual el Estado tuvo que hacerse cargo de la mano de obra y el financiamiento del predio. Debido a esta violenta modificación en la estructura campesina, el gobierno comienza a fijar los precios y estatiza la comercialización de los productos. Esto, implicó un descenso en la producción agraria y el gobierno se vio en la obligación de importar alimentos a fines de 1973 cuya cifra llegó a los 555,6 millones de dólares.[9]

Símbolo del Comando Rolando Matus.

La reforma agraria se radicalizó durante el gobierno de Salvador Allende. De 1970 a 1973 Se registraron más de 1450 ocupaciones violentas de tierras.[10] En abril de 1971 el agricultor y político Jorge Baraona fallece de un infarto mientras le comunicaban el desalojo de su hacienda recientemente expropiada por el gobierno.[11] En esa misma época el agricultor Rolando Matus muere en un enfrentamiento entre las asociaciones campesinas de derecha y campesinos que procuraban ocupar por la fuerza su hacienda.[12][13] Posteriormente miembros del Partido Nacional formaron el grupo paramilitar Comando Rolando Matus en su honor.[13]

Fin de la reforma

Luego del golpe de Estado de septiembre de 1973, la Junta Militar, liderada por Augusto Pinochet, tomó la decisión de traspasar la administración de las tierras a nuevos capitalistas con el fin de modernizar la producción.[5] Se produce de esta forma un proceso de normalización o contrarreforma donde el 28,4 % de las tierras se devuelven a sus antiguos dueños, el 38,5 % son rematadas o entregadas al Estado y 33,1 % repartida a 40 mil campesinos.[14] Además, durante la dictadura militar, la Corporación de la Reforma Agraria fue reemplazada por la Oficina de Normalización Agraria (ODENA).

Cifras

Expropiaciones de predios agrícolas
Año Número de
predios
Superficie
(hectáreas)
1968 221 655 961
1969 314 861 841
1970 294 1 221 629
1971 1373 2 026 051
1972 815 948 720
Fuente: Corporación de la Reforma Agraria.[15]

Véase también

Referencias

  1. Ortega, E. O. (1987). Transformaciones agrarias y campesinado: de la participación a la exclusión.
  2. Oficina Central de Planificación (OCEPLAN) (1964). «La política agropecuaria del Gobierno Popular». Biblioteca del Congreso Nacional de Chile (Santiago, Chile: Imprenta Horizonte). p. 9. Consultado el 25 de febrero de 2019.
  3. Rivas, Sonia (julio de 2017). «50 Años Reforma Agraria». Mundo Rural: p. 43. Consultado el 25 de febrero de 2019.
  4. «Rol de la FAO en la Reforma Agraria Chilena». Organización de las Naciones para la Alimentación y la Agricultura (Santiago, Chile). 2017. Consultado el 25 de febrero de 2019.
  5. «http://www.memoriachilena.cl». Consultado el 4 de abril de 2017.
  6. Vodanovic, A. (1967). Ley de Reforma Agraria. Editorial Nasciment.
  7. Cousiño, A., & Ovalle, M. (2013). Reforma agraria chilena: Testimonios de sus protagonistas. Santiago de Chile, Memoriter.
  8. Salvador Allende, Discurso de Salvador Allende sobre la propiedad agraria, 23 de agosto de 1971, en archivo de Salvador Allende.
  9. Valdes, S. (1988). Historia de la Reforma Agraria en Chile. Editorial Universitaria
  10. Goldberg, Peter A. (1975). «The Politics of the Allende Overthrow in Chile». Political Science Quarterly 90 (1): 93-116. ISSN 0032-3195. doi:10.2307/2148700. Consultado el 6 de marzo de 2023.
  11. Chile, BCN Biblioteca del Congreso Nacional de (2020). «Jorge Baraona Puelma. Reseñas biográficas parlamentarias». bcn.cl. Consultado el 8 de febrero de 2023.
  12. «En intento de Toma matan a Ronaldo Matus». El Mercurio. 8 de abril de 1971.
  13. Scot (26 de noviembre de 2019). «Violentos enfrentamientos en el campo». ALLENDES INTERNATIONALE. Consultado el 8 de febrero de 2023.
  14. «Inicio». Proyecto Memoria y Olvido. Archivado desde el original el 5 de octubre de 2016. Consultado el 16 de noviembre de 2016.
  15. «1971». Qué Pasa 25 Años. Copesa. 1996. p. 8.

Enlaces externos

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