Sancho de Sandoval

Hijo de Francisco Sandoval Negrete de Luna, natural de Beas y de Ana María Guerrero Sandoval, de Alcaraz, siendo primos carnales. Los abuelos paternos fueron Sancho Rodríguez de Sandoval y Negrete natural de Beas y su abuela paterna Leonor Guerrero de Luna, natural de Alcaraz. También era sobrino nieto de Catalina Godínez y María de Sandoval, autoras de la fundación del convento de Beas por Santa Teresa de Jesús. Estaba emparentado muy directamente con el duque de Lerma, y su hijo el duque de Uceda. Casó con Leonor de Bedoya y Vozmediano, de cuyo matrimonio tuvo dos hijos, Juan y Francisco.

Sancho heredó el mayorazgo familiar, aumentándolo a lo largo de los años. Asimismo fue el administrador de los bienes del convento de Carmelitas Descalzas de Beas, que sus tías abuelas, Catalina y María habían depositado en la santa para dicha fundación, pasando ellas a la vida de clausura. La influencia del duque de Lerma en la corte de Felipe III, a principios del siglo XVII, al ser su valido, le otorgó a Sancho una serie de privilegios, entre ellos el nombramiento de caballero de la Orden de Calatrava, o el dar a su hijo Juan a la edad de 8 años el hábito de la Orden de Alcántara. Aunque con toda la corruptela que acompañó al de Lerma, y su destitución; el favoritismo continuó con el duque de Uceda, (hijo del anterior), siendo valido también de Felipe III. En 1621, con la subida al trono de Felipe IV, fue procesado el de Uceda a instancias del conde-duque de Olivares, y todo cayó en desgracia.

Beas, en el siglo XVII, pertenecía al Campo de Montiel, teniendo la residencia su gobernador en Villanueva de los Infantes, por lo que para todos los tema burocráticos había que ir a resolverlos allí. Juan de Bedoya, suegro de Sancho, al enviudar pasó al convento franciscano de Beas, y fue nombrado visitador del Santo Oficio de la Inquisición de Murcia, siendo él, el que de alguna manera influyera en que le dieran el cargo de familiar del Santo Oficio a su yerno. También el padre de Juan de Bedoya fue el fundador de un colegio en Beas, pasando por el mismo buenos profesores, entre ellos Diego Tornel Mexía, discípulo de Bartolomé Jiménez Patón, que ya había pasado por Alcaraz, Baeza, y en aquellos años se encontraba en Infantes.

En 1635, comienza un carteo con Francisco de Quevedo que duraría 10 años, concretamente hasta unos días antes de su muerte el 8 de septiembre de 1645. Se conservan 43 cartas del escritor a Sancho, en ellas refleja la amistad que había con Juan de Bedoya, llamándolo su pariente, al igual que a Leonor, quizás por remanecer sus antepasados de los valles cántabros, uno de Toranzo y los otros de Bedoya-Soberón.[2]

La amistad de Sancho con Quevedo se ve reforzada por la enemistad de ambos con el conde-duque de Olivares, y sus seguidores, lo que llevaría años más tarde a Quevedo a la prisión de San Marcos de León.

Fruto del matrimonio con Leonor de Bedoya, nacieron dos hijos:

• Juan de Sandoval y Bedoya
• Francisco de Sandoval y Bedoya

• Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Sancho de Sandoval.