Señoríos étnicos de Ecuador

Los señoríos étnicos fueron un conjunto de comunidades indígenas que vivieron en el territorio que actualmente conforma Ecuador. El presente artículo se concentra en su historia durante el periodo de desarrollo regional y su rol durante la conquista Inca (en los lugares donde se llevó a cabo). Incluye las características de algunos señoríos étnicos como sus relaciones comerciales, familiares, ubicación geográfica, restos arqueológicos y mitología. También presenta un resumen de las interpretaciones históricas sobre este periodo histórico a través de obras importantes en cada época.

Periodización y estudio

Federico Gonzáles Suárez, arqueólogo e historiador ecuatoriano. Óleo sobre lienzo del artista César Villacrés (1906).

La etapa prehispánica en Ecuador se suele dividir en los periodos precerámico, formativo, desarrollo regional y de integración. Es durante este último período cuando el aumento la población y los crecientes lazos entre cada pueblo formaron los llamados Señoríos Étnicos. La lista es conjetural y sujeta a los nuevos descubrimientos, sin embargo se pueden nombrar a las siguientes civilizaciones: Manteños, Huancavilcas, Caranquis, Yumbos, Quitus, Puruhaes, Panzaleos, Cañaris y Paltas.

Su estudio requirió un enfoque específico puesto que históricamente, según menciona Federico González Suárez, suele tomarse en cuenta solamente a la cultura Inca en los cronistas e historiadores de las Indias. Los señoríos étnicos suelen ser simplemente nombrados, como por ejemplo la delimitación del territorio Manteño en una de las crónicas, sin embargo, su estudio a profundidad no fue llevado a cabo sino hasta siglos más adelante, a partir de lo cual se han hecho conjeturas y refutaciones sobre su periodización, relaciones políticas, organización social, etc.[1]

Eso por el estudio histórico, por el lado arqueológico en cambio su importancia empezó a desarrollarse a partir de los finales del siglo XIX con las investigaciones de Luis Cordero, González Suárez y en el siglo XX a partir del trabajo de Jijón y Caamaño y Emilio Estrada Icaza, hasta el desarrollo de la arqueología como disciplina científica en ese país. A partir del descubrimiento de la Cultura Valdivia en el siglo XX, empezó a desarrollarse en gran manera las investigaciones en la costa ecuatoriana puesto que prometen el descubrimiento de culturas más antiguas que en la sierra y que pertenecen a los periodos precerámico, formativo y de desarrollo regional.[2]

No obstante, la reflexión sobre el periodo de integración ha sido una constante en la historiografía y antropología de ese país, puesto que corresponde al periodo donde se busca características e idiosincrasias para a partir de ahí buscar generalmente la identidad de Ecuador.

Organización social

Fueron culturas que se relacionaban comercialmente y no vivieron dentro de un reino unificado. Existieron guerras y alianzas durante su desarrollo, sin embargo se caracterizaron siempre por la diversidad cultural, lingüística, política y económica.

Bondades geográficas y diversidad lingüística

Lenguas barbacoanas en la actualidad (rojo fuerte) y probable extensión en el siglo XVI (granate)

La geografía del Ecuador es mucho más generosa que el clima seco y frío de territorios al sur, permitó el desarrollo agrícola de manera más fácil, aprovechando en los Andes los distintos microclimas para la agricultura, así como también la riqueza del siempre fértil golfo de Guayaquil para la producción especialmente de cacao. En el primer caso, la diferencia entre los Andes ecuatorianos y peruanos fueron la base del desarrollo teórico de Frank Salomon quien estudió a profundidad la característica de la cordillera en la sierra norte de Ecuador para destacar el rol que tenían las llajtas y los cacicazgos en la organización de los señoríos.[3] La determinación de las lenguas que hablaron es difícil puesto que no existía escritura y a través de la evangelización, con la conquista de España, el idioma que se empezó a difundir fue el quichua.[4] Sin embargo, se sabe que los huancavilcas hablaban su propio idioma, aunque ahora considerado como una lengua no clasificada, pero se conjetura que pertenecen a la familia de la lengua tallán. Jacinto Jijón y Caamaño también considera a los Manteños como parte de esta familia lingüística definiendo al grupo: Manabí–Huancavilca–Puná. Todas relacionadas también con las lenguas mochica, el cañari y el puruhá de las tierras altas de más al este. Por su parte, la lengua cañari, se conjetura, puede estar relacionada, a su vez, con las familias lingüísticas barbacoanas.[2][5]

