Tony Grice

Nació en Londres, donde debutó en 1852 en el Royal Circus, a los tres años de edad. Instalado en España, fue contratado por el empresario sevillano Rafael Díaz, con cuya hija Trinidad se casó. Desde entonces, actuó siempre en este país, negándose a actuar en otros países. Hablaba inglés, francés, alemán, italiano, español y algo de catalán.[1]

Actuaba generalmente solo —a veces acompañado de un burro—, excepto en una ocasión que hizo un dúo con el payaso Tonino en el Circo Alegría.[1] En Bilbao conoció al payaso cubano Chocolat, al que contrató como ayudante y criado.[2]

Grice cosechó un gran éxito en España, hasta el punto de que las payasadas pasaron a ser conocidas como «toninadas» y, a los payasos, «toninos».[3] En algunos países de América (como Argentina, Chile, Bolivia, Perú y Ecuador) se llama tony a los payasos tipo augusto.[2]

Murió en el transcurso de un viaje de Madrid a Lisboa por una pulmonía que cogió por asomarse por la ventanilla del tren. Su hijo, Antonio Grice Díaz —conocido como Tony Grice II—, fue también payaso.[4]

• Eguizábal, Raúl (2012). El gran salto. La asombrosa historia del circo. Barcelona: Península. ISBN 978-84-9942-161-2.