Sentido literal y sentido figurado

En lingüística, el sentido literal y el sentido figurado son distinciones que se dan cuando el significado de un mensaje es denotativo (es decir, el contenido del mensaje es igual a la forma), o connotativo (el contenido del mensaje es distinto a la forma en que se dice). Es decir, el sentido literal es explícito y el sentido figurado es implícito. Estos dos modos del lenguaje se dan en particular en los campos de la estilística, la retórica y la semántica. Un ejemplo de esta distinción literal/figurado es «latirle el corazón [a alguien]», que hace referencia al órgano vital, mientras que en «romperle el corazón [a alguien]» se hace referencia al desamor.

El lenguaje con sentido literal usa palabras exactamente de acuerdo con sus significados originales, convencionalmente aceptados (la llamada «definición de diccionario»). En cambio, el lenguaje en sentido figurado (que no figurativo[nota 1]) es aquel por el cual una palabra expresa una idea en términos de otra, apelando a una semejanza que puede ser real o imaginaria. Usa palabras de una manera que se desvían de su definición original con el propósito de transmitir un significado más complicado o un efecto más elevado.[1]

El uso literal es el que confiere significado a las palabras, es decir, el significado que tienen per se, fuera de cualquier figura literaria.[2] Mantiene un significado consistente independientemente del contexto, con el significado deseado correspondiente exactamente al significado de las palabras individuales.[3][4] El uso figurado del lenguaje es el uso de palabras o frases que implica un significado no explícito que tiene un sentido alternativo.[5]

Aristóteles y más tarde Quintiliano estuvieron entre los primeros analistas de retórica que expusieron las diferencias entre el sentido literal y el figurado.[6]

Dentro del análisis literario, tales términos todavía se usan; pero dentro de los campos de la cognición y la lingüística, la base para identificar tal distinción ya no se usa.[7]

Sentido figurado en el análisis literario

El sentido figurado puede tomar múltiples formas, como símil o metáfora.[8] La enciclopedia Merriam-Webster's Encyclopedia Of Literature clasificó en cinco categorías el sentido figurado: por semejanza o relación, por énfasis o subestimación, por figuras de sonido, por juegos verbales y por error.[9]

Un símil es una comparación de dos cosas, indicadas por alguna preposición, generalmente «como» o «que», o un verbo como «parecer» para mostrar cómo son similares.[10][11]

Ejemplo: «Sus mejillas eran como rosas, su nariz como una cereza... / Y la barba de su barbilla era tan blanca como la nieve». (símil para enfatizar) —Clemento Clark Moore.[12]

Una metáfora es una figura retórica en la que se muestra que dos «cosas esencialmente distintas» tienen un tipo de parecido o crean una nueva imagen.[13] Las similitudes entre los objetos que se comparan pueden estar implícitas en lugar de expresarse directamente.[14] El crítico literario y retórico, I. A. Richards, divide una metáfora en dos partes: el vehículo y el tenor.[15] El tenor es el tema de la comparación y el vehículo es el término metafórico en sí mismo, o para expresarlo de otra manera, el vehículo es la imagen que ilumina el tema de la metáfora.[16]

Ejemplo: «La niebla va con pequeños pies de gato» —Carl Sandburg[17] En este ejemplo, «pequeños pies de gato» es el vehículo que aclara el tenor, «niebla». Una comparación entre el vehículo y el tenor (también llamado teritium comparitionis) está implícito: «la niebla se desplaza silenciosamente como lo hace un gato».

Cuando una metáfora se continúa en varias oraciones o varios párrafos (profundizando en ella), se denomina alegoría.[18][19]

Ejemplo: «El cielo sale de su ropa de día / Se pone su vestido de noche de seda. / Un séquito de murciélagos zumba y se balancea en el dobladillo ... Se ha probado todos los artículos de su guardarropa». Dilys Rose[20]

La onomatopeya es una palabra diseñada para ser una imitación de un sonido.[21]

La personificación[22] es la atribución de una naturaleza o carácter personal a objetos inanimados o nociones abstractas, especialmente como una figura retórica.[23]

Un oxímoron es una figura retórica en la que se usan juntos un par de términos opuestos o contradictorios para enfatizar.[24]

Una paradoja es una declaración o proposición que es contradictoria, irrazonable o ilógica.[25]

La hipérbole es una figura retórica que utiliza una declaración extravagante o exagerada para expresar sentimientos fuertes.[26]

La alusión es una referencia a un personaje o evento famoso.