El estudio sistemático de estas lenguas agrupó a los pueblos que viven cerca del Marañon y que fueron conquistados por el imperio Inca. Dentro de este grupo, se identificó los siguientes idiomas: Malacato, Rabona, Bolona, Xiroa, Tabancale, Patagón, Sácata, Bagua, Copallín, Chirino y Chacha.[6] De estas, las que fueron habladas en territorios o que influenciaron a los señoríos étnicos de lo que actualmente es Ecuador son: el tabancale en la provincia de Zamora Chinchipe; el malacato: en la provincia de Loja, también conocido como idioma Palta; y por último el bolona que probablemente influyó en el idioma Cañari.[7]

La balsa manteña, los mindalaes y la concha Spondylus

Concha espóndilus, principal medio de intercambio entre los señoríos étnicos.
Balsa Manteña, ilustración la realizada por Jorge Juan y Antonio de Ulloa durante el siglo XVIII.

Los señoríos de la costa como los Manteños y Huancavilcas, muchas veces estudiados en conjunto como la cultura Manteño-Huancavilca tuvieron un desarrollo comercial a lo largo de todo el pacífico tanto con las culturas del sur como los Chancas en Perú, así como también con las culturas mesoaméricanas donde se exportaba cacao.[8] Se aprovechó las corrientes marinas para a través de la balsa manteña llevar productos a Mesoamérica, enriqueciendo a través de sus intercambios a ambas culturas. El medio de cambio utilizado principalmente fue la concha Spondylus y en ocasiones también el trueque.[9] Por estas razones es normal encontrar restos arqueológicos de esta concha en lugares andinos, mucho más alejados del mar. Por otro lado, los señoríos de la sierra se caracterizaron por el comercio muchas veces con tribus de la costa, sin embargo, la accidentada geografía andina les obligaba a buscar las conexiones entre los valles. En este sentido el rol que tuvieron los Mindalaes fue clave, según el descubrimiento de Frank Salomon. Su rol como mercaderes fue unir a las distintas tribus que vivían en llajtas y yumbos, para lograr el intercambio comercial y unir toda la cordillera andina en sus tres regiones: las dos templadas en la costa y amazonía de ese país, con el páramo de un clima más frío.[10]

Organización familiar, enchaquirados y poligamia

La geografía que permitía la creación de distintas culturas y la migración forzada desde el sur que veían a los Andes de este lugar como refugio de la expansión del imperio Inca, hizo que esta época se caracterice por la convivencia de una gran diversidad de civilizaciones en un territorio determinado, basándose en las relaciones comerciales. A esto se suma la diversidad sexual que caracterizó siempre a los señoríos étnicos. El ejemplo más nombrado por los cronistas Pedro Cieza de León, Gonzalo Fernández de Oviedo, Garcilaso de la Vega, Agustín de Zárate y Girolamo Benzoni, fue la homosexualidad como práctica común dentro de la cultura huancavilca. Existía la formación de harenes de homosexuales como parte de las prácticas religiosas que incluía la adopción de vestimenta femenina desde niños. A ellos los identificaron los como enchaquirados.[11] Esto no solo era aceptado sino que también gozaban de jerarquía social puesto que además del oro, las chaquiras de cochas espóndilus eran muy valorados.[12]

