Sarcoramphus

Sarcoramphus es un género de aves de la familia de los catártidos o buitres del nuevo mundo. Está integrado por varias especies extintas y una viviente, la cual es denominada comúnmente cóndor real, jote real, urubú rey, rey zamuro o zopilote rey.[1] Actualmente el género posee una amplia distribución desde México hasta el centro-norte de la Argentina.

Detalle de la cabeza de un ejemplar adulto de zopilote rey (Sarcoramphus papa).
Sarcoramphus
Rango temporal: Pleistoceno temprano a la actualidad, 1,8 Ma - 0 Ma

Cóndor real (Sarcoramphus papa), la única especie viviente del género Sarcoramphus.
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Aves
Orden: Cathartiformes
Familia: Cathartidae
Género: Sarcoramphus
Duméril, 1805
Especie tipo
Vultur papa
Linnaeus, 1758
Distribución
Distribución actual del género Sarcoramphus.
Distribución actual del género Sarcoramphus.
Especies
(ver texto)
Sinonimia

Taxonomía

Este género fue descrito originalmente en el año 1805 por el zoólogo y naturalista francés André Marie Constant Duméril[2] para incluir en él a su especie tipo, Vultur papa (hoy denominada Sarcoramphus papa), la cual había sido descrita en 1758 por el científico, naturalista, botánico y zoólogo sueco Carlos Linneo, ya que este último la había incluido en el género del cóndor andino (Vultur).[3]

Etimología

Etimológicamente, el término genérico Sarcoramphus es un compuesto creado a partir de dos palabras del idioma griego, formándose al unir sarx (σάρξ —que combinada es σαρκο—) que significa ‘carne’ y rhamphos (ῥάμφος) que es la palabra con que se identifica al ‘pico aguileño’.[4] El nombre es a menudo mal escrito como Sarcorhamphus.

Consideraciones taxonómicas y sistemáticas

Morfológicamente, el género más relacionado es el del cóndor andino (Vultur),[5] lo que llevó a S. F. Baird, T. M. Brewer y R. Rudgway en el año 1874 a incluirlos en uno de los dos grupos naturales en los que dividió a los catártidos vivientes, agrupando en el otro a los restantes 3 géneros,[6] grupos a los que E. Coues en 1903 reunió en sendas subfamilias,[7] si bien esta subdivisión no fue seguida por los autores posteriores, al considerarla innecesaria.[5] Se ha postulado que el linaje Sarcoramphus se escindió del de Vultur hace alrededor de 5 millones de años.[8]

Subdivisión, distribución y hábitat

Este género desarrolló una dieta especializada en carroña. Se compone de varias especies extintas y solo una aún viviente.

Sarcoramphus kernense

Sarcoramphus kernense fue descrito por Loye H. Miller en el año 1931, sobre la base de un húmero distal quebrado, de forma similar al de S. papa pero de mayor robustez y longitud, exhumado en el río Kern, en el condado homónimo, California (sudoeste de Estados Unidos), siendo hallado en estratos adscriptos al Piacenziense (Plioceno tardío temprano, de una edad entre 3,5 y 2,5 millones de años.[9] Como el material está incompleto, se ha discutido su asignación genérica, ya que entre los distintos géneros de catártidos, en esa región del húmero las diferencias son pequeños; además, el patrón de su parte distal está interrumpido por una fractura que destruye parte de sus rasgos.[10]

Sarcoramphus fisheri

Sarcoramphus fisheri es un catártido también asignado a este género. Fue descrito por Kenneth E. Campbell, Jr. en el año 1943, sobre la base de un tibiotarso derecho distal, una ulna derecha distal y un radio izquierdo proximal, los que correspondían a una especie más grande que la viviente S. papa, siendo intermedios con los del cóndor andino. Fueron exhumados de estratos conformados por filtraciones de alquitrán depositadas en el Pleistoceno tardío cerca de la localidad de Talara, departamento de Piura, en el noroeste del Perú.[11] El material es escaso por lo que la asignación genérica fue discutida.[12]

Sarcoramphus papa

Sarcoramphus papa es la única especie viviente de Sarcoramphus. Es un ave solitaria, la cual habita en bosques y selvas tropicales y subtropicales donde se alimenta exclusivamente de carroña. Habita en ambientes selváticos, en bosques húmedos o caducifolios y humedales subtropicales y tropicales en las regiones cálidas de América Latina, desde México hasta el centro de la Argentina, alcanzando por el sur las provincias de: Buenos Aires (en el delta del Paraná), Córdoba (en el sector noroeste) y San Juan (en el este).[13][14]

Sarcoramphus sacer

Zopilote pintado (Sarcoramphus sacer) según la acuarela de Eleazar Albin realizada en el año 1734.

