Ricardo Segundo García

Ricardo Segundo García Pérez nace en Madrid en 1903. Es el segundo de 10 hermanos y lleva este nombre para diferenciarlo de su padre, también llamado Ricardo. Desde niño manifestó una gran afición por la pintura y con 14 años aprueba el ingreso en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, pero en un primer momento se le niega la entrada dado su aspecto aniñado y su escasa altura, derivada de un accidente en la infancia.  

En San Fernando destaca rápidamente entre sus compañeros, logrando numerosas becas y premios. Sus profesores en la Escuela serán grandes artistas como Antonio Benlliure, Cecilio Pla, Muñoz Degrain, Manuel Benedito, Julio Romero de Torres y Joaquín Sorolla, obteniendo en 1920, junto a Sainz de Tejada, la única beca que otorgó el insigne pintor valenciano. También sería becado para los veranos de Escuela de Pintores del Paular (1920-1923).

El premio de la Fundación “Molina Higuera” que incluye una beca de dos años para pintar el la Residencia de Pintores de la Alhambra de Granada.

En 1922 gana una Bolsa de Viaje en la Exposición Nacional de Bellas Artes.

La estancia de Ricardo en la Escuela se prolongó hasta 1927 ya que, aunque acabados sus estudios, repitió algunas asignaturas para poder seguir disfrutando de la formación y de las residencias artísticas.

Las residencias artísticas creadas por la Dirección General de Bellas Artes para la ampliación de estudios, tienen en El Paular y Granada dos de sus principales exponentes. A la segoviana Cartuja de El Paular el pintor acudirá en varias ocasiones (1921, 23 y 24). En 1925 obtiene la Residencia en Granada, que estaba bajo la dirección del pintor Gabriel Morcillo.

En ambas residencias el pintor disfruta pintando del natural, sobre todo paisajes –por los que será premiado en El Paular, en 1924– y tipos populares, siendo en este momento su dibujo más suelto y el colorido rico y vivo. En esta etapa Ricardo forjó una estrecha amistad con otros artistas como Timoteo Pérez Rubio, Antonio Luis Gutiérrez “Garnelillo”, Rafael Pellicer, Gregorio Prieto, Juan Cristóbal, Joaquín Penado y Jesús Gallego Marquina.  

En 1932 gana la Beca Conde de Cartagena lo que le posibilita estar en Florencia entre mayo y octubre de 1933.

En los años 20, Ricardo se encuentra plenamente integrado en la sociedad artística e intelectual madrileña. En 1922 se presenta por primera vez a la Exposición Nacional de Bellas Artes, obteniendo una bolsa de viaje por el cuadro "Elegía". El gran reconocimiento a su carrera llega en 1926, al conseguir la Tercera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes por el cuadro "Josefica", pintado en 1925, en el que ya se pone de manifiesto el interés del artista por la pintura regionalista, el color y las calidades, especialmente de los tejidos.

Los años finales de esta década fueron muy productivos para Ricardo Segundo. Su pintura regionalista refleja el mundo tradicional zamorano como ningún otro pintor lo había hecho hasta este momento. En 1928 presenta, junto con Juan Bueno Echevarría, una serie de cuadros en el Círculo de Zamora de los que tres de ellos –Hilando, La Pastora María y Telar alistano– serán adquiridos por la Diputación Provincial para representar a Zamora en la Exposición Iberoamericana de Sevilla.