Supresión

En psicología, la supresión es un mecanismo adaptativo o estrategia de afrontamiento, en el cual deseos, impulsos o ideas son mantenidas a raya sin utilizar represión.

Por tanto, la supresión se pone en juego de manera inconsciente, en la relación de lo interno con lo externo, para conseguir un fin positivo o sublimado, lo cual hace la diferencia con la represión, que se encarga de producir un malestar en la insatisfacción de los impulsos.

La vida en sociedad a veces requiere que el individuo aplace la satisfacción de sus necesidades. Una persona puede estar convencida de que para evitar males mayores, debe postergar, quizá indefinidamente, la expresión de una conducta (motriz, verbal, etc) y por tanto, de la necesidad percibida que supone dicha conducta puede satisfacer.

Un ejemplo de supresión es cuando una persona prefiere no pensar en sexualidad (necesidad percibida) cuando interactúa con colegas atractivos, para no poner en riesgo su comportamiento profesional y por tanto su fuente de trabajo y estilo de vida (mal mayor). Como consecuencia, se tiende a intentar regular y controlar la verdadera manifestación de la emoción, relegando esta última a una esfera íntima, dado su carácter irracional.

Véase también

Bibliografía

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