Por otro lado en los señoríos de la sierra se practicaba comúnmente la poligamia. Existe evidencia que esta práctica era común en los Quitus y también en los Caranqui, ya que esta era una práctica difundida por durante esta época y responde a intereses económicos, alianzas sexuales y a la falta de una prohibición explícita en las normas sociales.[13]


Como ejemplo, podemos ver la mención del cronista Cieza de León, sobre la cultura Cañari:[14]

"Los señores se casan con las mujeres que quieren y más les agrada; y aunque éstas sean muchas, una es la principal. Y antes que se casen hacen gran convite, en el cual, después que han comido y bebido a su voluntad, hacen ciertas cosas a su uso. El hijo de la mujer principal hereda el señorío, aunque el señor tenga otros muchos habidos en las demás mujeres".

Listado de algunos señoríos étnicos

Cultura Quitu

Pirámide de Cochasquí

La cultura Quitu que dio el nombre a la capital de Ecuador existió entre 850 a. C. y 1550 d. C. Según Juan de Velasco fue esta la cultura que fue conquistada por los Caras, un pueblo que venía de la costa y se impuso. Después de la conquista, se asimilaron en una sola civilización llamada Quitu-Cara y su forma de gobierno era una monarquía para lo cual se enumeraron las princesas y nobleza. Esta historia que muestra la forma de ver el mundo desde la óptica de una monarquía católica fue refutada posteriormente gracias a nuevos descubrimientos arqueológicos. Los Caras, ahora también suelen ser referidos como Caranquis, fueron un pueblo que no estableció un reino pero formó parte de los señoríos étnicos de Ecuador. Por otro lado, los Quitus habitaron los territorios que ahora conforman la provincia de Pichincha principalmente y su principal sitio arqueológico es el complejo de Pirámides de Cochasquí, al norte de la ciudad de Quito. Este tiene una superficie de 84 hectáreas y está ubicada a 3100 m s. n. m. (metros sobre el nivel del mar). El complejo está formado por quince pirámides que tienen una forma de "T" gracias a una rampa de gradas que permite su ascenso. En la actualidad están cubiertas por vegetación y al estar hechas de barro se evita su descubrimiento como en otros complejos arqueológicos debido a que no resistirían la intemperie. Fueron construidas específicamente con un material volcánico del entorno que se llama Cangahua. Se cree que eran observatorios astronómicos, ya que en una de ellas se encuentra un calendario lunar y otras también tenían uno solar para determinar los solsticios y equinoccios. Además también se hallaron numerosos cráneos por lo que se conjetura puede haber sido el lugar de ceremonias religiosas o actividades militares en época de guerras con otros señoríos étnicos.[13]

Cultura Yumbo

Ruinas de Tulipe, de la cultura Yumbo, Ecuador.

Esta cultura habitó cerca a los Quitus pero más al noroccidente de la provincia de Pichincha y en una zona más templada puesto que su altura está cerca a los 1800 m s. n. m. Además, vivieron entre los 600 d. C. hasta 1660 d. C. aproximadamente. De esta cultura se suele hablar sobre el "País de los Yumbos" que incluía a ciudades que ahora corresponden a Calacalí, Mindo, Nanegal, Nono y Lloa. Existieron también ciudades desaparecidas como Catacoto, Alambí, Llambo y Cachillacta. Esta cultura desapareció no debido a la conquista de los incas o españoles, sino a posibles erupciones volcánicas como el Pichincha o el Pululahua que se encuentran en zonas cercanas. Los sobrevivientes tal vez se reubicaron en lugares más cercanos a la Amazonía al otro extremo de la cordillera de los Andes en busca de un clima similar. Esto se debe principalmente a que existen aún asentamientos humanos pertenecientes a esta cultura y que recuerdan únicamente por tradición cuando habitaron el otro lado de la cordillera. El complejo arqueológico más importante de los Yumbos es Tulipe, que fue un centro de ceremonil. Su principal actividad económica era el comercio, la caza y la artesanía.[15]