Sarcoramphus sacer (= Sarcoramphus sacra) es otra de las especies asignadas al género. Su real existencia fue largamente discutida, considerándose actualmente que posiblemente haya sido una especie válida, aunque ya totalmente extinguida.

Fue descrito en el año 1793 por el zoólogo, geógrafo y filósofo alemán Eberhard August Wilhelm von Zimmermann[15] sobre la base de los registros del botánico y naturalista estadounidense William Bartram y el relato de los viajes que realizó este último a lo largo del río St. John, sobre el lago George, en Florida (sudeste de Estados Unidos).[16] William Bartram lo llamó “buitre pintado” (Vultur sacra) e indica que lo observó tanto en la expedición de 1765-1766 como nuevamente en la de 1773.[17] La descripción que realizó del animal se asemeja bastante con la de Sarcoramphus papa, diferenciándose especialmente en la coloración de las plumas de la cola, blanca con la punta de color marrón oscuro o negra en el ave de Bartyram, siendo uniformemente marrón oscura a negra en todas las edades y en ambos sexos en S. papa.[18] Con la excepción de esta ave, todas las demás especies que describió por primera vez en aquella publicación son hoy bien conocidas y más o menos comunes en la región.

El ornitólogo estadounidense John Cassin afirmó en 1859:

‘‘Información reciente indica que es probable que esta especie, u otro buitre diferente a los conocidos, se encuentra sobre el lago Okeechobee, en el sur de Florida, donde se lo llama zopilote rey’’.[19]

Si bien Bartram señaló que esta rapaz era relativamente común (incluso llegó a cazar un ejemplar),[18] ornitólogos que visitaron la región posteriormente no lograron dar con la enigmática ave, por lo cual, comenzó a ponerse en duda la existencia misma de la especie, argumentándose que o pudo ser una confusión con el caracara norteño (Caracara cheriway) –común en la región en esa época pero ausente en el relato de Bartram-, o una descripción mal realizada de S. papa, o el intento de corporizar un ave mítica mezclando características de varias especies, etc. El más crítico resultó ser el ornitólogo estadounidense Joel Asaph Allen.[20] También se postuló que el blanco caudal en el ave de Florida podría originarse en un albinismo parcial de un ejemplar de S. papa, o hasta ser considerado solo como una subespecie de esta última especie.[21]

Otros, como Francis Harper, acotaron que Bartram pudo haber empleado su memoria para completar la información sobre las características y hábitos de las especies, confundiendo de este modo los de S. sacer con los de otras rapaces, o pusieron el foco en aspectos relativos a la conservación del taxón, indicando que tal vez el buitre que describió Bartram representaría un población en fase de extinción, con números cada vez más pequeños, por lo cual no sería raro que a los viajeros se les haya pasado por alto hasta que finalmente terminó por extinguirse.[18][22]

Exceptuando William Lee McAtee,[21] la mayoría de los ornitólogos del siglo XX se mostraron reacios a aceptar al ave de Bartram, tanto como S. sacer como S. papa, en este último caso discrepando por la variación en el color de la cola.

En el año 2013, nuevos argumentos a favor de la real existencia pasada del zopilote de Bartram fueron presentados por los ornitólogos Noel F. R. Snyder y Joel T. Fry.[23]

Una pintura y descripción de un buitre que vive en cautividad en Londres (de origen geográfico incierto) realizada por el naturalista e ilustrador acuarelista inglés Eleazar Albin en el año 1734,[24] concuerda notablemente con la descripción de S. sacer, incluyendo el color de la cola; únicamente se observan pequeñas diferencias en el color de partes blandas y en la cola, explicables como parte de una normal variación intraespecífica.[23] No hay evidencia alguna que haga sospechar que Bartram sabía algo sobre el ave pintada por Albin, por lo que esta proporciona apoyo bastante determinante para aceptar la validez de S. sacer, proponiéndose que sea tratado como un residente histórico del norte de Florida y probablemente de otras regiones adyacentes, y extinguido a principios del siglo XIX.[23]

