Tiroteo de Dayton de 2019

A la 1:05 a. m., testigos presenciales informaron que un hombre abrió fuego en la entrada de Ned Peppers Bar en el distrito histórico de Oregon en el centro de Dayton después de que se le denegara la entrada.[6] Llevaba un fusil tipo AR-15 con una recámara de 100 cartuchos y disparó contra las multitudes, matando a nueve personas.[7][1]

Según el jefe de policía de Dayton, Richard Biehl, 20 segundos después de que comenzara el tiroteo,[4] agentes de la ley en la escena se enfrentaron al hombre armado.[1] Dentro de los 30 segundos posteriores a los primeros disparos,[4] el hombre fue muerto a tiros.[8] La policía local evacuó muchos locales nocturnos cercanos y advirtió a los residentes de Dayton que se mantuvieran alejados del distrito de Oregon.[8]

Vigilia por las víctimas, 5 de agosto de 2019.

Miami Valley Hospital recibió a 16 víctimas del tiroteo, de las cuales cinco fueron admitidas y una figuraba en estado crítico. La Red de Salud Kettering, compuesta por nueve hospitales en el área, recibió nueve víctimas, tres en estado grave y tres en condición estable.[9] A las 10:00 a. m. del mismo día, 15 de 27 individuos hospitalizados habían sido dados de alta.[8]

La policía informó que todas las muertes ocurrieron fuera del bar en East 5th Street,[8] y que la hermana de 22 años del tirador, Megan Betts, estaba entre los asesinados.[10][11][12]

Las nueve víctimas con heridas fatales incluyeron cinco hombres y cuatro mujeres; seis eran negros y tres blancos.[13] Sus edades oscilaban entre 22 y 57 años.[14]

Poco después del ataque, la policía confirmó que el pistolero era Connor Stephen Betts, un joven de 24 años de Bellbrook, Ohio.[8][15][16] Durante el día, la policía y el FBI comenzaron a registrar la casa del tirador y encontraron escritos que mostraban interés en matar personas.[5] Una evaluación preliminar de los escritos no indicó motivos raciales o políticos.[5]

Dos excompañeros de secundaria declararon que Betts fue suspendido de la escuela después de que hizo listas de otros estudiantes que quería matar y violar.[17] La lista se descubrió a principios de 2012 y resultó en una investigación policial.[17] Un compañero de clase también declaró que Betts fue víctima de bullying y había planeado disparar a la escuela.[18] La noción de que Betts había sufrido bullying fue cuestionada por otros compañeros de clase, quienes lo describieron como un misógino y un acosador, informando que disfrutaba asustando a las mujeres mientras asistía a la escuela. Según la policía, Betts no tenía antecedentes penales, excepto por delitos menores de tráfico.[18][19][20]

Según las autoridades, Betts tenía recámaras adicionales con él y llevaba armadura corporal durante el ataque.[7] Según los informes, también ordenó el arma semiautomática que usó en el tiroteo en línea desde Texas, y la pistola fue transferida a un distribuidor local de armas de fuego en Ohio, donde la recogió.[1]

El agujero que dejó la bala en la ventana después de los disparos.

Agujeros de bala en una ventana un día después del tiroteo.

Miembros del Equipo de Manejo del Estrés de Incidentes Críticos del Suroeste de Ohio se reunieron con agentes de la ley, que habían respondido a la escena, para ayudarlos a procesar la situación. Los miembros de la organización incluyen profesionales de salud mental, policías, bomberos, médicos y capellanes.[21]

El banco de sangre local solicitó más donaciones después del tiroteo, y otras compañías y organizaciones utilizaron las redes sociales para promover campañas de donación y lugares de reunión comunitaria para conmemorar a los heridos o asesinados.[22]

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