Cultura Cañari

Complejo arqueológico de Cojitambo

La cultura Cañari vivió en las actuales provincias de Cañar y Azuay aunque también existen vestigios de su cultura en Chimborazo, El Oro, Loja y Morona Santiago, igualmente en el sur de ese país. Resistieron la conquista inca durante medio siglo aproximadamente y después pactaron una alianza con los españoles para luchar contra el Incario. Los cañaris en lugar de relacionarse migratoriamente a lo largo de la cordillera de los Andes empezaron a entablar lazos comerciales con los pueblos de la costa, especialmente los Huancavilcas que eran los más prominentes. Su lengua propia, llamada cañari y distinta al quichua, se cree es una de las razones por las que existe un acento distinto en el castellano que se habla en el sur de Ecuador. Además lograron conservar su mitología en donde narran el origen de todo a partir de dos mitos, en lugar de uno que suele ser más habitual: el de la serpiente y la guacamaya.[16]

Cultura Manteña

Silla manteña

La cultura manteña fue una de las principales civilizaciones de la costa de Ecuador y existe un debate sobre la antigüedad en relación con la Huancavilca y asimismo en cuento a su delimitación, puesto que muchas veces se hace referencia en conjunto como Manteño-Huancavilca. Se cree que desde sus pueblos fueron los primeros en mirar a los barcos españoles cuando llegaban al continente con el objetivo de expandir su monarquía. Son famosos por ser grandes comerciantes y haber construido la balsa manteña que servía para llevar y traer productos a lo largo de todo el pacífico, incluyendo a culturas del sur en territorios de lo que actualmente es Perú, así como también culturas de Mesoamérica con quien tenían lazos comerciales constantes. Habitaron lo que actualmente es la provincia de Manabí y su existencia se extiende desde aproximadamente el año 600 de nuestra era hasta 1534 cuando Pedro de Alvarado exploró la zona y en 1535, año en que Francisco Pacheco fundó la ciudad de Portoviejo. Existen crónicas que describen la cultura manteña como un pueblo principalmente de pescadores, con viviendas que eran de tamaño modesto y de madera, a diferencia de los pueblos de los Andes de los cuales existen complejos arqueológicos arquitectónicos, en la costa existe una abundante cerámica que da testimonio de su desarrollo, así como metalurgia y el uso de materiales que solo eran obtenidos a partir del intercambio con culturas lejanas. Su religión se basaba en el culto a la diosa Umiña que estaba representada como una gran esmeralda. También adoraban a animales como la serpiente (al igual que los Cañari), al jaguar o al puma, lo que demuestra su conocimiento de animales que habitaban en la Amazonía. Además se conocen sus sillas que servían como tronos y con fines religiosos.[17]

Cultura Huancavilca

Máscara de la cultura Huancavilca

La cultura huancavilca, o también llamada guancavilca, en honor a la ciudad que nació de ellos, Guayaquil, existieron entre los años 600 d. C. hasta 1530 d. C. Habitaron la zona sur de la costa ecuatoriana y formaron parte del grupo de grandes señoríos étnicos de la costa, junto a los manteños. Al igual que ellos sus restos arqueológicos son principalmente cerámicas que testifican de su desarrollo y comercio, a diferencia de las culturas de los Andes que tienden más bien a tener complejos arquitectónicos. La delimitación entre Manteños y Huancavilcas suele definirse en base al testimonio del viajero italiano Girolamo Benzoni (1547 – 1550), quien indica: “Pasados los límites de Puerto Viejo se entra al país de los guancavilcas, provincia inferior del Reino del Perú y el primer pueblo que se encuentra en la costa se llama Colonchi y está situado cerca de la punta de Santa Elena.” Fueron grandes comercianes y existe evidencia que intercambiaban concha spondylus, tejidos de algodón, objetos de oro, plata, cobre y espejos de obsidiana. Además, son conocidos por haber resistido la conquista Inca en tres batallas, y el fin de su cultura suele narrarse durante la conquista española a través de la leyenda de Guayas y Quil dos caciques, un hombre y una mujer que eran guerreros y resistieron a los conquistadores hasta morir trágicamente como mártires, dando origen de esta manera al nombre y la ciudad que actualmente se conoce como Guayaquil.[17]