Otros argumentos presentados incluyen la descripción de un "águila blanca" -que se relaciona estrechamente con la del buitre de Bartram-[23] hecha en el año 1758 por Le Page du Pratz en su ‘‘Histoire de la Louisiane’’.[25]

En un retrato que el propio Bartram dibujó del guerrero solitario o Rey de los Seminolas Mico Chlucco, se observa la cala en abanico posiblemente hecha de las plumas de este zopilote. Más sugerente es la evidencia proporcionada por el mango en forma de pájaro de un tazón prehistórico colectado en el estado de Alabama, el cual muestra una forma del pico claramente de rapaz junto con una proyección en la frente que podría ser una representación de las orejeras del buitre pintado.[23]

También refutaron, presentando argumentos, las críticas a la fiabilidad de Bartram, demostrando que no escribió de memoria ya que utilizó sus notas de campo; además, hicieron hincapié en el hecho que el período de 60 años que transcurrió entre las observaciones en terreno de Bartram y la siguiente expedición ornitológica que exploró la zona, fue demasiado tiempo para una especie que ya contaría con muy escasos efectivos y que se aproximaba a la extinción.[23]

Snyder y Fry concluyeron que el buitre de Bartram fue una subespecie de cola pálida distinta a la del fenotípico típico y muy extendido de zopilote rey o, más probablemente, una especie separada, a la que indicaron que se deberá llamar Sarcoramphus sacer, no S. sacra ya que el nombre del género es gramaticalmente masculino.[23]

En el año 2015, al estudiar la nomenclatura de Sarcoramphus, Jirí Mlíkovský aún mantiene dudas sobre la validez de S. sacer.[26] En ese mismo año Joel T. Fry continuó postulando la validez del taxón.[23]

