Shikantaza
Shikantaza (只管打坐?) es el término zen japonés, proveniente del chino zhǐguǎn dǎzuò (只管打坐), usado para referirse a un subtipo de meditación budista englobado en la práctica del zazen de la escuela Sōtō. Traducible como "tan sólo sentarse", su método general es el de la observación sin juicios de los pensamientos aleatorios que cruzan la mente del meditador, aunque se trata de una tradición altamente sutil y alegórica a la que los distintos linajes de la escuela dan diferentes matices.[1]

Shikantaza se basa en gran medida en una cita de Dōgen, maestro zen del siglo XIII y fundador de la escuela Sōtō.[2]
Mientras el venerable Yaoshan meditaba, un monje preguntó:"¿En qué piensa, sentado con tan firme compostura?"
Yaoshan respondió: "Pienso no pensando".
El monje preguntó: "¿Cómo se piensa no pensando?"
Yaoshan dijo: "no-pensando".
Técnicas de meditación expansivas similares a esta aparecen en otras tradiciones orientales, como en el taoísmo, donde se practica la llamada zuowang ("sentarse y olvidar").
Técnica
El maestro zen John Daido Loori describe shikantaza como una práctica ardua a pesar de la simplicidad que emana su nombre. En ella, la fuerza mental (joriki) no la produce la concentración sostenida en algún elemento como en anapanasati, sino la consciencia del flujo de los pensamientos, sin tratar activamente de deshacerse de ninguno.[3] El usuario debe observar sus pensamientos, "sin analizarlos, ni juzgarlos, ni intentar entenderlos ni categorizarlos", siendo simplemente consciente de ellos.[4] Según Loori, esta práctica ayuda a la actividad mental a fluir y producir samadhi.[5]
Cuando se practica shikantaza uno no intenta concentrarse en nada específico o tratar de apartar los pensamientos. Simplemente se permite que todo sea como es. Los pensamientos van y vienen, y uno simplemente los observa, mantiene su consciencia en ellos. Requiere mucha energía y persistencia el sentarse en shikantaza y no perderse en pensamientos mundanos. Pero poco a poco, los pensamientos comienzan a enlentecerse, y con el tiempo dejan de acudir. Cuando el pensamiento desaparece, el pensador desaparece.[6]
El experto en meditación Eric Harrison epiloga estas palabras comparando shikantaza con lo que en psicología se denomina extinción, por la que la reducción repetida de una respuesta conductual termina por causar la desaparición de esa respuesta.[7]

Loori afirma que la atención (awareness, en el original en inglés) es todo lo que se necesita para la práctica de shikantaza.[8] Ello requiere un estado muy de alerta mental que no puede mantenerse durante mucho tiempo, por lo que recomienda meditar de esta manera hasta una hora como máximo, tras lo que uno debe levantarse y hacer meditación caminante para aclarar la mente antes de volver a sentarse y continuar.[9]
Shunryu Suzuki postula: "no intentes detener tu mente, déjalo todo como es. Nada permanecerá en tu mente mucho tiempo. Vendrán cuando vengan y se irán cuando se vayan. Con el tiempo, tu mente clara y vacía durará más tiempo.[10] Por su parte, describiendo la práctica como simplemente ser consciente de los pensamientos sin verse atrapados por ellos, Sean Murphy cita a Taizan Maezumi de la siguiente manera: "piensa en tus pensamientos como si fueran nubes, viéndolas pasar de un extremo al otro de la mente, sin intentar aferrarse a ellos; y cuando se pierdan en el horizonte, cosa que harán, sin intentar perseguirlos".[11]
Jundo Cohen advierte que "tan sólo sentarse" no debe tomarse demasiado literalmente, tras lo que subraya la importancia de la atención.[12] Cuando el meditador se enfrente a emociones fuertes o pensamientos ansiosos, Cohen anima a simplemente observarlos con ecuanimidad, "tratándolos como nubes que pasan". Al mismo tiempo, recuerda que uno no ha de jugar con los pensamientos ni dejarse atrapar por ellos.[13] Para él, shikantaza es similar al juguete de la trampa china, del que se escapa no haciendo fuerza, sino dejando de hacerla. Sólo abandonando la búsqueda de la iluminación, aceptándolo todo sin aversión o apego, puede hallarse la iluminación en primer lugar.[14]
Referencias
- (Loori, 2005)
- John Daido Loori,Thinking Non-Thinking
- (Loori, 2002)
- (Loori, 2002)
- (Loori, 2002)
- (Loori, 2005)
- (Harrison, 2017)
- (Loori, 2002)
- (Loori, 2005)
- (Davis, 2022, p. 293)
- Sean Murphy, "Guided Meditation: Passing Thoughts", Yoga Journal, Enero 2003
- (Cohen, 2020)
- (Cohen, 2020)
- (Cohen, 2020)
- Cohen, Jundo (2020). The Zen Master's Dance: A Guide to Understanding Dogen and Who You Are in the Universe. Wisdom Publications. ISBN 978-1614296461.
- Harrison, Eric (2017). The Foundations of Mindfulness: How to Cultivate Attention, Good Judgment, and Tranquility. Hachette. ISBN 978-1615192571.
- Loori, John Daido (2002). The Eight Gates of Zen: A Program of Zen Training. Shambhala Publications. ISBN 978-0834823907.
- Loori, John Daido (2005). Art of Just Sitting: Essential Writings on the Zen Practice of Shikantaza. Wisdom Publications. ISBN 978-0861719495.