Lucha contra los Incas

Si hay algo que caracterizó a los señoríos étnicos fue su lucha contra el imperio Inca. Muchos de ellos llegaron a su actual territorio huyendo de su expansión y tenían una forma de convivencia distinta puesto que sus civilizaciones al ser más pequeñas dependían de otras para su supervivencia por lo que empezaron a construir redes comerciales. Los distintos señoríos étnicos corrieron diferentes suertes, pero no se logró una conquista completa durante la invasión inca y más bien el fin de los señoríos fue con la conquista española.

La resistencia de los Paltas y los Cañaris

Nobles Cañaris en la esquina inferior izquierda durante el Corpus Christi en el Cuzco. Esto demuestra su alianza con los españoles

Los Paltas fueron conquistados primero, debido a su posición geográfica que se encuentra en el sur del actual Ecuador. Su resistencia fue quebrada rápidamente y sus ejércitos anexados a las filas Incas, lo que no fue bueno para sus vecinos, los Cañaris. Aprendiendo de la experiencia de los Paltas, los Cañaris buscaron organizarse militarmente para ofrecer una resistencia mayor. Habían elegido por jefe a Dumma y juntaron un ejército considerable. La primera batalla fue exitosa y lograron mantener el control de su territorio. Sin embargo, Tupac Yupanqui decidió no regresar a Cusco sin antes haber conseguido la anexión de este pueblo a su imperio. Por esta razón empezó a construir un fuerte militar en los recién anexados territorios de los Palta. Al ver esto, los Cañaris buscaron empezar una estrategia diplomática para negociar la paz. Esta negociación fue exitosa y el Inca mandó un representante que fue recibido con grandes agasajos y le construyeron un palacio para hospedarlo. Confiado de la paz y sumisión de los Cañaris, Tupac Yupanqui entró en su territorio y se mantuvo en lo que actualmente es la provincia del Azuay durante muchos años. Por esta razón es el territorio de Ecuador donde más tiempo existió presencia de los Incas, edificando fuertes como Ingapirca o Pumapungo.​ Sin embargo, esta decisión sería lamentada por los cañaris puesto que vivieron cerca de cincuenta años bajo el imperio Inca empezaron a rebelarse, a tal punto que a penas pudieron, tendieron una alianza con los españoles para unirse en su batalla y lograr finalmente la conquista del Incario. Por esta razón serían recompensados quienes pertenecieron a la nobleza de los cañaris durante los primeros años de la conquista.[18]

Confederación militar de los Quitus, Puruhaes y Caranquis

Laguna de Yahuarcocha, donde se realizó la matanza al final de un conflicto que duró diez años contra los Incas