Referencias

  1. Bernis, F; De Juana, E; Del Hoyo, J; Fernández-Cruz, M; Ferrer, X; Sáez-Royuela, R; Sargatal, J (1994). «Nombres en castellano de las aves del mundo recomendados por la Sociedad Española de Ornitología (Segunda parte: Falconiformes y Galliformes)». Ardeola. Handbook of the Birds of the World (Madrid: SEO/BirdLife) 41 (2): 183-191. ISSN 0570-7358. Consultado el 22 de febrero de 2016.
  2. Duméril, A. M. C. (1805). Zoologie analytique, ou méthode naturelle de classification des animaux, rendue plus facile à l'aide de tableaux synoptiques. Allais, Paris, 344 pp.
  3. Linnaeus, C. (1758) Systema naturae per tria regna naturae, secundum classes, ordines, genera, species, cum characteribus, differentiis, synonymis, locis. Vol. 1. 10th Revised Edition. Laurentii Salvii, Holmiae (Stockholm), 824 pp.
  4. Liddell, H. G. and R. Scott (1980). A Greek-English Lexicon (Abridged Edition). United Kingdom: Oxford University Press. ISBN 0-19-910207-4.
  5. Amadon, Dean (1977). «Notes on the Taxonomy of Vultures» (PDF). The Condor (The Condor) 79 (4): 413-16. JSTOR 1367720. doi:10.2307/1367720. Archivado desde el original el 6 de junio de 2011. Consultado el 13 de marzo de 2009.
  6. Baird, S. F., T. M. Brewer, and R. Rudgway (1874). A history of North American birds. 3 ~01s. Little Brown, Boston (cita en página 336-337).
  7. Coues, E. (1903). Key to North American birds, Vol. 2. Fifth ed. Dana Estes, Boston (cita en página 721).
  8. Wilbur, Sanford (1983). Vulture Biology and Management. Berkeley: University of California Press. p. 6. ISBN 0-520-04755-9.
  9. Miller, Loye H. (1931). «Bird Remains from the Kern River Pliocene of California». The Condor 33 (2): 70-72 fig. 16.
  10. Fisher, Harvey L. (1944). The skulls of the Cathartid vultures. The Condor, 46: 272–296. (pdf) Archivado el 17 de diciembre de 2008 en Wayback Machine.
  11. Campbell, K. E. (1979). The non-passerine Pleistocene avifauna of the Talara Tar Seeps, northwestern Peru. Royal Ontario Museum Life Sciences Contribution 118:1-203.
  12. Wilbur, Sanford (1983). Vulture Biology and Management. Berkeley: University of California Press. p. 12. ISBN 0-520-04755-9.
  13. de la Peña, Martín (2012). Andrés A. Pautasso, ed. Citas, observaciones y distribución de Aves Argentinas. Informe preliminar. Serie: Naturaleza, Conservación, y Sociedad Nº7 (1ª edición). Santa Fe, Argentina: Ediciones Biológica. p. 770. ISBN 978-987-27043-6-0.
  14. Narosky, Tito; Darío Yzurieta (2010). Aves de Argentina y Uruguay, Guía de identificación /Birds of Argentina & Uruguay, a Field Guide (en español/inglés) (16ª edición). Buenos Aires: Vázquez Mazzini editores. p. 432. ISBN 978-987-9132-27-2.
  15. Bartram, W. (1793). Reisen durch Nord- und Süd-Karolina, Georgie, Ost- und West-Florida, das Gebiet der Tscherokesen, Krihks und Tschaktahs; nebst umständlichen Nachrichten von den Einwohnern, dem Boden und den Naturprodukten diesen wenig bekannten großen Länder. Voss, Berlin, xxvi + 469 pp.
  16. Bartram, W. (1791). Travels through North and South Carolina, Georgia, East and West Florida, the Cherokee Country, the Extensive Territories of the Muscogulges or Creek Confederacy, and the Country of the Chactaws. Containing an Account of the Soil and Natural Productions of Those Regions; Together with Observations on the Manners of the Indians. Philadelphia, Pennsylvania. Ed. James & Johnson.
  17. Fry, Joel (2015). The “White Tail’d Buzzard”: New Evidence for William Bartram’s Painted Vulture from Florida. Joel Fry, Curator of Bartram’s Garden, the home of John and William Bartram in Philadelphia, Pennsylvania. Panel: The Science of William Bartram on the St. Johns River. Moderated by Thomas Hallock, University of South Florida and past president of the Bartram Trail Conference. 16 al 18 de octubre de 2015, Ravine Gardens State Park, 1600 Twigg St, Palatka, Florida.
  18. Harper, Francis (1936). The Vultur sacra of William Bartram. Auk, vol 53 (4) 381–392. American Ornithologist’s Union. Lancaster, PA.
  19. Cassin, john; Spencer Fullerton Baird and George Newbold Lawrence (1860). The birds of North America. Natural sciences in America. 1.005 pp.
  20. Allen, J. A. (1871). On the Mammals and Winter Birds of East Florida: With an Examination of Certain Assumed Specific Characters in Birds, and a Sketch of the Bird Faunae of Eastern North America. University Press.
  21. McAtee, William Lee (1942). Bartram’s Painted Vulture. Auk, vol 59 (1) pp 104. American Ornithologist’s Union. Lancaster, PA.
  22. Day, David (1981): The Doomsday Book of Animals: Ebury, London/Viking, New York. ISBN 0-670-27987-0.
  23. Snyder, N. F., & Fry, J. T. (2013). Validity of Bartram's Painted Vulture (Aves: Cathartidae). Zootaxa, 3613(1), 61-82.
  24. Albin, Eleazar; William Derham and D. D. Fellow (1738). A Natural History of Birds: Illustrated with Two Hundred and Five Copper Plates, Curiously Engraven from the Life. And Exactly Colour'd by the Author Eleazar Albin. To which are Added, Notes and Observations by W. Derham, D. D. Fellow of the Royal Society. In Two Volumes. London. Printed for W. Innys and R. Manby, Printers to the Royal Society, at the Weft-End of St. Paul’s. [6] + 92 + [2] pp. (S. sacer es el ave número 4: “The Warwovwen, or Indian Vulture”).
  25. Le Page du Pratz, A.-S. (1758) Histoire de la Louisiane. Vol. 2. de Bure, Paris.
  26. Mlíkovský, J. (2015). The type specimens, type localities and nomenclature of Sarcoramphus vultures (Aves: Cathartidae), with a note on their speciation. Zootaxa 3918 (4): 579–586.
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