Un idiotismo es una expresión que tiene un significado figurativo no relacionado con el significado literal de la frase.

Un calambur es una expresión destinada a un efecto humorístico o retórico explotando diferentes significados de palabras.

Modelo pragmático estándar de comprensión

Antes de la década de 1980, se creía ampliamente el modelo de comprensión «pragmático estándar». En ese modelo, se pensaba que el receptor primero intentaría comprender el significado como si fuera literal, pero cuando no se podía hacer una inferencia literal apropiada, el receptor cambiaría para buscar una interpretación figurativa que permitiera la comprensión.[27] Desde entonces, la investigación ha puesto en duda el modelo. En las pruebas, se descubrió que el lenguaje figurativo se comprendía a la misma velocidad que el lenguaje literal; y, por lo tanto, la premisa de que el destinatario intentaba primero procesar un significado literal y la descartaba antes de intentar procesar un significado figurado parece ser falsa.[28]

Opiniones contemporáneas

Comenzando con el trabajo de Michael Reddy en su obra de 1979 «La metáfora del conducto», muchos lingüistas ahora rechazan que haya una forma válida de distinguir entre un modo de lenguaje «literal» y «figurativo».[29]

Véase también

Notas

  1. «Figurativo» se aplica en las Bellas Artes para referirse a una obra que representa fielmente la realidad, en oposición a «abstracto».

