Saturno devorando a su hijo

El cuadro Saturno, que responde a su nombre original y el que tiene actualmente según la catalogación del Museo del Prado,[1] o Saturno devorando a su hijo, es una de las pinturas al óleo sobre revoco que formaron parte de la decoración de los muros de la casa que Francisco de Goya adquirió en 1819, llamada la Quinta de Goya.[2] Por tanto, la obra pertenece a la serie de las Pinturas negras de dicho artista.

Saturno devorando a su hijo
Año 1820-1823
Autor Francisco de Goya
Técnica Óleo sobre revoco trasladado a lienzo
Estilo Romanticismo
Tamaño 146 cm × 83 cm
Localización Museo del Prado, Madrid, EspañaBandera de España España
País de origen España

Junto con el resto de ellas, fue copiada de revoco a lienzo a partir de 1874 por Salvador Martínez Cubells, como había encargado el barón Émile d’Erlanger,[3] un banquero francés de origen alemán, que tenía intención de venderlas en la Exposición Universal de París de 1878. En 1881, d’Erlanger las cedió al Estado español por consejo de su hijo y aprovechando un viaje que hizo a Madrid. Fueron destinadas al Museo del Prado, donde se expusieron desde 1889.

Saturno ocupaba un lugar a la izquierda de la ventana, en el muro del lado este, opuesto a la entrada del comedor del piso bajo de la Quinta.

Representa al titán Crono, como es habitual indiferenciado de Chronos, o Saturno en la mitología romana, en el acto de devorar a uno de sus hijos. La figura era emblema alegórico del paso del tiempo, pues Crono se comía a los hijos recién nacidos de Rea, su mujer, por temor a ser destronado por uno de ellos.

Análisis del cuadro

Saturno en la Quinta de Goya, en 1874.[4] Fotografía de J. Laurent. Esta pintura estaba rodeada por un marco de papel.

El tema de Saturno está relacionado, según Freud, con la melancolía y la destrucción, y estos rasgos están presentes en las Pinturas negras. Con expresión terrible, Goya nos sitúa ante el horror caníbal de las fauces abiertas, el gigante avejentado y la masa informe del cuerpo sanguinolento del supuesto hijo.

El cuadro no solo alude al titán Crono, que inmutable gobierna el curso del tiempo, sino que también era el rector del séptimo cielo y patrón de los septuagenarios, como lo era ya Goya.

El acto de comerse a un hijo se ha visto, desde el punto de vista del psicoanálisis, como una figuración de la impotencia sexual, sobre todo si lo ponemos en relación con otra pintura mural que decoraba la estancia, Judit matando a Holofernes, tema bíblico en el que la bella viuda judía Judit invita a un banquete libidinoso al viejo general asirio Holofernes, entonces en guerra contra Israel y, tras emborracharlo, lo decapita.

La hija devorada, el segundo de los hijos que devora según la mitología, con un cuerpo ya adulto, ocupa el centro de la composición[5]. Al igual que en la pintura de Judit y Holofernes, uno de los temas centrales es el del cuerpo humano mutilado. No solo lo está el cuerpo atroz de la joven, sino también, mediante el encuadre escogido y la iluminación de claroscuro extraordinariamente contrastada, las piernas del dios, sumidas a partir de la rodilla en la negrura, en un vacío sentimental. [cita requerida] También podemos observar que la luz cae directamente sobre Saturno y su hija, dejando totalmente en segundo plano al fondo que los rodea y resaltándose ellos mismos

Emplea una gama de blancos y negros, aplicada en mancha de color gruesas, solo rota por el ocre de las carnaciones y la llama fúlgida en blanco y rojo de la carne viva de la hija. Francisco Javier Sánchez Cantón lo comparó con el Saturno que pintó Rubens en 1636 para la Torre de la Parada del Palacio del Pardo de Madrid, aunque en su estudio señala cómo la violencia del de Goya es muy superior, despojado de su pretexto mitológico, prefigurando con ello el expresionismo.

Véase también

Notas y referencias

  1. Barragán, Juan José. «Nueva interpretación del Saturno de Goya.» Aragón turístico y monumental, n.º 393, diciembre de 2022, pág. 43.
  2. Barragán, Juan José. «Nueva interpretación del Saturno de Goya.» Aragón turístico y monumental, n.º 393, diciembre de 2022, págs. 42-47.
  3. Cfr. Valeriano Bozal (2005), vol. 2, pág. 250:
    Salvador Martínez Cubells (1842 - 1914), restaurador del Museo del Prado y académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, trasladó las pinturas a lienzo por encargo del que en aquel momento, 1873, era propietario de la quinta, el barón Fréderic Emile d'Erlanger (1832 - 1911) Martínez Cubells realizó este trabajo ayudado por sus hermanos Enrique y Francisco (...)
    V. Bozal: Francisco Goya, vida y obra, (2 vols.) Madrid, Tf. Editores, 2005, vol. 2, pág. 247, ISBN 84-96209-39-3.
  4. Teixidor, Carlos. «Fotografías de Laurent en la Quinta de Goya.» Descubrir el Arte, n.º 154, diciembre de 2011, págs. 48-54.
  5. Barragán, Juan José. «Nueva interpretación del Saturno de Goya.» Aragón turístico y monumental, n.º 393, diciembre de 2022, págs. 44-45.

Bibliografía

  • BARRAGÁN, Juan José, «Nueva interpretación del Saturno de Goya», en: Aragón, turístico y monumental, n.º 393, diciembre de 2022, págs. 42-47. ISSN 1579-8860.
  • BOZAL, Valeriano, Francisco Goya, vida y obra, (2 vols.) Madrid, Tf. Editores, 2005. ISBN 84-96209-39-3.
  • D'ORS FÜHRER, Carlos, y MORALES MARÍN, Carlos, Los genios de la pintura: Francisco de Goya, Madrid, Sarpe, 1990, pág. 93. Sección «Estudio de la obra seleccionada», por Carlos D'Orf Führer, págs. 83-93. ISBN 84-7700-100-2
  • GLENDINNING, Nigel, Francisco de Goya, Madrid, Cuadernos de Historia 16 (col. «El arte y sus creadores», n.º 30), 1993, págs. 116-122.
  • HAGEN, Rose-Marie y HAGEN, Rainer, Francisco de Goya, Colonia, Taschen, 2003, pág. 76. ISBN 3-8228-2296-5

Enlaces externos

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