Contrato oneroso

Contrato oneroso (del latín: contractus onerōsus) es un tipo de contrato en que ambas partes tienen obligaciones y ventajas económicas recíprocas.[1] Los contratos onerosos más comunes son la compraventa, el arrendamiento, la sociedad, la permuta, el transporte y el contrato de trabajo.

Características

Conllevan la obligación de saneamiento

Los contratos onerosos tienen como rasgo distintivo a el que le impone a su deudor la obligación de sanear la evicción, es decir, en caso de que la cosa objeto de la prestación padezca de vicios ocultos o en caso de que el acreedor sea privado de ella, el deudor tiene la obligación de amparar o indemnizar al acreedor de esta obligación.[2]

Generalmente constituyen obligaciones de hacer fungibles

Los contratos onerosos normalmente constituyen obligaciones de hacer fungibles, es decir, en que no importa si es desarrollada personalmente por el deudor o por un tercero. A contrario sensu, son los contratos gratuitos en que se observa una notable tendencia por tratarse de actos intuitu personæ (obligaciones de hacer no fungibles). De manera muy excepcional existen contratos onerosos en que se establecen obligaciones de hacer personalísimas o intuitu personæ, como el contrato de transacción.[3][4]

Véase también

Referencias

  1. «Significado de oneroso». Significados. Consultado el 29 de diciembre de 2014.
  2. «Derecho Civil III - Contratos». oscarlondero.com.ar. Consultado el 29 de diciembre de 2014.
  3. Rodríguez Olivera, Nuri; López Rodríguez, Carlos. «El fideicomiso como contrato». Archivado desde el original el 16 de junio de 2015. Consultado el 29 de diciembre de 2014.
  4. López Santa María, Jorge. Los Contratos. Op. cit., p. 120.

Bibliografía

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