Referencias

  1. "Figure of speech." Merriam-Webster Dictionary. Merriam-Webster, Inc. 2015.
  2. Jaszczolt, Katarzyna M..; Turner, Ken (1 de marzo de 2003). Meaning Through Language Contrast. Volume 2. John Benjamins Publishing. pp. 141-. ISBN 9781588112071. Consultado el 20 de diciembre de 2012.
  3. Glucksberg, Sam (26 de julio de 2001). Understanding Figurative Language:From Metaphor to Idioms: From Metaphor to Idioms. Oxford University Press. ISBN 9780195111095. Consultado el 20 de diciembre de 2012.
  4. Harley, Trevor A. (2001). The Psychology of Language: From Data to Theory. Taylor & Francis. pp. 293-. ISBN 978-0-863-77867-4. Consultado el 20 de diciembre de 2012.
  5. Montgomery, Mar; Durant, Alan; Fabb, Nigel; Tom Furniss; Sara Mills (2007). Ways of Reading: Advanced Reading Skills for Students of English Literature. Taylor & Francis. pp. 117-. ISBN 9780415346337. Consultado el 23 de diciembre de 2012.
  6. M.H. Abrams; Geoffrey Harpham (2011). A Glossary of Literary Terms (10 edición). Cengage Learning. ISBN 9780495898023.
  7. Barber, Alex; Stainton, Robert J (20 de noviembre de 2009). Concise Encyclopedia of Philosophy of Language and Linguistics. Elsevier. pp. 230-. ISBN 9780080965000. Consultado el 23 de diciembre de 2012.
  8. Montgomery, Martin; Durant, Alan; Fabb, Nigel; Tom Furniss; Sara Mills (9 de enero de 2007). Ways of Reading: Advanced Reading Skills for Students of English Literature. Routledge. pp. 117-. ISBN 9780203597118. Consultado el 3 de abril de 2013.
  9. Merriam-Webster, inc. (1995). Merriam-Webster's Encyclopedia Of Literature. Merriam-Webster. p. 415. ISBN 9780877790426. Consultado el 23 de abril de 2013.
  10. Origin: 1350–1400; Middle English < Latin: image, likeness, comparison, noun use of neuter of similis similar. «Simile». simile, n. Oxford English Dictionary.
  11. Kennedy, X. J., and Dana Gioia. An Introduction To Poetry. 13th ed. Longman Pub Group, 2007. Pg 594.
  12. Terban, Marvin; joi, Giulio Maestro (1993). It Figures!: Fun Figures of Speech. Houghton Mifflin Harcourt. pp. 12-. ISBN 9780395665916. Consultado el 23 de diciembre de 2012.
  13. Origin: 1525–35; < Latin metaphora < Greek metaphorá a transfer, akin to metaphérein to transfer. See meta-, -phore«Metaphor». metaphor, n. Oxford English Dictionary.
  14. Miller, Carol Rawlings (1 de marzo de 2001). Irresistible Shakespeare: 6 Sensational Scenes from Favorite Plays and Dozens of Fun Ideas That Introduce Students to the Wonderful Works of Shakespeare. Scholastic Inc. pp. 25-. ISBN 9780439098441. Consultado el 23 de diciembre de 2012.
  15. I. A. Richards, The Philosophy of Rhetoric (New York: Oxford University Press, 1936), 119-27.
  16. James L. Resseguie, Narrative Criticism of the New Testament: An Introduction (Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2005), 63.
  17. Fandel, Jennifer (30 de julio de 2005). Metaphors, Similes, And Other Word Pictures. The Creative Company. pp. 30-. ISBN 9781583413401. Consultado el 3 de abril de 2013.
  18. «Extended Metaphor». extended metaphor. Dictionary.com.
  19. Oliver, Mary (1994). Poetry Handbook. Houghton Mifflin Harcourt. pp. 103-. ISBN 9780156724005. Consultado el 6 de marzo de 2013.
  20. Liddell, Gordon F.; Gifford, Anne (26 de julio de 2001). New Scottish poetry. Heinemann. pp. 131-. ISBN 9780435150983. Consultado el 3 de abril de 2013.
  21. Origin: 1570–80; < Late Latin < Greek onomatopoiía making of words = onomato- (combining form of ónoma name) + poi- (stem of poieîn to make; see poet) + -ia -ia«Onomatopoeia». onomatopoeia, n. Oxford English Dictionary.
  22. Origin: 1745–55; personi(fy) + -fication«Personification». personification, n. Oxford English Dictionary.
  23. Moustaki, Nikki (1 de abril de 2001). The Complete Idiot's Guide to Writing Poetry. Penguin. pp. 146-. ISBN 9781440695636. Consultado el 23 de diciembre de 2012.
  24. Origin: < post-classical Latin oxymoron, figure of speech in which a pair of opposed or markedly contradictory terms are placed in conjunction for emphasis (5th cent.; also oxymorum) < ancient Greek ὀξυ-oxy- comb. form1+ μωρόςdull, stupid, foolish (see moron n.2).«Oxymoron». oxymoron. Oxford English Dictionary.
  25. Origin: < Middle French, French paradoxe (1495 as noun; 1372–4 in plural paradoxesas the title of a work by Cicero; paradoxon (noun) philosophical paradox in post-classical Latin also a figure of speech < ancient Greek παράδοξον, especially in plural παράδοξαStoical paradoxes, use as noun of neuter singular of παράδοξος (adjective) contrary to received opinion or expectation < παρα-para- prefix1+ δόξαopinion (see doxology n.), after ancient Greek παρὰ δόξανcontrary to expectation«Paradox». paradox, n. Oxford English Dictionary.
  26. Origin: < Greek ὑπερβολήexcess (compare hyperbola n.), exaggeration; the latter sense is first found in Isocrates and Aristotle. Compare French hyperbole(earlier yperbole).«Hyperbole». hyperbol e, n. Oxford English Dictionary.
  27. Katz, Albert N. (1998). Figurative Language and Thought. Oxford University Press. pp. 166-. ISBN 9780195109634. Consultado el 20 de diciembre de 2012.
  28. Eysenck, Michael William; Keane, Mark T. (2005). Cognitive Psychology: A Student's Handbook. Taylor & Francis. pp. 369-. ISBN 9781841693590. Consultado el 20 de diciembre de 2012.
  29. Ortony, Andrew (26 de noviembre de 1993). Metaphor and Thought. Cambridge University Press. pp. 204-. ISBN 9780521405614. Consultado el 20 de diciembre de 2012.

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