Por otro lado, los Quitus, intentaron detener la invasión Inca para lo cual se unieron militarmente con las tribus Caranqui y Puruhá. Resistieron la invasión inicial sin embargo a finales del siglo XV fueron vencidos por Túpac Yupanqui. La batallas más importantes se celebraron alrededor del nudo de Tiocajas. De ellas se recuerda la Batalla de Yahuarcocha y la Primera batalla de Tiocajas liderada por el general Epiclachima a finales del siglo XV. Respecto a la primera se ignoran los años específicos que ocurrió. La mayoría de las fuentes creen que fueron guerras que duraron cerca de una década y al final de ella ocurrió una masacre donde se dio la muerte de un gran número de personas que formaban parte de la confederación militar que defendía el territorio norte de los señoríos étnicos. Se cree que ocurrió entre los años 1481 y 1491 en la laguna que ahora lleva su nombre Yahuarcocha, que quiere decir en castellano lago de sangre. Respecto a las batallas en el nudo de Tiocajas, El Sapa Inca empezó su ataque contra la confederación que era encabezada por los Quitus con cerca de 40 mil soldados veteranos. El líder de la confederación fue Hualcopo, quien en épocas de paz era el curaca de los Quitu como parte de la estrategia militar, nombró a su hermano menor, Epiclachima, y al señor de Píllaro, Ati Pillahuaso (que significa Pillahuasu el Viejo), generales en jefe de sus ejército. Para ello se creó un cuartel general en Liribamba y además empezó sus defensas en la comarca de Tiquizambi, donde se llevaron a cabo varias batallas contra los Incas. Para la defensa de la confederación, Epiclachima reunió a varios hombres y confió en su superioridad numérica frente a la del Sapa Inca. No obstante, serían derrotados en las llanuras de Tixán y Tiocajas, cerca de los fuertes de Galte y Atapo. Primero cayó Galte y la defensa de Atapo fue feroz por un año y medio. Terminaría cuando Epiclachima lanzó un ataque directo a las legiones incáicas confiando en que tenía un ejército más grande, sin embargo moriría junto a su ejército de cerca de 16 mil hombres. Su territorio sería anexado finalmente gracias al matrimonio por exogamia y se mantuvo el nombre durante la dominación Inca.[19]

La batalla de los Manteño-Huancavilcas

Monumento a Guayas y Quil

El caso más importante es el de los Huancavilcas que no fueron conquistados y lograron satisfactoriamente detener el avance del Incario. Su lucha se realizó en tres guerras, lo que les permitió resistir hasta que el imperio Inca fuese conquistado por los españoles.

La primera guerra se dio cuando los cañaris fueron conquistados. Tupac Yupanqui había enviado unos emisarios que inicialmente fueron recibidos amablemente por las culturas Manteño Huancavilca pero, antes de su regreso, fueron soprendidos por guerreros que los asecharon y mataron. Esto ocasionó la reacción de los incas y desencadenó una segunda batalla, sin embargo, esta vez sería con el nuevo Inca Huayna Capac quien alistó un ejército de orejones y empezó la invasión.[20]

Ahora era más inminente la guerra final puesto que atacaban desde los recién conquistados territorios cañaris y habían además construido el fuerte de Ingapirca para ello. La resistencia huancavilca logró mantenerse aunque la situación ahora era mucho más difícil por la cercanía de los nuevos territorios. Ofrecieron como ofrenda a mujeres de su tribu quienes se presentaron ante el Inca pidiendo paz, estrategia que funcionó según cuenta Gabriel Pino y Roca en sus Tradiciones, "ya que el Inca, fiel a su promesa, perdonó la vida a todos y sólo decidió reunir a los culpables y apostrofándoles sus crímenes les hizo tirar suerte, mandando ejecutar al 10 por ciento de ellos para que nadie diga jamás que había tenido preferencias".[20]

El tercer encuentro fue con el hijo de Huayna Capac, Atahualpa quien controlaba militarmente el norte del Tahuantinsuyo e intentó ganar control sobre el litoral de Ecuador, sin embargo, no logró su cometido. Por esta razón, se cuenta el fin de la cultura Huancavilca con la batalla frente a los españoles a través de la muerte de sus dos caciques Guayas y Quil.[20]

