Rey Baltasar
Baltasar es el nombre con que se ha identificado tradicionalmente a uno de los Reyes Magos. Sin embargo, los Reyes Magos que aparecen en la Biblia son identificados simplemente como «sabios de Oriente» sin nombre específico, que permanecen anónimos durante todo el relato del Evangelio de san Mateo.
Rey Baltasar | ||
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Información personal | ||
Nacimiento | c. 54 a. C. | |
Fallecimiento | 6 de enero de 55jul. | |
Información profesional | ||
Ocupación | Astrólogo y gobernante | |
Miembro de | Reyes Magos | |
Tradición
Estos magos fueron, según la tradición, a adorar al Mesías que acababa de nacer en Belén de Judea, el que posteriormente se llamaría Jesús de Nazaret. La Biblia no especifica ni sus nombres, ni su número, ambos creados por tradiciones posteriores. En todo caso, esos magos actuaron, según los relatos evangélicos, siguiendo un extraño astro, calificado de estrella fugaz, que habían visto en sus observaciones del universo, ya que también se cree que eran en realidad magos o sabios en el sentido de personas estudiosas de la astronomía y la ciencia, a diferencia de la visión tradicional, que los ha venido identificando como reyes. La teología aprovecha esta consideración de los magos como sabios o astrónomos para identificar en esta adoración el encuentro entre la ciencia y Dios.
Etimología
Se cree que este nombre (Bel-Sar-Utsor, equivalente de Dios protege al rey) proviene de Babilonia, del mencionado en los libros del profeta Daniel como rey Baltasar. Representa la juventud del hombre. Era el portador de la mirra.[1] También se relaciona con Baal (considerado divinidad por varios pueblos antiguos de Asia menor).
Origen étnico atribuido a Baltasar
Desde la Baja Edad Media, las representaciones iconográficas del rey Baltasar lo representan como una persona de etnia negra, quizás por cierto afán cosmopolita del cristianismo de la época[2] y representar la adoración de los reyes de todos los continentes a Jesús. Tradicionalmente es el portador de la mirra como regalo para Jesús niño, como representación de su vertiente humana, ya que la mirra se utilizaba en los entierros.
Ejemplo de esta representación cosmopolita, de principios del siglo XVI, se conserva al menos una representación de Tibiriça como indígena americano en una pintura portuguesa de Grão Vasco. Entrega un cuenco plateado montado en trenzas de palmas de coco, su regalo probablemente sería un ánfora de agua pura de la roca.
En la novela Ben-Hur, Baltasar es un príncipe procedente de la ciudad egipcia de Alejandría.
Véase también
Referencias
- «Oro, incienso y... ¿qué demonios es la mirra?». El Norte de Castilla. 5 de enero de 2020. Consultado el 5 de enero de 2021.
- ABC. «De cuando el rey Baltasar no era negro». ABC.es. Consultado el 25 de junio de 2017.