Russell Kirk

Russell Kirk (Plymouth, Míchigan; 19 de octubre de 1918-Mecosta, Míchigan; 29 de abril de 1994) fue un filósofo político, historiador y crítico social estadounidense, conocido por su gran importancia para el renacimiento del pensamiento conservador clásico del siglo XX, en EE. UU. en particular, y a través de su influencia en ese país,y en el mundo occidental en general.

Russell Kirk
Información personal
Nacimiento 19 de octubre de 1918
Plymouth (Estados Unidos)
Fallecimiento 29 de abril de 1994 o 19 de abril de 1994
Mecosta (Estados Unidos)
Nacionalidad Estadounidense
Religión Iglesia católica
Educación
Educado en
Información profesional
Ocupación Politólogo, filósofo, crítico literario, historiador, novelista, escritor, escritor de ciencia ficción, periodista y activista por la paz
Conflictos Segunda Guerra Mundial
Distinciones

The Conservative Mind

Kirk es más conocido por su libro de 1953 titulado The Conservative Mind: From Burke to Santayana[1] («La mente conservadora»), que traza el desarrollo del conservadurismo estadounidense desde sus influencias originales hasta personajes tales como George Santayana, pero dando un papel central a Edmund Burke. En ese libro Kirk basa sus posiciones en una percepción del hombre como un ente eminentemente moral, valorizando principalmente el papel del orden y la religión como fuente principal de sentido en la vida de los individuos y rechazando específicamente a toda y cualquier ideología por ser por definición, en su opinión, antirreligiosas.

Aparte de los autores nombrados, en ese libro Kirk estudia:

A pesar que Kirk escribió su libro como respuesta a la creencia que no había en EE. UU. una tradición política conservadora coherente, siendo entonces específicamente acerca de ese país, su cultura e instituciones políticas; su obra ha sido acreditada como dando forma o ímpetu a diferentes grupos conservadores de post-guerra (Segunda Guerra Mundial).

Ideario político

Kirk mismo describió seis “cánones” o principios del conservadurismo:

  • Una creencia en orden trascendental (divine intent) que Kirk describió basándose en diferentes fuentes: revelación divina, tradición o ley natural.
  • Afección por los “misterios y variedades” de la vida humana, mientras que la mayoría de los sistemas radicales están caracterizadas por una uniformidad estrecha.
  • Convicción de que la sociedad requiere orden y clases, que remarcan “diferencias naturales”.
  • Creencia en que la propiedad y la libertad están inseparablemente conectadas.
  • Afirmación de que el hombre debe controlar su voluntad y sus apetitos, sabiendo que es motivado más por emociones que por la razón.
  • La sociedad debe cambiar lentamente. La innovación debe estar atada a las costumbres y tradiciones, lo que implica un respeto por el valor político de la prudencia. A Kirk le gustaba remarcar que “la política es el arte de lo posible.[2]

Kirk postula que toda cultura o civilización se origina en la religión, lo que implica que si la religión o el sentido religioso de la población decae, decae también la sociedad y su cultura, aun cuando parezca que el nihilismo al que lo anterior da origen produzca un florecimiento cultural.

Adicionalmente Kirk fue defensor inequívoco del nacionalismo -que él distingue del patriotismo- entendiendo por nacionalismo la persecución de intereses nacionales, como demostrada, por ejemplo, en la Doctrina Monroe y otras que la siguieron. Kirk -al igual que Burke- era opuesto al imperialismo, entendido como el control directo de otros países o gobiernos, prefiriendo una realpolitik entendida como la creación de alianzas no permanentes con gobiernos cuyos intereses coincidan con el de EE. UU. cualquiera que sea la forma o contenido de esos gobiernos.[3]

Para tratar de explicar lo que según Kirk era ser un conservador, escribió Ten Conservative Principles:

  • Existe un designio de orden para el hombre y el hombre está hecho para él.
  • El conservador prefiere las costumbres, el orden y la continuidad.
  • El conservador cree en el principio de la prescripción, es decir cree en el conocimiento del pasado y el de las costumbres antes que las aserciones de un solo individuo.
  • El conservador está guiado por el principio de la prudencia, debe antes de actuar examinar los problemas que sus acciones traen consigo.
  • El conservador cree en el principio de la variedad, todos somos diferentes desde nuestra cultura, nuestras raíces, nuestros pensamientos, nuestra inteligencia y nuestras propiedades materiales.
  • El conservador cree en la imperfección del ser humano, las utopías siempre son derrocadas, por lo que lo más razonable es creer en el orden, la justicia y la libertad del individuo.
  • El conservador cree que la libertad del individuo y el que este pueda poseer bienes materiales, son dos ideales que están muy relacionados y han de ser conjugados en la sociedad.
  • El conservador cree en los actos voluntarios y se opone a todo pensamiento que obligue a la gente en creer en algo distinto a lo que quieren creer.
  • El conservador cree en la prudencia en todo acto del hombre y en el poder de un gobierno.
  • El conservador considera que tanto el cambio como la permanencia han de ser reconocidos en los actos de la sociedad.

Referencias

  1. En siete ediciones, las últimas aparecen con el título The Conservative Mind: From Burke to Eliot. Regnery Publishing. 7th edition (2001). ISBN 0-89526-171-5
  2. La cita pertenece a Otto von Bismarck, aun cuando fue popularizada en el mundo anglosajón por a R. A. Butler, un notable conservador y político inglés, a quien se le atribuye a veces
  3. Kirk: Heritage lecture 178, December 15, 1988

Enlaces externos

Este artículo ha sido escrito por Wikipedia. El texto está disponible bajo la licencia Creative Commons - Atribución - CompartirIgual. Pueden aplicarse cláusulas adicionales a los archivos multimedia.