Véase también

Referencias

  1. González Suárez, Federico (1960). Federico González Suárez. Consultado el 16 de diciembre de 2022.
  2. Jijón y Caamaño, J. (1960). Jacinto Jijón y Caamaño. Consultado el 16 de diciembre de 2022.
  3. Salomon, Frank (2011). Los señores étnicos de Quito en la época de los incas. Instituto Metropolitano de Patrimonio. ISBN 978-9978-366-61-5. Consultado el 13 de abril de 2023.
  4. Velásquez, Luis Fernando Garcés (31 de julio de 2018). «Fuentes para el estudio del quichua y su papel en la evangelización en el caso ecuatoriano. Una visión panorámica». Procesos. Revista Ecuatoriana de Historia: 151-175. ISSN 2588-0780. doi:10.29078/rp.v0i48.716. Consultado el 13 de abril de 2023.
  5. Rendón, Jorge Gómez (2017). «Las lenguas barbacoanas meridionales y el quechua». Pucara (28): 55-97. ISSN 2661-6912. Consultado el 13 de abril de 2023.
  6. Wilbert, Johannes (1968). Loukotka's Classification of South American Indian Languages (en inglés). Latin American Center, University of California. Consultado el 13 de abril de 2023.
  7. «The Languages of the Andes | Other languages and linguistics». Cambridge University Press (en inglés). Consultado el 13 de abril de 2023.
  8. Guanoluisa Cedillo, Franklin Patricio (2015-05). La cultura lítico manteño. Consultado el 13 de abril de 2023.
  9. Marcos, Jorge G. (1980). «intercambio a larga distancia en américa: el caso del spondylus». Boletín de Antropología Americana (1): 124-129. ISSN 0252-841X. Consultado el 13 de abril de 2023.
  10. «FlacsoAndes | Los señores étnicos de Quito en la época de los incas.». FlacsoAndes. Consultado el 16 de diciembre de 2022.
  11. Ugalde, María Fernanda; Benavides, O. Hugo (1 de julio de 2018). «Queer histories and identities on the Ecuadorian coast: The Personal, the Political, and the Transnational». Whatever. A Transdisciplinary Journal of Queer Theories and Studies (en inglés) 1: 157-182. ISSN 2611-657X. doi:10.13131/2611-657X.whatever.v1i1.3. Consultado el 13 de abril de 2023.
  12. Benavides, O. Hugo (28 de junio de 2008). «The Representation of Guayaquil's Sexual Past: Historicizing the Enchaquirados». Journal of Latin American Anthropology (en inglés) 7 (1): 68-103. doi:10.1525/jlca.2002.7.1.68. Consultado el 16 de diciembre de 2022.
  13. Cervantes, Biblioteca Virtual Miguel de. «Historia general de la República del Ecuador. Tomo primero». Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Consultado el 13 de abril de 2023.
  14. Cieza de León, Pedro (1880). Segunda parte de la Crónica del Perú, que trata del señorio de los incas yupanquis y de sus grandes hechos y gobernación. Consultado el 16 de diciembre de 2022.
  15. Samaniego, Alfredo Costales (2002). Etnografía, lingüística e historia antigua de los caras o yumbos colorados, 1534-1978. IEAG. ISBN 978-9978-22-204-1. Consultado el 13 de abril de 2023.
  16. Hermida, Gustavo Reinoso (2006). Cañaris e incas: historia y cultura. Gobierno Provincial de Azuay. ISBN 978-9978-44-750-5. Consultado el 13 de abril de 2023.
  17. Holm, Olaf (1982). Cultura manteña-huancavilca. Museo Antropológico y Pinacoteca del Banco Central del Ecuador. Consultado el 13 de abril de 2023.
  18. Suárez, Federico González (1965). Estudio histórico sobre los Cañaris pobladores de la antigua Provincia del Azuay. Universidad de Cuenca. Consultado el 13 de abril de 2023.
  19. Espinoza, Reynaldo Moya (2003). Breve historia de Piura: Tiempos prehispánicos. Caja Municipal Sullana. Consultado el 13 de abril de 2023.
  20. Cervantes, Biblioteca Virtual Miguel de. «Historia general de la República del Ecuador. Tomo primero». Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Consultado el 13 de abril de 2023.
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